Para
quienes visitan nuestro país, una información adicional acerca de la
fiesta que los católicos celebran adorando una imagen llamada la virgen
de Guadalupe.
Son millones, millones de personas de México y de Latinoamérica, que realizan una peregrinación desde sus puntos de origen hasta la Cd de México en donde se encuentra la Basílica de Guadalupe, una iglesia en honor exclusivo a la aparición que se dice acontenció en el cerro del Tepeyac. Aquí no vamos a cuestionar sí sucedió o no. Es su creencia y a como personas merecen todo el respeto.
El culto guadalupano es tan arraigado en países como México que incluso superponen la creencia en la virgen de Guadalupe sobre Dios mismo: Jesucristo. Esto por la misma tradición en la cual el culto a la madre es intocable. Y tienen razón en afirmar que la madre tiene tal importancia. Es comprensible desde su punto de vista.
Los católicos-guadalupanos incluso se autodenominan (a tono de broma pero que se ha convertido en algo ya real y se lo toman muy en serio) se denominan además futboleros. Esto es, que se proclaman: Católicos/apostólicos/romanos/guadalupanos y futboleros. A tal grado es su devoción por la virgen de Guadalupe.
Esta devoción se manifiesta y se desdobla en la veneración y adoración de quienes llaman santos. Personajes que históricamente manifestaron una profunda devoción y pureza.
Así que la religión católica no sólo rinde adoración primeramente y antes que nadie a la virgen de Guadalupe, sino también a Judas Tadeo (la cultura popular ha hallado que los ladrones son particularmente devotos de este personaje); también rinden adoración a Chabel (un maronita libanés), al niño de Atocha, entre muchos otros.
Esta que es a todas luces una especie de politeísmo abarca incluso a los ángeles. Los católicos le rinden alabanza y le rezan al arcángel Miguel, Gabriel, y a muchos más de nombres poco conocidos por el público en general.
Los católicos tienen como guía al denominado papa. Este es para ellos, el vicario de Cristo. Y gobierna en un palacio de gran lujo y belleza en Roma: el Vaticano.
Los católicos mezclan no sólo los ritos que el papa instruye acatar, sino que tienen la libertad de mezclar con su religión otras muy distintas.
Por ejemplo: No es raro que un católico comparta y se esmere en practicar costumbres hindús. Hace yoga, y se instruye en los dichos del Buda. Es una religión que permite tomar "lo mejor de cada cosa mientras les sea benéfico", según las palabras de millones de ellos.
Digamos que es una religión sencilla porque sólo requiere de continuar la tradición ancestral de los padres y madres que inculcaron a los hijos a creer y venerar a la virgen, santos, ángeles con una particularidad: no tienen que leer la Biblia.
La gran mayoría de ellos no cree necesitar leer todos los días la Biblia ni buscar guía al respecto.
Los católicos llaman iglesia al lugar físico a donde acuden cada domingo, y dentro de esos recintos, muchos de ellos muy bonitos y de gran valor arquitectónico, no hay Biblias.
Ellos se intruyen mediante el Catecismo.
Los católicos no se rigen conforme a la Biblia sino con respecto a lo recibido en el catecismo y lo que el papa y su sacerdote les dice.
Es una religión a la que todos pueden sentirse incluidos porque permite todo.
Si nos remontásemos a la historia incluso la instauración de la Iglesia Católica Romana decidió seguir un camino distinto al que traza la Biblia.
Hay que revisar el contexto, los hechos históricos y la realidad de un país para comprender y no juzgar. Todo tiene sus razones.
Los que siguen la religión católica pueden también adorar a los muertos, y celebrar la Navidad en medio de regalos que se otorgan mutuamente.
Es un tema muy vasto, muy profundo, muy serio. Y quienes siguen esta religión merecen todo el respeto.
La gran mayoría son personas que buscan a Dios, incluso si les preguntas de Cristo, sin duda lo aman. Por eso veneran a la que llaman la madre de Dios.
