Desde la LUna

Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@

Sunday, June 24, 2012

El lector imperfecto & los visitantes de Venus



No vayan a arrebatarme esto, no vayan a arrebatarme lo único que tengo, es la explicación de mi muerte.
La Milagrosa, Carmen Boullosa.

Pero Antes déjame decirte que te quiero, que tu amor es la única cosa que yo tengo, y me voy de tu lado porque no quiero perderlo. 
José José





¡A veeeeeeeeeer! Estas últimas semanas, cuando mi forma humana desaparecerá y dejaré en prenda en este raro planeta a mi androide, me han pasado cosas muy muy extrañas, raras, pero que no me asustan pues siempre he estado familiarizado con ellas. Pero esta vez hay tintes distintos.

Otra vez las conexiones, oooootra vez. 

Siempre me ha pasado solo que hace unos pocos años atrás me he percatado de ello y lo he asumido de manera muy conciente (ya cuando me pasa porque cuando me pasa no me doy "cuenta"): resulta que de pronto me da por escuchar música de cierto artista con cierta insistencia y es cuestión de horas para que me entere que ha sacado un nuevo disco. Así. De veras.

Pero con Carmen ha sido aún más extraordinario.


A veeeeeeeer: yo iba por La Patria Insomne

Enterado de que Carmen Boullosa presentaría su nuevo libro de poemas en el Palacio de Bellas Artes, de inmediato me entró la urgencia de poseerla (la obra, porque de lo otro ya he releído a Bolaño casi casi anotando en bitácora acerca de todos los admiradores semidioses y mortales que han caído fulminados por su rayo...aquí otro mortalito: presente. Ay, pobrecillo de él, inoceeeente, ternuriiita. Pero What the heck, pa eso tiene uno la imaginancia ¿qué no?), pero era más la urgencia de leer sus poemas porque...Ella es grande entre los grandes. 

¿Por qué había yo vuelto a la magia literaria y grandiosa de Boullosa? No lo sé, lo que sí sé es que un signo de este año ha sido el que yo no he pegado ojo (el par real y el de la mente). Lo cual ha estado re bien pues he podido leer como nunca, y trabajar y componer mis proyectos y meditarme y reflexionarme y decidir qué hacer con los 45 ya casi me tienen del cuello...

...Bueno, que la cosa es que para ser cabalmente un Insomne y sumándome a la tribulación que ha sido atestiguar una guerra tonta tonta (creada solo porque no se pudo con lo de los empleos) quise irme de este mundo con la poesía de nuestra más alta poeta (osea, que podría conversar muy a gusto ella con Sor Juana, ¿así de plano? Así. Tú lela.)


El androide abandonado y el humano desterrado

Debería explicar el por qué del androide y el humano. Cada año que se aproxima mi cumpleaños es para mí como mi año viejo y año nuevo, es mi corte de caja, es cuando digo si hice cosas o si me hice menso. Si "mejoré" o no. No haré aquí el balance porque no los quiero aburrir más, o no te quiero aburrir más, admirada C., si es que te atreviste a llegar hasta aquí. Pero resulta que una de mis conclusiones ha sido que sí, los humanos congéneres (creía yo) me ven como "muy intenso" y cuando he querido salir de mi Espacio (así le llamo a mi hogar) para contactar, para ser sociable, para "tener amigos nuevamente" pues la misión no ha sido exitosa. No me quejo ni me tiro al piso, solo así ha pasado. Que soy muy "sensible" (yo digo que sensitivo, que no es lo mismo), entonces la gente termina huyendo de mí.
Algo en mi sistema no está bien. Así que decidí que el 30 de junio próximo se quedará mi androide, fabricado con los materiales de la más alta calidad venusina, ya con todos los programas bajados (menos el intenso). Así como ahora que bajamos ideas del servidor más grandote llamado universo y que sí es cierto.
No hay nada de qué preocuparse, el Gabrielow45 es amable como el humano pero menos séntido, más culto pero sencillo. Y no busca nada más que continuar informando sobre el quéhacer creativo y destructivo de los seres humanos. No hace trucos, ni dice échame la mano, nada de eso. Eso no se vale, no es la intensión ni nada. Esto solo es un largo gracias.


