Desde la LUna

Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@

Tuesday, December 13, 2016

La devoción en México por la virgen de guadalupe

Para quienes visitan nuestro país, una información adicional acerca de la fiesta que los católicos celebran adorando una imagen llamada la virgen de Guadalupe.
Son millones, millones de personas de México y de Latinoamérica, que realizan una peregrinación desde sus puntos de origen hasta la Cd de México en donde se encuentra la Basílica de Guadalupe, una iglesia en honor exclusivo a la aparición que se dice acontenció en el cerro del Tepeyac. Aquí no vamos a cuestionar sí sucedió o no. Es su creencia y a como personas merecen todo el respeto.
El culto guadalupano es tan arraigado en países como México que incluso superponen la creencia en la virgen de Guadalupe sobre Dios mismo: Jesucristo. Esto por la misma tradición en la cual el culto a la madre es intocable. Y tienen razón en afirmar que la madre tiene tal importancia. Es comprensible desde su punto de vista.
Los católicos-guadalupanos incluso se autodenominan (a tono de broma pero que se ha convertido en algo ya real y se lo toman muy en serio) se denominan además futboleros. Esto es, que se proclaman: Católicos/apostólicos/romanos/guadalupanos y futboleros. A tal grado es su devoción por la virgen de Guadalupe.
Esta devoción se manifiesta y se desdobla en la veneración y adoración de quienes llaman santos. Personajes que históricamente manifestaron una profunda devoción y pureza.
Así que la religión católica no sólo rinde adoración primeramente y antes que nadie a la virgen de Guadalupe, sino también a Judas Tadeo (la cultura popular ha hallado que los ladrones son particularmente devotos de este personaje); también rinden adoración a Chabel (un maronita libanés), al niño de Atocha, entre muchos otros.
Esta que es a todas luces una especie de politeísmo abarca incluso a los ángeles. Los católicos le rinden alabanza y le rezan al arcángel Miguel, Gabriel, y a muchos más de nombres poco conocidos por el público en general.
Los católicos tienen como guía al denominado papa. Este es para ellos, el vicario de Cristo. Y gobierna en un palacio de gran lujo y belleza en Roma: el Vaticano.
Los católicos mezclan no sólo los ritos que el papa instruye acatar, sino que tienen la libertad de mezclar con su religión otras muy distintas.
Por ejemplo: No es raro que un católico comparta y se esmere en practicar costumbres hindús. Hace yoga, y se instruye en los dichos del Buda. Es una religión que permite tomar "lo mejor de cada cosa mientras les sea benéfico", según las palabras de millones de ellos.
Digamos que es una religión sencilla porque sólo requiere de continuar la tradición ancestral de los padres y madres que inculcaron a los hijos a creer y venerar a la virgen, santos, ángeles con una particularidad: no tienen que leer la Biblia.
La gran mayoría de ellos no cree necesitar leer todos los días la Biblia ni buscar guía al respecto.
Los católicos llaman iglesia al lugar físico a donde acuden cada domingo, y dentro de esos recintos, muchos de ellos muy bonitos y de gran valor arquitectónico, no hay Biblias.
Ellos se intruyen mediante el Catecismo.
Los católicos no se rigen conforme a la Biblia sino con respecto a lo recibido en el catecismo y lo que el papa y su sacerdote les dice.
Es una religión a la que todos pueden sentirse incluidos porque permite todo.
Si nos remontásemos a la historia incluso la instauración de la Iglesia Católica Romana decidió seguir un camino distinto al que traza la Biblia.
Hay que revisar el contexto, los hechos históricos y la realidad de un país para comprender y no juzgar. Todo tiene sus razones.
Los que siguen la religión católica pueden también adorar a los muertos, y celebrar la Navidad en medio de regalos que se otorgan mutuamente.
Es un tema muy vasto, muy profundo, muy serio. Y quienes siguen esta religión merecen todo el respeto.
La gran mayoría son personas que buscan a Dios, incluso si les preguntas de Cristo, sin duda lo aman. Por eso veneran a la que llaman la madre de Dios.
También requieren de amuletos, estampas, cuadros, figuras talladas, de yeso o plástico que llegan a alcanzar 1.70 de estatura. Visten a la figura de un niño con las ropas de su equipo de fútbol preferido. Y es verdad (y ellos no lo niegan) que tienen en igual importancia y veneración a la Virgen y a su equipo de soccer.
Fuera de sus iglesias hay vendimia de esos artículos y también comida. Inician el 12 de diciembre lo que llaman el Guadalupe-Reyes, donde se dedican a celebrar bebiendo cerveza, vino, ron; cantando y bailando tonadas que para ellos son esenciales como cumbias, salsa, (géneros que presentan letras relativas a la belleza de la mujer, a cómo conquistarla y poseerla, al amor carnal, a la desilusión amorosa). Ellos no ven diferencia. Y a las doce de la noche le cantan las Mañanitas a la Virgen, para posteriormente continuar con las fiestas que duran hasta el 6 de Enero.
Estos y muchos ejemplos más muy claros: la religión católica no basa su esencia en seguir a Jesucristo. Ni tienen como base la Biblia. Porque casi todo lo que realizan va directamente contrario a lo que está escrito en la palabra de Dios.
Esta religión está tan amalgamada con las creencias populares que se remontan a épocas tan remotas, que su inserción es algo que difícilmente alguien podría modificar.
Extraigo de internet:
Incluso en México, la religión católica y en especial el culto guadalupano tiene sus raíces en la adoración a los ídolos del pueblo azteca. A Tonatzin se le ofrendaban pequeñitas puntas de flechas blancas, figurillas de barro y navajas de obsidiana. También se le ofrecían unas bolitas de jadeíta verde llamadas Chalchiuitl, que los españoles las consideraban diabólicas.
Según se cuenta, el 9 de diciembre de 1531, Juan Diego quien no hablaba español; sino nahuatl, en su caminar hacia el mercado Tlatelolco, tenía que cruzar por el cerro del Tepeyac y fue ahí donde recibió la sorpresa de que se le apareciera la Virgen y le pidió que le informara al Obispo Zumarraga se le hiciera un templo en su honor. El Obispo pidió a Juan Diego que trajera una señal que indicara que era la misma Madre de Dios el que lo enviaba para pedir que se le edificara un templo. La señal fue enviada. La Virgen le dijo a Juan Diego que cortara rosas del cerro del Tepeyac, que por cierto estaban fuera de temporada, y que se las llevara al Obispo. Juan Diego cumplió y el 12 de diciembre llevó las rosas al Obispo. Lo sorprendente es que en la tilma llamada también Ayate, donde portaba Juan Diego las rosas, apareció la imagen de lo que ahora conocemos como la Virgen de Guadalupe.
Todo esto hay que respetar en su contexto.
Es por esto que quienes más se resisten a seguir a Cristo son los católicos. Y se comprende, ¿cómo te desarraigas de algo que está tan profundamente atado a un pueblo desde la época prehispánica?
Hoy asistimos a un neo-prehispanismo: millones de jóvenes, desilusionados por la religión católica, se vuelcan ahora a venerar a Quetzalcoatl, a Tláloc y a Coatlicue.
Es una religión muy compleja.
Por ello también resulta paradójico que quienes alguna vez se dijeron ateos, por su sed de conocimiento, terminen conviertiéndose a Cristo. Y no al catolicismo.
Mucho que investigar, razonar, siempre con respeto a las personas, tolerancia.
La religión católico-guadalupana es como su pueblo: colorido, sinuoso, barroco-churrigeresco, y al mismo tiempo sencilla y muy accesible de ser personalizada por quien fue instruído en ella.
Ellos creen en la virgen de Guadalupe, es su veneración, a ella se arrodillan. No hay nadie más importante para ellos que ella. Es patente esto precisamente en los días 12 de diciembre.
Si a ellos les ha ayudado en ser mejores ante su deidad, están recibiendo su pago. No se pueden forzar las cosas. Y sí, hay que respetar.