También requieren de amuletos, estampas, cuadros, figuras talladas, de yeso o plástico que llegan a alcanzar 1.70 de estatura. Visten a la figura de un niño con las ropas de su equipo de fútbol preferido. Y es verdad (y ellos no lo niegan) que tienen en igual importancia y veneración a la Virgen y a su equipo de soccer.
Fuera de sus iglesias hay vendimia de esos artículos y también comida. Inician el 12 de diciembre lo que llaman el Guadalupe-Reyes, donde se dedican a celebrar bebiendo cerveza, vino, ron; cantando y bailando tonadas que para ellos son esenciales como cumbias, salsa, (géneros que presentan letras relativas a la belleza de la mujer, a cómo conquistarla y poseerla, al amor carnal, a la desilusión amorosa). Ellos no ven diferencia. Y a las doce de la noche le cantan las Mañanitas a la Virgen, para posteriormente continuar con las fiestas que duran hasta el 6 de Enero.
Estos y muchos ejemplos más muy claros: la religión católica no basa su esencia en seguir a Jesucristo. Ni tienen como base la Biblia. Porque casi todo lo que realizan va directamente contrario a lo que está escrito en la palabra de Dios.
Esta religión está tan amalgamada con las creencias populares que se remontan a épocas tan remotas, que su inserción es algo que difícilmente alguien podría modificar.
Extraigo de internet:
Incluso en México, la religión católica y en especial el culto guadalupano tiene sus raíces en la adoración a los ídolos del pueblo azteca. A Tonatzin se le ofrendaban pequeñitas puntas de flechas blancas, figurillas de barro y navajas de obsidiana. También se le ofrecían unas bolitas de jadeíta verde llamadas Chalchiuitl, que los españoles las consideraban diabólicas.
Según se cuenta, el 9 de diciembre de 1531, Juan Diego quien no hablaba español; sino nahuatl, en su caminar hacia el mercado Tlatelolco, tenía que cruzar por el cerro del Tepeyac y fue ahí donde recibió la sorpresa de que se le apareciera la Virgen y le pidió que le informara al Obispo Zumarraga se le hiciera un templo en su honor. El Obispo pidió a Juan Diego que trajera una señal que indicara que era la misma Madre de Dios el que lo enviaba para pedir que se le edificara un templo. La señal fue enviada. La Virgen le dijo a Juan Diego que cortara rosas del cerro del Tepeyac, que por cierto estaban fuera de temporada, y que se las llevara al Obispo. Juan Diego cumplió y el 12 de diciembre llevó las rosas al Obispo. Lo sorprendente es que en la tilma llamada también Ayate, donde portaba Juan Diego las rosas, apareció la imagen de lo que ahora conocemos como la Virgen de Guadalupe.
Todo esto hay que respetar en su contexto.
Es por esto que quienes más se resisten a seguir a Cristo son los católicos. Y se comprende, ¿cómo te desarraigas de algo que está tan profundamente atado a un pueblo desde la época prehispánica?
Hoy asistimos a un neo-prehispanismo: millones de jóvenes, desilusionados por la religión católica, se vuelcan ahora a venerar a Quetzalcoatl, a Tláloc y a Coatlicue.
Es una religión muy compleja.
Por ello también resulta paradójico que quienes alguna vez se dijeron ateos, por su sed de conocimiento, terminen conviertiéndose a Cristo. Y no al catolicismo.
Mucho que investigar, razonar, siempre con respeto a las personas, tolerancia.
La religión católico-guadalupana es como su pueblo: colorido, sinuoso, barroco-churrigeresco, y al mismo tiempo sencilla y muy accesible de ser personalizada por quien fue instruído en ella.
Ellos creen en la virgen de Guadalupe, es su veneración, a ella se arrodillan. No hay nadie más importante para ellos que ella. Es patente esto precisamente en los días 12 de diciembre.