Carmen y la búsqueda de la patria perdida

Me lancé a ver por segunda vez Prometeo, del maestro Ridley Scott, esta vez en 2d. Igual de sorprendido salí. Desde la primera vez que la vi se me ocurrió lo del androide, que interpreta genialmente Michael Fassbender. Ya había cambiado mi cuenta de Twitter porque si uno se proclama especialista en comunicación cómo continuar con un nombre que la gente confundía y malescribía (KNOWINGproject, qué? Knowe? Knaou? Que no wey?...no, no, déjalo, lo cambiamos). Primero claridad, luego cantidad.

Hacía mucho que no caminaba por las calles de la Zona Rosa, ahí viví un tiempo hace años con una mujer que amé terriblemente, Ivette. Después, ya en soledad, bajaba en las madrugadas a leer o escribir en el Café Sanborns o me metía al Solid Gold a reflexionar sobre las pasiones humanas, claro.

Años después, ahí conocí a Paola (bueno, ahí en la Zona Rosa, no en el téibol). Desde que la ví se me hizo tan pero tan parecida (pero al final nada parecida) a Carmen Boullosa que de inmediato me dije: a esta me la tengo que besuquear, cómo de que no.  Para esto cuando la topé yo justo regresaba de un retiro en Taxco donde vimos ovnis y entré en trance... pero esa...esa es otra historia. Y sí. No duró la cosa con ella: niños anteriores, sentimientos sin resolver de su parte…Y de mi parte…pues nop, no era Carmen Boullosa. En fin, que me saqué la espina.

Del Cinepolis Reforma al Péndulo hay pocos pasos, entonces fue que me embarqué, casi como en sus libros de piratas, hacia El Péndulo. No pues que no. Estaba una que quiero leer nada más porque el nombre del personaje me recuerda a Soledumbre, Sofonisba Anguissola, y porque juro que no existió, que existe ahora porque salió de la mente hermosa de esa mujer (de ti, C). Pero la editorial es Siruela, aguas, osea=caro.
Y lo compraré la próxima semana, pero ahorita yo quería La Patria Innnsomneeeeee. Qué aún no llega. Es frustrante. Pero no tiene la culpa Carmen. Siempre hacen eso las editoriales y la verdad se me hace una pésima estrategia mercadológica. Debería ser al revés, ya tener distribuidos los libros y una vez listos realizar la presentación: lo que hace uno como lector ávido de lecturas interesantes es correr a comprarlo. Bueno que la chica del Péndulo y mi tocayo Gabo me mostraron La Novela Perfecta. He leído casi todos los libros de Carmen, excepto: La virgen y el violín, El Velázquez de París, Las paredes hablan y este par que platico, creo yo.

Yo me guío por mis instintos bajos y superiores y creo firmemente que los libros nos llaman a nosotros y no viceversa. Así que lo compré, o como dirían los gringos “me hice de una copia”. (wanna riiiideer?)

Jamás supe que el hecho de tomar el libro entre tus manos activaba el mecanismo de La Novela Perfecta. Sin haberla aún leído pasaron cosas…cosas…¿de dónde vienes Carmen, ya di, anda?


El lector imperfecto

Bueno pues primero eso: que volví a pasar por el lugar donde viví (frente al Hotel Florencia) y donde conocí a Paola (que digo se parecía a Carmen Boullosa pero que dije ya que pues no, para nada. Nadie jamás se parecerá a Carmen Boullosa, bulliciosa, nada ociosa, Bou, bow, nada de solloza ni mucho menos bolosa, tal vez un poco bolaña).