Wednesday, September 28, 2016

Clinton Trump el carisma y el cartón








Comparto esto desde el punto de vista de estrategia de comunicación, la cual es mi ocupación: Muy interesante el primer debate entre Trump y Clinton.
Brevemente:
Desde los términos de verdaderos asesores en comunicación publicitaria (que tiene las bases para poder definir una estrategia para un político porque la comunicación "política" no existe y es solo un invento para vender en las universidades) se vio la tremenda preparación de los equipos de comunicación de ambos candidatos. Muy interesante.
Por supuesto que sabemos de las locuras que se expresan en este tipo de debates, cuando provienen de ciertas figuras públicas y/o políticos; pero yendo más allá de lo que ya sabemos;
ambos llegaron muy preparados para enfrentarse e hicieron un buen trabajo para quienes ya los apoyan.
Me parece que en este debate, es posible que Trump haya sumado algunos seguidores o por lo menos llamado la atención de los indecisos. Su discurso fundamentado en la vuelta de un E.U. dominante, que "ha ayudado a todo el mundo sin recibir nada o poco" tiene mucha fuerza en los sectores conservadores.
Debo señalar que no habló puras tonterías. Desde su punto de vista (desde su estrategia) ha sido el Trump más articulado, más preparado e incluso con menor exposición de disparates (que sí hubo) y más tranquilidad. Se nota que sí se preparó, que estudió, que ensayó.
Utilizó sus argumentos contra Hillary de manera eficaz en tanto que Clinton sí se vio afectada por ciertas afirmaciones que le desencajaron el rostro en un par de ocasiones. Pero, se recomponía de inmediato y seguía su plan.
Clinton, quien tiene quizá más respaldo equilibrado de los votantes y de los simpatizantes dentro y fuera de su país, lo hizo bien dentro de la estrategia que le fue planteada. Y con esto, se hizo notar algo que ya ha sido evidente: Hillary no se ve tan natural como Trump. Trump es muy él y por ello sus frases tan disparatadas y los memes...y su posicionamiento y atención que atrae. Hillary en cambio, al escucharla solita, en un debate, se ve acartonada, cuidando mucho sus movimientos, su "actuación". Ella no se vio natural sino muy estudiada en sus movimientos.
Esto no le afecta mucho pero no se ve ninguna chispa original. No se le ve un atractivo propio sino la consecuencia lógica de una mujer que fue esposa del presidente de los Estados Unidos, que la conocemos por incidentes personales y por su crecimiento político; por ser una mujer preparada. Sin embargo, en este primer debate: mostró cero encanto. Nulo carisma, pero viene de un gobierno en el que su presidente ha logrado lo que nadie hace mucho: lazos de sentimiento. Obama tiene carisma y además ha logrado fortalecer una imagen propia positiva. En tanto, que ya es echada de menos desde ahora.
El carisma no es indispensable para el éxito de un político. Pero es una herramienta muy poderosa para quien lo tiene. El carisma no se compra. Se tiene o no. Trump tiene carisma. Clinton no. Ahora, esto no significa que eso sea "bueno". El carisma atrae. Algo tiene alguien que atrae. El que atraiga para cosas constructivas o destructivas es otra cosa. Pero el carisma "jala" y es poderoso.
En realidad, los publicistas de Trump (el equipo despedido y este nuevo) saben que la base del éxito de Trump es su carisma: no es lo que dice, sino cómo lo dice. No lo qué piensa sino como expresa lo que piensa. Sea correcto o no, sea amigable o turbador, sea soberbio o incluso desconsiderado. La gente ama a los groseros (mientras no sean groseros con ellos). La gente ama la agresión (aunque la condenen, ahí están viendo a quien ahora ofenderá) Y Trump tiene un carisma muy de él que ha sido su arma principal para llamar la atención.
La comunicación requiere de un elemento para que los públicos no solo oigan sino que escuchen y después compren: carisma.
Y ese carisma de Trump es lo que lo ha hecho ser escuchado.
Los públicos escuchan frases exageradas, a veces ridículas. Pero hay una mitad de ese país (como estamos viendo) que recibe con mucho gusto esas exageraciones porque para ellos es el anhelo interno que desearían reestablecer: USA imperial, reinando, etc.
No podemos apartar la vista del nacionalismo. El nacionalismo también lo aplica muy bien un partido en México. A falta de carisma el amor supuestamente incondicional a la patria. Y lo critiquen, le saquen trapos sucios: utilizar el arma del nacionalismo mexicano seguirá siendo el elemento que atraiga la atención de millones, aunque tengas un candidato oscuro.
Se mira a Trump en este debate y siendo sinceros puso en aprietos a Clinton en varias ocasiones. En cambio, HIllary no hizo tambalear a Donald, en mucho debido al cinismo tan bien utilizado por Trump. Vamos: que el señor Trump se muestra tal cual es (o muy cercano a ello, lo cual no significa que este diciendo la verdad) y Clinton se ve como una señora muy preparada sin duda, pero que no deja de ser una política. Y una política que se porta como política y se ve como política...ya sabemos qué esperar.
Las ocurrencias de Trump son humo pero llaman mucho la atención y hasta llegan a presentar la ilusión de aparecer como originales. Esto gana atención y gana votos. Pero también conocemos muchos lo que ha resultado de personas que quieren ser presidentes vendiéndose como "no políticos sino hombres de negocios." En esto, Trump se parece más a Vicente Fox (ex presidente de México).
Clinton no presentó ideas novedosas (es difícil, cierto. Pero el público siempre quiere "novedades", innovaciones. Vamos, no le dieron la vuelta a las mismas ideas) Clinton repite lo que todo político sin magia repite una y otra vez: más escuelas, más seguridad, que paguen más impuestos los ricos...ya saben a qué me refiero. Y no decimos que esté mal: simplemente hasta ahí da la creatividad política de HIllary. Por lo menos no se atrevieron a agregarle cosas a Clinton que no tiene. Preferible dejarla así pues se acerca más a la naturalidad que no proyecta.
De hecho los momentos en que brilla Clinton es gracias a las ocurrencias inevitablementes de risa de Trump.
Ambos se desarrollaron muy bien en sus estrategias.
Ambos afianzan sus huestes. En este sentido ninguno "perdió".
Difícil es que uno de ellos se considere "ganador".
Quizá, quizá y si nos forzamos en apuntar a alguien, sería Trump. Por las razones que exponemos arriba. Pero en ninguna manera debe considerarse que este debate anota un ejército de nuevos votantes. Se prueba de nuevo que, aunque la gente crea lo contrario, un debate no produce nuevos votantes y no saca de su lugar a los indecisos.
Muy interesante lección de producción televisiva, de debate político, de preparación. Muy interesante seguir estos debates entre Clinton/Trump desde el punto de vista de cultura política, de comunicación (publicitaria incluso) seas norteamericano o no.
Notas adicionales que nadie ha tomado en cuenta en los medios de México que nada más se dedican a ladrar sin reflexionar:
En México tenemos una gran oportunidad por aprovechar: Es tan notorio el ataque directo de Trump a México que ¡nos sube de nivel! ¡Nos ha subido al ring! ¿Un candidato que ofrece tal temor a México? Es algo maravilloso y que podría serle muy útil a México ahora. Trump no nos ve hacia abajo como los demás. Trump nos ve como un monstruo que está devorando todo empleo en EU. Curioso: viendo bien: no nos pone en mal. Nos pone como un pueblo pensante, atrevido e incluso retador hacia los E. U. ¿qué mexicano se siente así cuando casi todos se ven minimizados por los Estados Unidos? Es la primera vez que un candidato presidencial no ve como uno igual, no como un pequeñito. Fue fabuloso.
Debates bien pensados, que saben a lo que van y qué van a obtener. Nada que ver con las cosas quesque llaman debates en México. Nada que ver. Aquí sí, indudablemente, sí debaten y ofrecen promesas, y se venden. Y presentan muy bien aquello para lo que los norteamericanos son buenísimos: es un espectáculo entretenido.
El reto: después de un presidente que, a pesar de los fracasos y gracias a los logros, se retira con una muy buena imagen; que mostró ecuanimidad, firmeza...incluso elegancia para gobernar un país tan importante; ver a estos dos candidatos nos deja una sensación de vacío. Nos quedamos con lo que hay. El hecho de decir verdades no significa ser verdadero. El hecho de ofrecer discursos bien escritos no significa que una u otra persona sean los ideales para gobernar. Se pondrá más interesante. Una decisión que nos afecta a todos.