Si a ellos les ha ayudado en ser mejores ante su deidad, están recibiendo su pago. No se pueden forzar las cosas. Y sí, hay que respetar.
Son millones, millones de personas de México y de Latinoamérica, que realizan una peregrinación desde sus puntos de origen hasta la Cd de México en donde se encuentra la Basílica de Guadalupe, una iglesia en honor exclusivo a la aparición que se dice acontenció en el cerro del Tepeyac. Aquí no vamos a cuestionar sí sucedió o no. Es su creencia y a como personas merecen todo el respeto.
El culto guadalupano es tan arraigado en países como México que incluso superponen la creencia en la virgen de Guadalupe sobre Dios mismo: Jesucristo. Esto por la misma tradición en la cual el culto a la madre es intocable. Y tienen razón en afirmar que la madre tiene tal importancia. Es comprensible desde su punto de vista.
Los católicos-guadalupanos incluso se autodenominan (a tono de broma pero que se ha convertido en algo ya real y se lo toman muy en serio) se denominan además futboleros. Esto es, que se proclaman: Católicos/apostólicos/romanos/guadalupanos y futboleros. A tal grado es su devoción por la virgen de Guadalupe.
Esta devoción se manifiesta y se desdobla en la veneración y adoración de quienes llaman santos. Personajes que históricamente manifestaron una profunda devoción y pureza.
Así que la religión católica no sólo rinde adoración primeramente y antes que nadie a la virgen de Guadalupe, sino también a Judas Tadeo (la cultura popular ha hallado que los ladrones son particularmente devotos de este personaje); también rinden adoración a Chabel (un maronita libanés), al niño de Atocha, entre muchos otros.
Esta que es a todas luces una especie de politeísmo abarca incluso a los ángeles. Los católicos le rinden alabanza y le rezan al arcángel Miguel, Gabriel, y a muchos más de nombres poco conocidos por el público en general.
Los católicos tienen como guía al denominado papa. Este es para ellos, el vicario de Cristo. Y gobierna en un palacio de gran lujo y belleza en Roma: el Vaticano.
Los católicos mezclan no sólo los ritos que el papa instruye acatar, sino que tienen la libertad de mezclar con su religión otras muy distintas.
Por ejemplo: No es raro que un católico comparta y se esmere en practicar costumbres hindús. Hace yoga, y se instruye en los dichos del Buda. Es una religión que permite tomar "lo mejor de cada cosa mientras les sea benéfico", según las palabras de millones de ellos.
Digamos que es una religión sencilla porque sólo requiere de continuar la tradición ancestral de los padres y madres que inculcaron a los hijos a creer y venerar a la virgen, santos, ángeles con una particularidad: no tienen que leer la Biblia.
La gran mayoría de ellos no cree necesitar leer todos los días la Biblia ni buscar guía al respecto.
Los católicos llaman iglesia al lugar físico a donde acuden cada domingo, y dentro de esos recintos, muchos de ellos muy bonitos y de gran valor arquitectónico, no hay Biblias.
Ellos se intruyen mediante el Catecismo.
Los católicos no se rigen conforme a la Biblia sino con respecto a lo recibido en el catecismo y lo que el papa y su sacerdote les dice.
Es una religión a la que todos pueden sentirse incluidos porque permite todo.
Si nos remontásemos a la historia incluso la instauración de la Iglesia Católica Romana decidió seguir un camino distinto al que traza la Biblia.
Hay que revisar el contexto, los hechos históricos y la realidad de un país para comprender y no juzgar. Todo tiene sus razones.
Los que siguen la religión católica pueden también adorar a los muertos, y celebrar la Navidad en medio de regalos que se otorgan mutuamente.
Es un tema muy vasto, muy profundo, muy serio. Y quienes siguen esta religión merecen todo el respeto.
La gran mayoría son personas que buscan a Dios, incluso si les preguntas de Cristo, sin duda lo aman. Por eso veneran a la que llaman la madre de Dios.