Luego, que el segundo día leyendo el libro, cuando vi por segunda vez Prometeo, intentando entrar a uno de los Starbucks que frecuento cuando llego a pasar por ahí (ya no lo hago desde que rompí con Paola), no tuve más remedio que entrar al Sanborns que está dentro del Hotel Calinda Geneve. La verdad no me acuerdo si aún se llama así, creo que ya nada más se llama Calinda o Geneve, en fin, en ese hotel. Por cierto, ya el bonito restaurante del fondo ha dejado de ser Sanborns. Entonces solo la parte que da a la calle de Génova es Sanborns.

Cual sería mi sorpresa que al día siguiente llego a las páginas donde el Ojo que va imaginando/creando una novela (dentro de la novela) narra unas acciones por demás cachondas y vertiginosas ¡en ese hotel! Lo juro, no tengo por qué mentir, ven Carm y te llevo con la mesera (ah, qué listillo el hombre ¿verdad? Pero no más que la Salvaja, la Milagrosa, La de Antes, La que Duerme, la de Treinta años, la que es Cielos de la Tierra…)

Recuento: entonces, fíjense ustedes el poder de esta malvada novela: tú la compras y te vas a encontrar con conexiones, lugares, recuerdos, desmemorias, personajes que tendrán que ver con tu vida. Acuérdense (acuérdate Carmen) que yo iba por la Patria Insomnnnnneeeeeh (¿y la H cómo pooor?) y me pusieron en frente La Novela Perfecta. Carmen es Lear, Lederer o Lecter: devora, en serio que viene de otra dimensión y además te devora. 

Además, justo en la semana, pensando en cómo escribir mi recuento de los daños a unos días de mi cumpleaños, recordé cómo jugaba con mis muñecos de peluche y de acción y cómo les hacía la voz…¡y como hasta ahora lo hago! Claro no tan igual, no se espanten, sino con un personaje de tamaño real que me fusilé de los conciertos de Rogelio Aguas con su The Wall. Un muñeco tipo galleta pero de tamaño normal. Yo, desde que retomé mis conferencias creativas interactúo con un personaje –para el público- imaginario que se llama Eloy, que me ha dicho en sueños viene de Venus, y que el staff terminó llamando El Gumaro.

Bueno, pues el Gumaro hace su aparición en mis shows/conferencias/performance y con él trato de motivar al público a pensar que somos información, que todos somos energía, que la energía es información y viceversa, que Mcluhan, que Tesla, que las arañas. No entienden nada pero se divierten.

Que somos célulitas que parecemos galaxias que parecemos luces que brillan que parecemos de otro mundo…

Estas y muchas otras coincidencias han aparecido  estos días desde que compré La Boullosa Perfecta, digo, La Perfecta Carmen Boullosa. En fin. No estoy nervioso, no estoy nervioso...

Adendum

Yo me enamoré de Carmen Boullosa (como millones ya sé, ya sé) desde que leí su Antes. Y antes de verla en persona. Yo era fan de la revista Vuelta, obviamente de Octavio y no de sus clonecitos (como los llama Bolaño).