Monday, March 14, 2016

Muero el próximo 21 de marzo: gracias












Estoy a unos días de vivir la experiencia más importante de toda mi vida. Voy a morir.


En un poema de juventud escribía, "Viví por más que viví. Viví apartado y apartado me voy". Era un poemita que tenía un tinte de amargura pero más de aceptación.


Y como voy a morir y Gabriel ya no existirá, quiero agradecer con toda humildad y a las personas que me ven más raro que en mis anteriores etapas. Aunque esta no es precisamente una etapa sino un punto final. Es el adiós.


A todos lo que se brincan mis posts donde se lee la palabra Dios o Cristo, gracias en verdad. No es burla ni ironía. Tardaría mucho en explicarme aquí y además no es mi intención hacerlo. Sí, es fuerte que a nos hablen de Dios. El solo pronunciar la palabra Jesucristo nos remueve por dentro. Por supuesto, nuestro interior se sacude porque no nos creemos dignos de Dios.
Es más sencillo apartarse y distraerse y hasta sonreírle a Satanás. Se la ponemos muy fácil: nos acerca las cosas mundanas, las que duran nada, las que se evaporan como algodón de azúcar dejándonos con una avidez de más que jamás acaba. Nos adentra en un círculo vicioso. Por eso nos espanta oír de Cristo. Por eso, no dejan de tener algo de razón esas películas en donde un pastor o sacerdote expulsa a los demonios dentro de un pobre ser humano clamando "En el nombre de Jesucristo! En el nombre de Jesucristo". Es verdad.


Aquí les agradezco a personas cercanas a mí que me ven como el loco que anda en una locura más. El intenso. El exagerado. Gracias de corazón.


Si siempre fui extraño, ¡imagínense ahora!
Porque triste es que en estos tiempos se vea como rareza, como "fanatismo" ¡adorar a Dios!


Es muy curioso, toman a guasa que miles de personas llenen estadios para escuchar un concierto donde las letras adoran a Dios, se ruborizan, dicen que les da "penita ajena" pero sí se hincan sin problema ante Gloria Trevi, Radiohead o los Rolling Stones. ¿No es curioso que adoremos seres humanos y nos de "cosita" adorar a quien los creó a ellos, a quien les otorgó ese precioso don para maravillar, a quien nos dio talentos, inteligencia, a quien le da a millones de mujeres la maravilla de ser madres? ¿Eso no es digno de alabanza a quien nos lo concedió? Aparentemente para millones no.


Y yo lo veía así, claro, no soy la excepción a la regla. Y es que en este mundo confundido y caótico, es verdad que existen sectas, iglesias, grupos que usan lo bueno para manipular y trabajar para lo Malo. Es verdad.

Estoy a unos días de vivir la experiencia más importante de toda mi vida. Voy a morir.


En un poema de juventud escribía, "Viví por más que viví. Viví apartado y apartado me voy". Era un poemita que tenía un tinte de amargura pero más de aceptación.


Y como voy a morir y Gabriel ya no existirá, quiero agradecer con toda humildad y a las personas que me ven más raro que en mis anteriores etapas. Aunque esta no es precisamente una etapa sino un punto final. Es el adiós.


A todos lo que se brincan mis posts donde se lee la palabra Dios o Cristo, gracias en verdad. No es burla ni ironía. Tardaría mucho en explicarme aquí y además no es mi intención hacerlo. Sí, es fuerte que a nos hablen de Dios. El solo pronunciar la palabra Jesucristo nos remueve por dentro. Por supuesto, nuestro interior se sacude porque no nos creemos dignos de Dios.
Es más sencillo apartarse y distraerse y hasta sonreírle a Satanás. Se la ponemos muy fácil: nos acerca las cosas mundanas, las que duran nada, las que se evaporan como algodón de azúcar dejándonos con una avidez de más que jamás acaba. Nos adentra en un círculo vicioso. Por eso nos espanta oír de Cristo. Por eso, no dejan de tener algo de razón esas películas en donde un pastor o sacerdote expulsa a los demonios dentro de un pobre ser humano clamando "En el nombre de Jesucristo! En el nombre de Jesucristo". Es verdad.


Aquí les agradezco a personas cercanas a mí que me ven como el loco que anda en una locura más. El intenso. El exagerado. Gracias de corazón.


Si siempre fui extraño, ¡imagínense ahora!
Porque triste es que en estos tiempos se vea como rareza, como "fanatismo" ¡adorar a Dios!


