Uno sigue. Es un seguir desde que ve la primera luz. Un andar. Un perderse para encontrarse.
No llegamos solos: un ser, la mayoría de las veces con amor, nos acompaña y sufre más nuestro llegar a este mundo sublunar.
Un año más.
Un lapso.
Un suspiro.
Uno sigue.
Más dándose cuenta. Lo que es una verdadera alegría ganada. Darse cuenta.
Ya no se espera lo inesperado, aunque si es grato bienvenido.
Ya no se sueñan sueños jalados de los cabellos. Se vive lo soñado alguna vez.
Se hace lo que a uno le llena y place. Se esfuerza, tampoco es que uno ande de florecilla. Uno sigue ante retos, uno aún con ideales por lograr.
Pero sin obsesiones, sin competencia. Uno con uno. Y con el placer de hacer lo que se place.
Recobrando la idea del esfuerzo para aprender nuevas cosas.
Con la libertad tan rica de disfrutar aquello que uno atesora para uno solito.
Con el placer de querer compartir si se dejan.
Uno sigue al pie de la letra lo que aconsejó Borges, que no hizo tanto en su pasada vida pero que haría mucho si volviese, aunque creo que no creía ni querría volver...
Uno que ama andar bajo la lluvia, pisar el suelo mojado
Uno que ama andar siempre de los siempres con la música en la cabeza,
apartado sí, aislado, sí, si así lo quieren ver
Uno que ama tanto leer y leer y se regala recturas este día
Uno que ama la ciudad loca
Uno que ama esos seres peculiares que lo estiman a uno, que ven en uno algo grato, y que se agradece tanto tanto
Uno que anda, vaga, deambula intentando dar consigo mismo pero también queriendo no llegar justo al punto de encuentro porque ya no tendría chiste estar aquí
Uno que ve ya a una edad no joven el mundo tal cual y sí, lo acepta, y dice, así es, sin conformismo pero como plastilina creativa,
Uno que se pringa a crear con esfuerzo y con fuerza teniendo como bandera, si es que habría que enarbolar una, la altura literaria de los grandes maestros, no fallarles, que a uno no le arda la cara, con humildad mas con el ego desatado ahí, procurando que nada más ahí, porque se requiere sacar el dios individual para crear algo que inocentemente prevalezca o sea más grande que uno, que salga aquello que ni es de uno pero tenía que sacar porque igual a alguien por ahí le podría comunicar algo, enlazar, conectar
Uno ama estos días de lluvia en el aniversario
el frío
Valora cada palabra
más
venera la palabra
deja en tercer plano (no que no importe pero que importa menos) el reclamo político, o el hacer "obras de protesta" (jamás)
pero sí recoge el pulso actual porque se supone que uno que escribe irremediablemente tendrá que escribir sobre las tribulaciones y maravillas de su época, siempre en tiempo presente tan oscura, tan rara...
y es que a los que siguen se les dan los ojos claros y ya pueden decir, Ah, la cosa era así
Este, me guardo para mí, has sido el mejor aniversario
porque, quién sabe por qué, uno ha estado más conciente que nunca jamás,
ha sido maravilloso
y como sea a uno se le sale nada más dos palabras a uno, al dios interno, al dios que sea, que será, a los que lo notan a uno, a todo lo que emite amor, cariño, deferencia...
muchas gracias