La versión de David Fincher (se pronuncia como se lee: Fin-cher) es sosa, francamente aburrida, sin ninguna tensión ni suspenso.
La versión de Niels Arden Oplev tiene un hilo de suspenso sutil, no es efectista y con la obviedad de los mínimos recursos económicos (comparados con la hollywoodense de Fincher) resulta que esa carencia de dinero le da más fuerza a lo importante: la historia.
Pero la historia la hacen los personajes y en la versión de Arden, la tensión sexual, sensual e incluso amorosa, que deja flotar, casi imperceptible para los personajes protagónicos y para la audiencia, le da una fineza agradecible.
La Lisbeth de la primera versión (Naomi Rapace) parece nacida para el papel, mientras la Lisbeth de Ficher (Rooney Mara) parece que está disfrazada.
En la película de Fincher no nos muestra claramente el nivel de hacker que es Lisbeth Salander, nos lo dice, nos lo explica con diálogos, mientras en la de Oplev lo vemos y no solo eso: lo vivimos.
La Lisbeth de Mara es más emo que rebelde. No digo que esté pésima en el papel, lo actúa, pero no lo encarna. Es infinitamente mejor actriz y además mejor dirigida la Lisbeth de Rapace.
La Lisbeth de Rapace sí nos lleva de esa sorpresa conservadora al ver a una mujer ambigua, ambivalente y no solo bisexual a esa también sorpresiva y paulatina, sutil, transformación de Lisbeth cuando ya tiene otro nivel de relación con Mikael (magistral, magistralmente trabajado por Michael Nyqvist, y groseramente hecho pedazos por Daniel Craig)
El Mika de Nyqvist es un periodista imbatible pero no es soberbio, es humano y hasta "bueno" pero no es idiota, no es galán (tampoco Craig -sigo sin entender por qué piensa más de un iluso que puede personificar a James Bond más que un espía ruso), al MIka de Nyqvist se le nota en la mirada cuando "siente" ya algo por Lisbeth, ¡pero jamás lo revela de manera obvia! Es más, creo que de ninguna manera: ambos se quedan en el suspenso de algo que fue más que un acostón liberador o ser fornicado por Lisbeth con gran placer.
En cambio la relación entre Mika/Lisbeth de Fincher nos la pone tan obvia, tan insulsa que parece que solo se acostaron porque sí. Además de justificar más el hecho de querer vender (insistir) a Craig como galán (ignoro en qué planeta) más que un encuentro empujado por las soledades de ambos personajes.
Mika y Lisbeth de Oplev, tienen unos matices que no me explico cómo les dio las instrucciones: son casi perfectos. Son mejores que la novela.
Mika y Lisbeth de Fincher nada más hicieron lo que les dijeron: acción. Punto. No hay profundidad, no hay matices, son como muñequitos recortados de papel.
La película de Ficher yerra también en el tratamiento que da al caso de Harriet. Mientras en la película de Oplev también existe la tensión y suspenso de que podrían encontrarla, en la de Fincher de plano te remachan desde el inicio que ella está muerta. Esto no es creíble en la manera en que, por ejemplo, lo afirma Lisbeth, e incluso en las sospechas de Mika Hollywoodense. Como que quisieron marcar su distancia del guión de la primera versión "para que no parezca que se lo fusilaron". No es creíble por el nivel de suspicacia y de objetividad que se supone tienen ambos personajes, ¿por qué afirmar con tal categoría que está muerta? En la versión original la duda persiste...por eso están investigando todo.
Hubiese usado el mismo guión, darle su crédito al director y al guionista y hubiese resultado una película estéticamente bonita pero tal vez más profunda.
Fincher no es un mal director, es de lo que más disfruto, pero no es su especialidad indagar en las entrañas de los seres humanos. El cuenta el relato, la acción y, cuando está inspirado, es genial. Todos conocemos películas con su firma y que hoy son casi clásicos: Seven, Fight Club, Social Network,Alien 3. Buenas películas como The Game, Benjamin Button. Y un puñado de pésimas, como aquella con Jodie Foster y esta del Dragón.
No es el único caso, Tim Burton hizo una pésima Planeta de los Simios...hay muchos ejemplos.
A veces, aunque no lo creamos, estos realizadores también necesitan financiamiento para luego filmar ESA película que quieren filmar. Yo siento que esto le pasó a Fincher aquí. Sacó una buena lana y tengo la esperanza de que su próxima sea una de las que realmente puedes calificar de Fincher.
El soundtrack de Trent Reznor y Atticus Ross es bueno, pero predecible. Es un copy paste de lo que Trent ya ha hecho. Poco inspirado. Otra chamba.
Las referencias (que no son referencias sino obviedades molestas) a NIN no son afortunadas ni vienen al caso (creo que Trent no necesita la lana).
El arte y cinematrografía de Fincher es, como siempre, impecable, lindo, muy disfrutable. Es un equipo que ya de cajón sabe cómo es el asunto...y es hollywood, hay dinero.
La versión de Fincher es superflua y entretenida. Una muy buena película (Oplev) se tornó palomera, dominguera, en manos de Fincher.
La edición de esta nueva versión es tan apresurada que parece que los personajes están echando carreras para ver quién dice más rápido sus parlamentos. Cortes sucesivos que no le dan más agilidad a la película (como creo que buscaba para diferenciarse de la primera que no abusa de esto) sino que dan la impresión de que todos querían irse a comer o terminar a las seis para irse a casa.
Un trabajo muy poco inspirado de Fincher. La chica (Rooney Mara) se nota novata, hizo su mejor esfuerzo, no lo hizo mal. Pero, te acuerdas de Naomi Rapace y nada que ver. ¡Hasta quieres tener una novia como Naomi y que te posea!
Así pasa en el mundo del cine, de la literatura, de la música. Los fans siempre esperan o lo nunca visto, o veneran cualquier basura que vomite su héroe. Yo, sin ser fan de Fincher, disfruto mucho sus películas y es, sin lugar a dudas, uno de los mejores realizadores con que contamos actualmente.
Pero, esta vez sí se pasó.
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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.