Es muy curioso, toman a guasa que miles de personas llenen estadios para escuchar un concierto donde las letras adoran a Dios, se ruborizan, dicen que les da "penita ajena" pero sí se hincan sin problema ante Gloria Trevi, Radiohead o los Rolling Stones. ¿No es curioso que adoremos seres humanos y nos de "cosita" adorar a quien los creó a ellos, a quien les otorgó ese precioso don para maravillar, a quien nos dio talentos, inteligencia, a quien le da a millones de mujeres la maravilla de ser madres? ¿Eso no es digno de alabanza a quien nos lo concedió? Aparentemente para millones no.


Y yo lo veía así, claro, no soy la excepción a la regla. Y es que en este mundo confundido y caótico, es verdad que existen sectas, iglesias, grupos que usan lo bueno para manipular y trabajar para lo Malo. Es verdad.

Estoy a unos días de vivir la experiencia más importante de toda mi vida. Voy a morir.


En un poema de juventud escribía, "Viví por más que viví. Viví apartado y apartado me voy". Era un poemita que tenía un tinte de amargura pero más de aceptación.


Y como voy a morir y Gabriel ya no existirá, quiero agradecer con toda humildad y a las personas que me ven más raro que en mis anteriores etapas. Aunque esta no es precisamente una etapa sino un punto final. Es el adiós.


A todos lo que se brincan mis posts donde se lee la palabra Dios o Cristo, gracias en verdad. No es burla ni ironía. Tardaría mucho en explicarme aquí y además no es mi intención hacerlo. Sí, es fuerte que a nos hablen de Dios. El solo pronunciar la palabra Jesucristo nos remueve por dentro. Por supuesto, nuestro interior se sacude porque no nos creemos dignos de Dios.
Es más sencillo apartarse y distraerse y hasta sonreírle a Satanás. Se la ponemos muy fácil: nos acerca las cosas mundanas, las que duran nada, las que se evaporan como algodón de azúcar dejándonos con una avidez de más que jamás acaba. Nos adentra en un círculo vicioso. Por eso nos espanta oír de Cristo. Por eso, no dejan de tener algo de razón esas películas en donde un pastor o sacerdote expulsa a los demonios dentro de un pobre ser humano clamando "En el nombre de Jesucristo! En el nombre de Jesucristo". Es verdad.


Aquí les agradezco a personas cercanas a mí que me ven como el loco que anda en una locura más. El intenso. El exagerado. Gracias de corazón.


Si siempre fui extraño, ¡imagínense ahora!
Porque triste es que en estos tiempos se vea como rareza, como "fanatismo" ¡adorar a Dios!


Es muy curioso, toman a guasa que miles de personas llenen estadios para escuchar un concierto donde las letras adoran a Dios, se ruborizan, dicen que les da "penita ajena" pero sí se hincan sin problema ante Gloria Trevi, Radiohead o los Rolling Stones. ¿No es curioso que adoremos seres humanos y nos de "cosita" adorar a quien los creó a ellos, a quien les otorgó ese precioso don para maravillar, a quien nos dio talentos, inteligencia, a quien le da a millones de mujeres la maravilla de ser madres? ¿Eso no es digno de alabanza a quien nos lo concedió? Aparentemente para millones no.


Y yo lo veía así, claro, no soy la excepción a la regla. Y es que en este mundo confundido y caótico, es verdad que existen sectas, iglesias, grupos que usan lo bueno para manipular y trabajar para lo Malo. Es verdad que hay muchos así, como los hay católicos, budistas, ateos, indús, chamanes, angélicos, testigos, ateos, etc.


Sólo puedo compartir mi testimonio:
Si yo me ha conducido en el camino del conocimiento, si ha leído un poco, si me encanta saber más, investigar, preguntarme sobre el cosmos, la vida, las artes, las ciencias; si conté con una educación sólida, basada en valores clásicos como la cortesía, la puntualidad, el trabajo, entre otros; no iba a ser fácil para mí caer en sectitas o grupos que solo intentan exprimir tus inseguridades y miedos. En mi largo camino de búsqueda topé con muchas asi. Me salí en cuanto sospeché que algo ya no encajaba con mi ser interno.


Me parece que por ello uno cuenta con criterio. Tú, yo, cualquiera que haya tenido una vida vivida puede discernirlo. Y si cae uno en lugares que no, en verdad les digo que si la búsqueda de nuestra paz y nuestro centro es sincera, todo se alinea para aprender en donde estemos metidos para salir y continuar. La vida es aprendizaje.


La vida actual es aprendizaje sí, pero también es un desorden.
La mayorìa venera el desorden y contradictoriamente se queja de él.
Se queja de todo: de la ciudades mal gobernadas, de funcionarios, profesionistas y trabajadores deshonestos, pero nadie quiere dejar la zona de confort que es el desorden. No quieren ordenar su vida.


Yo llegué a un punto crítico, inesperado en verdad, en que ya no pude más. Me postré y clamé a Dios por su perdón. En ese momento decidí matar al Gabriel que ha vivido hasta estos días. Ya no más.


Y como para nacer de nuevo hay que morir para matar lo malo, el proceso para mí ha sido fascinante, arduo, grato, duro, hermoso, doloroso, placentero: gozoso.


Porque cuando acepté a Cristo acepté que pusiera orden en mi hogar, en mi corazón. Le pedí que se hiciese cargo de mi vida.


Mis planes no cuentan. Lo que importa es la voluntad de El.
Porque al someterte a su voluntad lo único que estás haciendo es dejar que tu corazón se llene de cosas maravillosas. Porque todo comienza a tomar otro brillo. Te sientes perdonado. Estás perdonado porque pediste su perdón.
Y pides también el perdón de aquellos a quienes les hiciste daño o algún mal.


Yo lo hice en persona. Y si no fue posible en mi oración. Y realmente arrepentido de quien fui me voy a morir.


Este Gabriel que se va de este mundo quiere agradecer, en especial por este paso que voy a dar, a Ceci Alvarado, a Lourdes Delgadillo, a Mel Molina, quienes oraron por mí (sin yo saberlo) para que me acercara a Dios. Gracias de corazón.


Gracias a los que ya no me quieren ver por esta razón.
Gracias a los que se alejan.
Aunque al principio uno siente feo de inmediato esto se evapara porque ya existe una razón, la más poderosa.


Y es que este paso que voy a dar de muerte para vivir es, como dice mi pastor Pablo Gil, como cuando te vas a casar. Estás tan feliz que quieres compartirlo, gritarlo a todo el mundo, y que los seres que más amas estén ahí presentes contigo en ese día tan especial.


Así me había ilusionado que sería. Parecía yo más la novia que el novio. No se dio. Y no por voluntad de Dios en este caso. Si esto no se pudo dar fue porque en el proceso aparecen obstáculos que uno u otro no podía sortear en ese momento. Y es por amor que yo me fuí. No por otra cosa. Si una pareja, cualquiera que sea, no va a la par en el amor a sus ideales como pareja que serán al final, nos guste o no, un solo ser; no es posible esa unión. Es duro pero es mejor para ambos. Por eso repito que aquí no fue que Dios nos hubiese separado. Aquí fue una consecuencia de nuestras vida vividas y nuestro grado de progreso. Gracias a Dios, eso sí, ambos estamos acercándonos a Dios, separados. Pero no importa. Lo que importa es no abandonar el camino del orden que nos manda Dios. Y no por El. El no necesita y ni quiere nada, sino por nosotros. Dios es bueno. Dios es sabio.


