Desde la LUna

Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@

Wednesday, October 15, 2014

Toda manifestación pública es política

No estoy seguro de las intenciones sobre las que giran las protestas en ciudad México. Quiero decir: quizá pudiese tener una mejor perspectiva de lo que ocurre en esos demos si considero que no es solo un factor el que provoca esas adhesiones. Está la sensación de heroísmo que provoca oponerse al Poder. Realmente protestar es un derecho pero tiene que entenderse como lo que es: se apunta sobre algo que está mal, que necesita resolverse. Nada más.

La percepción de heroísmo es solo eso. Y constituye una sensación que alimenta mucho el imaginario juvenil. Lamentablemente (para efectos de heroísmo) hoy en día los jóvenes no tienen a la mano esa oposición tan absoluta y represiva como se vivió en México en los años sesenta y setenta.
Hoy es posible protestar y la posibilidad de ser reprimido es aislada. Ya no es la regla. El gobierno te deja gritar porque ha aprendido que es una válvula de escape para quien protesta, Ya comprobó que no le afecta en nada que hablen mal de él. Y lo más curioso: el gobierno de este sexenio pareciera prestar más oídos que los anteriores. En realidad es desconcertante porque no se sabe si el nivel de maquiavelismo ha llegado a ulteriores y más perfectos niveles o realmente les interesa resolver las cosas.

Yo me voy por la segunda. Ya no abona a nada reprimir. La comunicación sutil, llevar las cosas por el lado suave, siempre le dará más puntos al gobierno.

En los medios los protestantes se dimanan justificando que sus movilizaciones no son políticas. Tengo que diferir: irremediablemente toda manifestación pública es política. 

Quizá fuese bueno dejar de justificarnos si una manifestación es política o no. Lo es. No hay de otra.

Solo en México he visto como a una protesta sobre algún reglamento universitario o el desempeño de un profesor o director se le adhieren otras referentes a la desaparición de personas en otro estado del país, y sin conexión alguna. 

Todo se aglutina, todo se entremezcla y hacer esto tiene inevitablemente un color político. Este mezclar temas debilita su protesta en lugar de fortalecerla.

Casi nadie defenderá el poder de los medios de comunicación (independientemente de sus contenidos) pero no hay quien no use rudimentariamente esos mecanismos para llamar la atención. Pues justamente esto es uno de los fines principales de los medios de comunicación: llamar la atención.

Si los estudiantes aúnan a su protesta (que ellos llaman lucha usando la jerga revolucionaria sesentera) su enojo sobre la desaparición de personas, por ejemplo, automáticamente trocan en intensión política y hoy en día hacer esto, la mezcla de temas,  va apagando el poder de dicha manifestación

Esto es: hoy en día hay que definir muy bien qué manifestación se está haciendo, cuál es el tema y qué se persigue.

Cuando los jóvenes (generalmente este error táctico de comunicación lo han cometido algunas protestas recientes en México) comienzan a mezclar temas, ellos sienten que ganan poder, que demuestran (de esto no hay discusión) su interés por aquello que no está bien en el sistema, su natural inconformidad en contra de este sistema, pero resulta al revés: si mezclas temas y además niegas que tiene intensión política estás mintiendo, estás siendo político desde el principio, no se puede negar. 

Las protestas juveniles (o la que fuera) tiene que mantenerse en su tema a toda costa. 
Si llamas a otros temas es signo de debilidad.
Las protestas o movimientos son finitos y de corta duración. No porque estén mal, simplemente porque así es. 

Un movimiento tiene fecha de caducidad, es una revuelta organizada en pequeño. Hay un tiempo limitado para capturar la atención del público en general, de los medios, y esta atención tiene que ser capitalizada lo más rápido posible.

Te manifiestas porque en realidad quieres captar la atención de los medios de comunicación pues estos son la vía más rápida para llegar al público en general. Esto es una forma de presión para que el grupo de poder al que quieres hacer llegar tu inconformidad no pueda ignorarte.

Las manifestaciones tal vez le hablen a un dirigente pero antes tienen que hablarle a la sociedad en general para que surta efecto.

Si se le agregan ingredientes ajenos echas a perder el platillo.

No puedes tardarte.

Si te tardas y si repites más los NO que los SI es casi seguro que en percepción (y quizá en realidad concreta) pierdas.

Los jóvenes tienen razón: despiertan a una realidad pasmosa. Las cosas no están bien. Pero ignoran que también hay cosas positivas. Así como protestamos contra alguna designación escolar o del Gobierno, así nos volvemos locos de entusiasmo asistiendo al Festival de rock siguiente, no se detienen las fiestas los fines de semana, todo sigue.

Pero, no podemos evitar ponermos el traje de rebeldía, que hoy es muy light en comparación a los sesenta cuando en ese tiempo presente manifestarse era (lo fue) un acto que de verdad provocaba la ira de los poderosos.

Lo triste es que los jóvenes ahora se atan a conceptos que murieron hace mucho tiempo, que tienen la edad de sus padres. 
La lucha por la "revolución cubana", la música "de protesta", el socialismo marxiano (y marxista), más que una ilusión (lo fue alguna vez) es una flor muerta y ya huele mal.

¿Luchar contra el imperialismo yanqui?
Claro, por qué no, pero bajo una nueva visión, una visión en tiempo presente.

¿Cuáles son los problemas reales a los que pudiera oponerse la juventud de hoy?
Cosas más concretas (cosa que está muy bien), eso de lo que hablamos: el reglamento escolar, el comportamiento de algún director. Pero la fraseología política del socialismo ya no tiene lugar. Ya resulta hasta cómico, tragicómico. Es una tradición que no les pertenece y que, tristemente gracias a sus profesores frustrados, no han asimilado a cabalidad.



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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.