También requieren de amuletos, estampas, cuadros, figuras talladas, de yeso o plástico que llegan a alcanzar 1.70 de estatura. Visten a la figura de un niño con las ropas de su equipo de fútbol preferido. Y es verdad (y ellos no lo niegan) que tienen en igual importancia y veneración a la Virgen y a su equipo de soccer.
Fuera de sus iglesias hay vendimia de esos artículos y también comida. Inician el 12 de diciembre lo que llaman el Guadalupe-Reyes, donde se dedican a celebrar bebiendo cerveza, vino, ron; cantando y bailando tonadas que para ellos son esenciales como cumbias, salsa, (géneros que presentan letras relativas a la belleza de la mujer, a cómo conquistarla y poseerla, al amor carnal, a la desilusión amorosa). Ellos no ven diferencia. Y a las doce de la noche le cantan las Mañanitas a la Virgen, para posteriormente continuar con las fiestas que duran hasta el 6 de Enero.
Estos y muchos ejemplos más muy claros: la religión católica no basa su esencia en seguir a Jesucristo. Ni tienen como base la Biblia. Porque casi todo lo que realizan va directamente contrario a lo que está escrito en la palabra de Dios.
Esta religión está tan amalgamada con las creencias populares que se remontan a épocas tan remotas, que su inserción es algo que difícilmente alguien podría modificar.
Extraigo de internet:
Incluso en México, la religión católica y en especial el culto guadalupano tiene sus raíces en la adoración a los ídolos del pueblo azteca. A Tonatzin se le ofrendaban pequeñitas puntas de flechas blancas, figurillas de barro y navajas de obsidiana. También se le ofrecían unas bolitas de jadeíta verde llamadas Chalchiuitl, que los españoles las consideraban diabólicas.
Según se cuenta, el 9 de diciembre de 1531, Juan Diego quien no hablaba español; sino nahuatl, en su caminar hacia el mercado Tlatelolco, tenía que cruzar por el cerro del Tepeyac y fue ahí donde recibió la sorpresa de que se le apareciera la Virgen y le pidió que le informara al Obispo Zumarraga se le hiciera un templo en su honor. El Obispo pidió a Juan Diego que trajera una señal que indicara que era la misma Madre de Dios el que lo enviaba para pedir que se le edificara un templo. La señal fue enviada. La Virgen le dijo a Juan Diego que cortara rosas del cerro del Tepeyac, que por cierto estaban fuera de temporada, y que se las llevara al Obispo. Juan Diego cumplió y el 12 de diciembre llevó las rosas al Obispo. Lo sorprendente es que en la tilma llamada también Ayate, donde portaba Juan Diego las rosas, apareció la imagen de lo que ahora conocemos como la Virgen de Guadalupe.
Todo esto hay que respetar en su contexto.
Es por esto que quienes más se resisten a seguir a Cristo son los católicos. Y se comprende, ¿cómo te desarraigas de algo que está tan profundamente atado a un pueblo desde la época prehispánica?
Hoy asistimos a un neo-prehispanismo: millones de jóvenes, desilusionados por la religión católica, se vuelcan ahora a venerar a Quetzalcoatl, a Tláloc y a Coatlicue.
Es una religión muy compleja.
Por ello también resulta paradójico que quienes alguna vez se dijeron ateos, por su sed de conocimiento, terminen conviertiéndose a Cristo. Y no al catolicismo.
Mucho que investigar, razonar, siempre con respeto a las personas, tolerancia.
La religión católico-guadalupana es como su pueblo: colorido, sinuoso, barroco-churrigeresco, y al mismo tiempo sencilla y muy accesible de ser personalizada por quien fue instruído en ella.
Ellos creen en la virgen de Guadalupe, es su veneración, a ella se arrodillan. No hay nadie más importante para ellos que ella. Es patente esto precisamente en los días 12 de diciembre.
Si a ellos les ha ayudado en ser mejores ante su deidad, están recibiendo su pago. No se pueden forzar las cosas. Y sí, hay que respetar.