También yo anhelaba compartirlo con gente cercana a mí, en mi familia, pero sus procesos son otros y los comprendo y no los recrimino ni me quejo. Solo requiero dejar asentado antes de irme que los amo, que los amaré siempre y que no me siento mal ni nada.


Al contrario, me siento muy feliz. Mucho.
Porque así como unos se van, y yo me voy; otros llegan y me reciben con cariño. Y eso tampoco importaría.


Lo único importante es que, de cierto, de cierto, no saben que maravilloso es vivir una vida más cerca de Jesucristo. Porque lo tienes presente a cada instante: en tu desayuno, comida, cena. En un lugar donde alguno respetuosamente me presentó su objeción a que yo "metiera a Dios en esas cosas": en el trabajo. Y todo lo contrario: todos necesitamos que Dios esté en cada aspecto de nuestra vida sin excepción.


Yo ya no comprendo ese dejar aparte a Dios. Nada más para el domingo. Y eso si pelo lo que diga el señor allá en frente. Eso si no me duermo. En mi experiencia no puede ser así. Porque tiene uno, tengo yo, tal necesidad de El que se vuelve como respirar. Tiene uno la avidez de aprender más de las Escrituras.


Sigo pensando que sería vital que se dieran clases de cómo leer la Biblia e, idealmente, fuese parte de la formación íntegra de todo ser humano. Incluso si aún no decide o duda en recibir a Cristo. Porque más y más me percato de decenas o más de malentendidos que tiene la gran mayoría de la gente sobre Dios, Cristo y la Biblia; sobre lo que hay que hacer, sobre los mandamientos, sobre el perdón de los pecados, sobre el arrepentimiento, sobre la Salvación. Estamos perdidos. Todo lo tenemos confundido.


Ahora que me adentro poco a poco en las aguas de las Sagradas Escrituras no sólo continúo asombrándome de la gloriosa unidad que tiene este conjunto de libros tan contradictoriamente disímbolos. Tiene muchas muchas lecturas, pero también tiene unidad y un único propósito. Es maravilloso. Nada más como cultura general las personas intelectuales y las no intelectuales deberían de tomar clases. Es de veras toda una experiencia.


Para mí la Biblia tiene una coherencia absoluta, no tengo ninguna duda, al contrario todo está tan claro y diáfano una vez que uno se sumerge de la mano de una guía docta y calificada.


Confieso que desde joven mi proyecto literario ha tenido como ejemplo la Biblia. Los variados temas, los variados estilos y libros, los variados géneros. Me ha fascinado desde siempre. Pero antes no entendía nada. Me atreví a cuestionar muchas partes. Ahora es diferente. Ya con una experiencia de vida y un poco más de conocimientos, siendo aún un lerdo en el tema, ya lo veo todo claro e íntegro.


Ignoro que rumbo tome mi escritura y aún si deberé o no continuar con mi afán de que la conozca el mayor número de personas posibles. Más o menos he recibido señales pero a veces pareciera que Dios me está pidiendo otra cosa. Aún no lo sé. Aún no comprendo sus señales. Pero ya no importa tanto como ser digno de su perdón, su misericordia, su amor.


Eso se sabrá cuando vuelva a la vida. Por ahora, muere todo ello, con lo malo que tuvierse impregnado. Muero yo en todo lo malo. Muero yo de lo que fui para ser.


Gloria a Dios.
Dios los bendice queridos hermanos.
Si alaban a seres humanos que hacen música, que le cantan al desamor y a los tormentos torpes de nosotros los diminutos humanos que nos hacemos bolas con tan poquito y no agradecemos nada y que ahí andamos en el crujir de dientes cuando nos falta algún beneficio material, o cuando nada más le chillamos a Dios en una desgracia sin recordar que hay que acatar su Voluntad y que no le hemos pedido nos perdone, si así son muchos, si así yo era y no quiero volver a ser, aunque la tentación incluso pudiese meterme Dios para probar si es cierta mi palabra, si así somos, ¡cómo no voy a cantarle y adorarle con canciones y a alzar los brazos y saltar de alegría!
¡Si es Dios! ¡Si es nuestro Padre! ¡Si es Cristo, el Maestro! El que ES, antes que nada y después de todo, El ES.


Y como he recalcado, no se trata de que uno esté atosigando a la gente o fingiendo una actitud que no se tiene. Ahí peor sería ello. Mayor condenación. " Dice San Juan, en su primera epístola unviersal, vers. 6-10


"Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros."


Así que no se trata de qué tanto y qué tan bonito escriba, o qué tanto me sabré o no los pasajes y cómo localizarlos en la Biblia; se trata de vivir las leyes de Dios, de vivir lo que Cristo nos enseñó. Se trata de ser como Cristo.


Muero habiendo pedido perdón. Muero perdonado por Dios. Muero con gozo. Muero agradecido.




Gabriel Garibay (30 junio 1967- 21 marzo 2016)

Thursday, March 3, 2016

Respeto a todos los credos. Comparte tu experiencia pero no juzgues


Cuando se abraza una nueva fe (porque no es en si una religión), hay ocasiones en que el entusiasmo nos mueve a compartir con todos la gran noticia. Hay que tener cuidado de no ser encajosos con los demás, con quienes no han vivido esa experiencia.

Hay que vigilarse para no comenzar a adoctrinar a los demás cuando apenas se está aprendiendo.
Una cosa es compartir una hermosa experiencia, una vivencia increíble, con sinceridad. Y otra querer "enseñar a los demás y señalarles lo mal que están".

Por eso es indispensable que uno tome clases, que personas con la preparación debida nos guíen. Todo alumno debe tener su maestro.

Yo comparto en este medio de redes sociales mi proceso. Lo hago porque no tengo vergüenza de lo que hago, al contrario. Pero de ninguna manera quiero aleccionar o señalar a los demás.

Por supuesto que me encantaría que más se unieran. Pero no es a la fuerza. No es señalando. Sobre todo porque yo he pasado por un larguísimo camino de caminos hasta llegar a Dios.

Fui educado en la religión católica. Mi madre fue católica, luego franciscana, luego buscó en otras religiones, creencias y disciplinas. Al final, con una fe inquebrantable, con una fe que no era creencia sino certeza decía: Yo soy ferviente de Dios Nuestro Señor, Cristo y el Espíritu Santo. Punto.

Yo después de leer mucho y sentirme cultísimo llegué a la no muy original conclusión de que Dios no existía. Sin faltar al respeto. Simplemente yo sentía que Dios no existía.