La primera vez que te vi en persona Carmen adorada fue como sueño (ya, qué cursi, ¿ves porque me huyen? Pero no serio, serio mannntaaah), una ráfaga. Yo salía del IFAL (que juuuuusto está también por la Zona Rosa, dios, dios, qué es esto, qué novela perfecta es esta), creo que pedí informes de becas para Francia, quería irme a estudiar cine, sí ajá. Bueno, pues saliendo vi una visión bellísima vestida de negro como su cabello negro y profundo y largo como la noche, me pareció recibir algunas notas de su aroma a galaxias enteras, Carmen parecía desplazarse en cámara lenta ¿o flotaba?, su falda era negra también, ligera y parecía fundirse con ella y el aire, como las pinturas de Remedios, elegante, sabia, cruel, traviesa, niña. Hermosa, Hermusa. No me atreví a importunar esa aparición. Siempre me dio terror acercarme a los artistas que amo porque temo que si me hacen una grosería me rompería en ese mismo instante ( lo temí con Eduardo Milán y fue un pelado y ni es taaaaan gran poeta, lo temí de Eduardo Lizalde y fue tan amable y generoso (¿Garibay? Apellido de escritor, ¿escribe usted, Garibay? Escriba, escriba); lo temí de Marco Antonio Montes de Oca (oscuro y lejano pero generoso también, grande grande poeta carajo), lo temí del mismísimo Octavio Paz, a quien me topé un par de ocasiones de la manera más chistosa y que en la tercera tuve el honor de que tropezara y yo fuese sus bastón. Qué honor. Un don Octavio Paz que, cuando me acerqué (o que me armé de valor) a saludarlo estaba charlando con un personaje sin interés (un tal Barlett, uno que creo tiró un sistema y, cosa nimia, arrebató el triunfo a Cárdenas para la presidencia de la República), interrumpió su plática, me extendió su mano maestra, me miró a los ojos, sonrió y me dijo: gracias, gracias, qué amable, Gabriel. ¡No me lavé la mano en días lo juro!
Bueno, todo eso años después de haber visto a Carmen Boullosa entrar como la reina que es al IFAL. 

Desde siempre la he admirado mucho, desde siempre he estado cierto que es una de nuestros más grandes escritores. Ahora estoy seguro que tiene que recibir el Premio Nobel, que lo merece mucho, mucho, que es no solo la mejor escritora de México, como bien apuntó el gran Bolaño, sino del mundo ahorita. En serio. 

El año más rico de mi vida

Tengo que confesar algo: antes de que entrase este aciago año de 2012 en que ya valdremos gorro todos, según los que inventan que los mayas inventaron eso (oseaaa), yo planeaba adelantarme muy mishimamente. Ya cansado de todo, sin corazón ya y bueno, no viene al caso. Ni se me espanten. Y resulta que ha sido uno de los años más bonitos en mi vida.

Primero porque ya sé quién soy y qué soy. Porque terminé otro librito, porque escribí un maravilloso guion para un corto animado en 3D con mi socio el gran Carlos Vilchis, genio de la animación por computadora y un ser humano valiosísimo. Porque bajé de peso. Porque aún tengo chinos en la cabeza (originales, no chinos de China) y que son más rebeldes que yo.

Fue un gran año porque en el momento crítico vino la mano del gran Sergio Aguayo, lo conocí por fin en persona: un señor que respeto como a nadie, para colaborar con él en cosas de comunicación, redes sociales, etc.  Signo: virgo.

Fue un año incendiario para mí porque una mujer a la que amé con locura y devoción, anunció su boda. Me enteré por fatal casualidad y en este mes. Esa última estocada me evaporó y me hizo renacer. En el pasado quedó por fin, por fiiiiin, este amor que me tuvo loco y enfermo por años, amour feu, en verdad. Signo: virgo.

Fue un año en que comprobé que puedo sacar de onda a ciertas personas: una conductora de tele, que se me hace la más elegante y refinada, decidió bloquear mi cuenta justo en este mes. Probablemente porque también se casa próximamente y tal vez mi condición de fan podría incomodar a su prometido, ve tú a saber, pero juro que jamás la ofendí, ahí están los tuits y sus amigas que aún me siguen. Signo: virgo.

Fue un año en que me di cuenta que colaboro muy bien con mi actual jefe, Jose Luis Ávila, a pesar de que luego chocamos somos muy compatibles. Signo: virgo.

Y fue el año en el que he recibido el regalo más maravilloso: que Carmen Boullosa esté por ahí, de pronto, tan amable y generosamente, respondiendo mis mensajes sin interés. Signo: Virgo.

Concluyo entonces que yo no soy quien viene de Venus, sino que los venusinos sienten una curiosidad peculiar por los cancerinos como yo.

Tesla, cáncer como yo, esa energía que venía de Venus no era porque tú vinieras de allá, era porque estaban fascinados contigo.



Algún día nos encontraemos.

(parte II del Examen de Inconciencia, antes del #YoSoy45) 







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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.