Luego, también muy cómodo para los que nos sentimos intelectuales, cultos, socialistas y etc, me volqué al budismo. Porque mal llevado es como "tratar de ser buena onda". Cuando en realidad ser budista implica (como en cualquier religión) una dedicación y disciplina férrea. O sea que, como muchos, yo hacía como que hacía.

Fui agnóstico, más por lo cool que se oía la palabra que por real convicción y conocimiento.
Luego me fui a lo que ahora está muy en boga: le llaman espiritualidad. Y es creer en tu ángel, en usar piedras minerales y depositar ahí tu creencia y fe. Fue de las experiencias más bonitas que viví. Pero no me sentí completo. Me sentía aún solo. Desolado.

Ir y venir. Estira y afloje entre creer y no creer. En querer pruebas para creer. Y creencias comprobables científicamente, con lo cual se anula el hecho de tener Fe.

Diversas circunstancias me acercan al cristianismo. De una forma tan sutil, bella, tan clara como agua, que no he requerido de forzar mi mente o "convicciones" para aceptarlas. A toda pregunta, a toda lección he respondido, "Sí, claro que sí."

Pero el proceso no es fácil.

No es que digas ah ya, y shazam. Dios no es un genio de la botella.

Precisamente, al haber transcurrido yo en tantos años sin Dios, imagínate todo lo que traigo dentro. Los demonios se debaten, se revuelcan, les da coraje.

Y me lo dijeron: no es fácil. Se te van a aventar a la cara tus pecados, los más mínimos, los más recónditos, los que ni siquiera recordabas.

Me he sentido en profunda tribulación. Me he sentido mal porque me han surgido dudas. Me he sentido mal porque en momentos parece que le exijo a Dios que por el hecho de abrazar esta fe ya me de todo lo que quiero. Y no es así. Y sé que no es así. Y me duelo. Y estoy orando y pidiéndole perdón, perdón por pensar así. Por desesperarme. Porque esas son precisamente las cosas que Dios no acepta.

Pero El sabe quién soy. El conoce mi principio y sabe mi fin.

Me siento solo. Pero de manera distinta. Es difícil explicarlo. Es un río que se tiene que cruzar de esa manera. No significa que no tengas a tu lado gente que te ame. Pero uno por fin acepta que Dios acomode tu vida. Y se siente.

Por ello tampoco estoy solo.

Toda esta tribulación la encamino a mi oración y relación íntima con Jesucristo, con Dios, con la conciencia que es el Espíritu Santo. El está conmigo. Yo soy quien me alejo por mis iniquidades. Por ello la lucha. El jamás te abandona. Dios es bueno. Dios es sabio. Y hace justamente lo que yo requiero.

Aprender a aceptar no solo con humildad pero con gozo y agradecimento la voluntad de Dios es quizá de las cosas que más trabajo cuestan pero es lo necesario. Y dejar todo en manos de Dios te libera, pues lo haces en responsabilidad. Antes de amar a tu madre, a tu padre, a tu mujer o a tus hijos está el amor a Dios.

Aquí ya no cabe el "primero yo, luego yo y al último yo"; ese decreto que reflexionado no deja de ser triste además de soberbio.

Cuando uno se adentra se da cuenta que si es primero Dios precisamente todo lo demás está bien, y se llena de amor, porque El no va a dejarte desamparado a ti ni a nadie de sus hijos.
No lo comparto para provocar penas o lástimas o porras. Solo lo comparto.

Dios en ningún lugar de la Biblia dice que vivas azotándote, quejándote de tu pobre vida. Jamás lo dijo. No está escrito en ningún lado. ¿Quién nos enseñó a que ponernos en actitud de víctimas es lo ideal para Dios? Al contrario. Aguas con eso. Bueno, si no lees la Biblia, en cualquier película que hayas visto sobre Cristo, en ninguna he visto a Cristo contento porque alguien se victimice. El mismo lo dice, "No os acongojéis por vuestra vida. Ay, hombres de poca fe." En el Antiguo Testamento leemos que Dios clama en el desierto y dice, "¡Consolaos en el Señor!"

En velorios fíjate cómo muchos (no todos) de los que lloran a sus muertos están doliéndose más por ellos mismos que por el ser que partió. Observa. Igual y tú eres así. Yo fui así. Yo no sabía. Era ignorante. Dios jamás ha pedido eso. Ni los melodramas de telenovela, como si eso nos ganara el cielo.
Al contrario, Dios (y de hecho el sentido común y cualquier otra fe seria) te dice, "A ver, ¿te sientes mal por algo que hiciste? Porque no te portaste tan bien con ese ser que ahora yace muerto. Pudiste atenderlo mejor, pudiste decirle más veces que lo amabas. Está bien. Si te sientes mal es porque te duele. Ahora, no te quedes en el remordimiento. Arrepiéntete. Arrepiéntete de lo que hiciste mal. Pídele perdón a ese ser (vivo o muerto) y Dios te perdonará...y tú te sentirás perdonado. Y tómalo en cuenta. Y no lo vuelas a hacer.
Contrario a lo que piensas, todos tenemos mucho, mucho de qué arrepentirnos.
No te quedes en la amargura.

Por otra parte, debo decir que aprendí mucho del Dalai Lama, sin sus enseñanzas yo no estaría aquí. El mismo se expresa correcta y bien de Jesucristo. Aprendí también de amigos judíos, de la belleza, profundidad y amor por Jehová. Aprendí y constituyó una vital base la instrucción católica que recibí en mi colegio cuando niño.
Ningún hombre y mujer destacados, humanos, entregados a la Humanidad, se azotan chillando y arrastrándose por las calles; ninguno de ellos le falta el respeto a otra Fe. Incluso los ateos (que son rarísimos, he llegado a la conclusión, como otros escritores, de que en realidad no hay un solo ateo genuino sino enojados con Dios), incluso ellos, los genuinos, viven tan en paz que no requieren criticar a las religiones o a Dios.
Piensa en cualquier hombre o mujer que admires mucho. Que sientas que es ejemplo de humanidad.
Nunca vi azotarse ni arrastrarse ni querer llamar la atención con su sufrimiento a la Madre Teresa de Calcuta, ni a Martin Luther King.
Jamás vi a Juan Pablo II azotarse o atacar fieramente a otras iglesias.
Jamás he visto raspándose las rodillas y chillando al Dalai Lama.
Fíjate qué vidas, recuerda todas las cosas graves, terribles en las que anduvieron, y que atravesaron con fe y determinación y amor por sus semejantes.

Compartamos nuestras experiencias pero no ataquemos. Todos venimos de distintos lugares. Todos andamos en pos de nuestro Padre. Todos andamos en pos de paz. Todos queremos conocer el verdadero camino para rescatar nuestra vida. Todos erramos. Todos somos errantes. Todos morimos cuando nos apartamos del camino correcto. Y nos dolemos. Y cargamos nuestras heridas. Y las transmitimos con corajes, con enojos, atacando a los demás por nuestras faltas, rompiendo nuestros propios espejos.

Y cuando no sabemos queremos lástima y que nos apapachen porque es fácil eso y porque así manipulamos a los demás.

Pero también queremos encontrar el verdadero camino. Ser fuertes. Forjar nuestro carácter. Ser fieles.
Todos, ponle el nombre que quieras, todos buscamos lo más infinito, lo más poderoso. Buscamos a Dios aunque lo reneguemos. Porque todos somos falibles.
Yo se que atravesaré esta tormenta interna y Dios me indicará el camino correcto.
Y lo aceptaré con humildad.
Y agradecimiento.
Al final, esta es la experiencia más significativa, importante y definitiva que he tenido en mi vida.
Por cierto, ¿sabías de dónde viene la palabra Entusiasmo?
Viene del griego y significa: arrebato, éxtasis, inspiración divina. Una voz formada de entheus o entheous que significa Con Dios Dentro.

Sunday, February 21, 2016

Cuando por fin te encuentras

Nos hemos acostumbrado a "saber todo de rápido, de oídas". Creemos saber todo tan solo en un vistazo a Wikipedia o por un artículo y hay ciertas cuestiones que requieren un estudio detallado. Hay disciplinas y áreas de conocimiento que requieren de maestros. Y también se requieren alumnos receptivos, abiertos dispuestos a aprender.
En tan poco tiempo he aprendido tanto sobre Dios, Cristo y la lectura de la Biblia. Mejor dicho he comenzado a aprender y a comprender. Digamos que estoy en pre escolar y estoy fascinado, contento y ávido de más conocimiento.
En principio porque todas las preguntas y cuestionamientos que yo tenía sobre el cristianismo se han resuelto como agua. Todo ha checado con lo que yo siempre, internamente, había reflexionado. Y esto es maravilloso.
No se trata de una religión en el sentido peyorativo y desconfiado con el que, cuando no tenemos conocimiento, vemos, en este caso, al cristianismo.
A mí me ha llegado tan suave y lógicamente que a todo he respondido, Sí, claro, eso pienso. Sí, por supuesto, si siempre lo había visto así.
Casi todos (por no decir todos) los métodos de Autoayuda, de Superación Personal, de Autoconocimiento, como se desee nombrar parecieran lecciones emanadas de Cristo o de las Sagradas Escrituras solo que jamás nombran a Dios y mucho menos a Cristo.
No comprendo por qué hay personas que se sienten intimidadas, espantadas o apenadas de siquiera mencionar el nombre de Jesucristo o Dios. No hay empacho ni pena en decir que el Universo es quien nos provee, o depositar creencias y esperanzas en un mineral o en una imagen, en "la vibra", pero da pena pronunciar la palabra DIOS. No lo critico. Me pasaba igual. Y pienso que una posibilidad es tanta contaminación y mala información e información confusa acerca de Dios, la Biblia y Cristo.
Es verdad que hay cientos de iglesias que han usado esos nombres en vano para su provecho personal. Pero también es cierto que existen iglesias que tienen una intención positiva y apegada a los preceptos que Cristo nos da.
Por lo menos como yo he recibido a Cristo ha sido de manera tersa, lógica, amorosa y cierta; pues todo lo he corroborado en mi vida propia.
Todo ha caído como anillo al dedo.
Y quienes me conocen sabrán que no soy una persona fácilmente influienciable o "ignorante". Lo era del cristianismo como lo estoy aprendiendo.
No se trata de estar sufriente, doliente. Al contrario, al recibir a Cristo conocí la dicha más grande. Me siento con un gozo indescriptible.
Pero tampoco es una "locura". Es simplemente que cuando se conoce ese perdón generoso, el poder infinito del Creador, de Dios, cuando reconocí lo pequeño que soy, y lo grande que soy, al mismo tiempo; que todo lo que creo no viene de mí sino de un poder mayúsculo (así como cuando creía que era llamado simplemente Universo o vibra o como le quieras llamar)...no hay duda, hay un Dios, hay un solo Dios todo poderoso y estoy agradecido de que more en mí.
Hay dificultades, por supuesto.
Mi adentramiento en Cristo me está presentando pruebas. Pero me siento en paz pues las recibo con total agradecimiento y no me siento abatido. Al contrario, en mitad de una tempestad le doy gracias y reconozco su gloria y generosidad para conmigo que no merezco nada y que no tendría cómo pagarle tantas bendiciones: con el hecho de estar vivo ya es un tesoro que no valoraba.
Claro que tampoco se vuelve uno un cínico o un indiferente. Es que, tendrías que conocerlo como yo lo estoy conociendo. Por pasos, poco a poco, aprendiendo. Es un proceso. No es magia ni una pastilla contra la gripa: se trata de DIOS.
De quien tuve en el olvido por años, quizá por toda mi vida. Confundiendo todo. Creía que Dios era malo, creía que Dios era indiferente. No entendía cómo me había salvado a mí el que Cristo muriese en la cruz.
Verifiqué lo que siempre mi corazón me decía. Que amar a Dios no se trata de nada más llorarle para pedirle cosas o sufrir por sufrir: el gran regalo, la gran maravilla que literalmente me salvó la vida es que al aceptar a Cristo en mi corazón fui perdonado. No saben que paz, que alivio, que peso se quita uno de encima cuando llega el genuino arrepentimiento, cuando no se puede evitar el postrarse y alabar y agradecer y pedir perdón a lo Sublime, a lo Infinito y vasto, a ese que llamaba para mascararlo Universo, Vibra, Energía: se llama DIOS. Y lo sabía yo siempre. Y es maravilloso que ya no me de pena o vergüenza mencionarlo.
Con todo respeto, me llama mucho mucho la atención que el papa Francisco de los creyentes católicos no menciona mucho ni las Escrituras ni la palabra de Cristo. Dice cosas lindas y lógicas y plausibles, pero en lo personal, extraño eso. Entre otras cosas. Aquí anoto que no se trata de criticar o echar abajo otros credos. Difiero. Pero los respeto. Dios nos pone a cada cual en el lugar que desde donde debemos actuar. Y hay que actuar por la armonía, por la búsqueda de Cristo y sus preceptos, por ese Dios Vivo que puede latir en nosotros, mediante el Espíritu Santo que se quedó aquí para ser ese vaso comunicante con Jesús y de este al Padre.
No se trata de afiliar a miembros innumerables a un club social, no son competencias tampoco; se trata que mi testimonio pueda inspirar a cualquier hermano o hermana, y si se siente atribulado, solo, abandonado, sepa que CRISTO TE AMA. Y entonces, comenzar a conocerle rebasa cualquier cosa que yo pueda escribir aquí. Como me decían en un entrenamiento que tomé de otra naturaleza (pero que curiosamente parecía que hablaban de Cristo sin mencionarlo nunca): "tienes que vivir la experiencia".
Aceptar a Cristo en tu corazón no es algo que se pueda contar. Tienes que vivirlo por ti mismo.
Siento que por fin llegué a mi hogar, luego de tanta búsqueda, luego de pasar por el catolicismo, el budismo, el ateísmo, el gnosticismo, la nada, el tantito de aquí y de allá, la gris espiritualidad, los ángeles, etc, etc, he llegado a casa. Cristo me toca el corazón porque tiene que ver conmigo y con mi cultura. Contrario a lo que comunmente pensamos las raíces de quienes somos producto de la unión entre Hernán Cortés y la Malinche están en Cristo y no en los dioses prehispánicos, muy bellos y profundos, pero que pertenecen a los pueblos indígenas antes de la mezcla que generó la Conquista.
A México le urge esa reconciliación. Forzada, abrupta, somos hijos de esa mezcla. El catolicismo se arraigó en nuestro país y esa es la raíz de quienes somos hoy mexicanos. Esto es una reflexión mía y no producto de mi nueva fe.
Independientemente de ello, y de todos los pensamientos que no coincidirán conmigo, que comprendo y respeto, lo cierto es que cada vez nos damos más cuenta del apremio que tenemos todos de ser amados y de amar.
Y tenemos miedo de amar y de ser amados. Vivimos desconfiados y cerrados. En el entrenamiento que viví precisamente lo que se busca es abrir el corazón, sentir. Porque todos tenemos una carencia de amor apabullante.
Porque nuestra idea de amor ha sido trastocada por los dramas de las canciones populares (a veces necesarias, divertidas incluso, de corta venas, pero que en verdad son una tergiversación del Amor Verdadero).
Nos educaron para sufrir en el amor.
Nos educaron para azotarnos y "disfrutar la ruptura".
Nos educaron para ser celosos, posesivos porque eso "era amar".
Y ahora sabemos que ha sido el gran engaño, la gran confusión.
Me da cierta tristeza cuando leo en las redes sociales que ante la vida "Primero soy yo, luego yo y al último yo". Es una posición probable, pero que oculta cierto resentimiento. Un dolor vengativo: ahora me toca a mí. Y una declaración de guerra innecesaria.
Cuando todo cambia, cuando se está dispuesto a dejar todo atrás, a cambiar la forma de pensar y sentir y digo: "Primero Dios, luego Dios y al final Dios", aprendiendo todo lo que les digo que he ido aprendiendo (para que no se tome literal la frase porque no es así) se siente uno tan protegido, resguardado, al mismo tiempo libre y con una ampliación del campo del AMOR, como nunca había sentido, sabiendo que lo tenía siempre dentro de mí.
Porque colocar a Dios primero simplemente facilita las cosas para que yo me sienta feliz, para que yo logre lo que sueño, para que yo ame con más intensidad. Se que para muchos sonará confuso o exagerado, pero en verdad se los comparto de corazón. Colocar a Dios primero te da una paz, porque no estás solo ya, porque permites que El resuelva las cosas, los problemas, los caminos.
Dios solo espera que creas en El.
Dios solo espera a que deposites en El tus angustias para que tu estes gozoso de que El esta para ti. Y así puedas servirle no desde el sufrimiento o el tedio, sino desde un anhelo de servir con gusto, porque todos deseamos ser tratados con cariño y respeto: todos esperamos ser reconocidos.
Re/conocidos: vernos en los demás.
Todos nos vemos en los demás.
Todos compartimos penurias y alegrías.
No somos tan distintos.
Y es gratis. Para los que creen que uno ya vendió todo. No.
Todo tiene su razón y me encanta que Dios haya puesto en mi camino a gente hermosa que me ha enseñado La Palabra de Dios con esa paciencia, claridad y contundencia.
Cuando escucho y entono alabanzas (eyendo las letras pues aún no me las sé), en serio que me viene una emoción tan genuina de agradecimiento.
Y si esa misma emoción las experimentas cuando escuchas a tu artista favorito, si ahí no tienes empacho en declarar que es un "dios" (que no lo es), si con tus artistas favoritos esperas años y luego horas para entrar al estadio y alabarlos (que no deberías), y alzas tus brazos alabándolos (que no deberías)...¿por qué te espanta que uno haga lo mismo cuando escucha alabanzas a Dios, a tu padre, al Creador del Universo, de tus vibras, de tus piedras minerales? Es lo mismo.
La diferencia estriba en que los artistas que amamos no son Dios. Y se vuelve incómodo alabarlos como si fuesen dioses. Yo sigo pensando que tienen el toque de Dios, que se conectan con el Espíritu Santo y crean. Porque solo DIOS CREA. EL Diablo jamás crea, no puede, está imposibilitado. Por ello su coraje, su envidia, por eso sus distracciones que nos apartan de Dios, haciéndonos pensar que es "ridículo, cursi o de locos desorbitados" esos que alaban a Dios. ¿En serio?
Yo les comparto de corazón y de razón mi experiencia, mi testimonio.
Sigo aprendiendo. Voy en nivel kinder.
El hecho de recibir a Cristo o, como yo digo, que El me haya recibido a mí; no me hace un puro, o un santo (en el sentido en que el mundo general entiende); por supuesto que no. ¡Al contrario! Estoy más conciente de mis pecados, continúan surgiendo, se me aparecen; pero ya no me quedo ensimismado en el remordimiento. Ahora me permito arrepentirme con toda humildad y de todo corazón.
Por supuesto que la voy a regar.
Por supuesto que la lupa estará más puesta a señalarme. Qué bueno.
Porque así me afanaré más en servir a Dios y en reparar el mal que hice.
Esto es un proceso de vida.
Pero la buena noticia es que la vivo en un gozo hermoso, en una paz que nunca había sentido.
Y mis palabras salen sobrando. Sé que no transmiten lo que yo siento.
Espero que pueda transmitirlas en mis ojos.
Abrazar a Cristo me hace un hombre más hombre.
Más cabal, caballero y trabajador.
Un hombre fuerte, León, que no tiene miedo a la vida, que ama los retos porque no son nada a lado de mi corazón que tiene siempre a Dios en todos mis actos.
Entonces todo se abre, los caminos se ensanchan,
y amo con más fuerza y dirección
y me pongo en orden
y me hago poderoso
sin perder de vista que ese poder proviene de Dios
que lograré muchos éxitos mientras Dios así lo designe
y que no importa hasta dónde me eleve: toda la Gloria es de El.
Porque nada de lo que tengo y soy es mío
Porque yo no me hice a mi mismo. Yo no me construí ni me fabriqué.
Yo no creé mi chip para crear.
Eso ninguna ciencia ha comprobado.
Porque sí hay un más allá
Porque sí hay algo infinito y más vasto que todas las galaxias
Porque existe y es
Y se llama Dios.
Ojalá le vayas perdiendo miedo al qué dirán porque des gracias
a DIOS.
Porque agradezcas cada día a Cristo.
Porque no hay nadie que niegue que sus enseñanzas son lo más hermoso y sabio que nadie haya dicho.
Dios es bueno. Nunca lo dudes.
Cristo te ama. Nunca te olvida. Tu te has olvidado de El. Yo me había olvidado de El.
Quien me conozca sabrá que hablo desde mi corazón.
Que lo digo de toda verdad.
Y que te lo comparto porque estás aquí, leyéndome,
leyendo mi corazón latir.
Gracias a Dios.
Gracias a ti.