Es tiempo de dejar la luna y volver a la Tierra y darle lo que merece antes del Arrebatamiento. LUNATICOS, despertad! Que ya viene quien Es.
Desde la LUna
Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@
Monday, May 13, 2013
Aceptar al mundo como es & la nueva casta laboral: los Pollos.
Un proverbio budista reza, "Acepta al mundo tal cual es". Una noción que nos propone calma ante el entorno adverso, pues en circunstancias felices ni lo cuestionaríamos.
Para los mexicanos este proverbio es casi una radiografía de carácter: pataleamos, ninguneamos; con el advenimiento de las redes sociales electrónicas, nos quejamos y hasta aparentamos ser los primeros instigadores de la nueva revolución (sin reparos en ser violentos verbalmente pese a que seamos un pueblo no muy dado a la acción). El proverbio, si lo hubiese dicho un huey tlatoani a su pueblo azteca tal vez hubiese querido decir: "Pueblo mío, somos conformistas. Confórmense con lo que tienen, con lo que hay, con lo que son." Pero advertimos una diferencia entre aquellos aztecas y nosotros, mezcla de españoles y también morisca y hasta con pizca de africana: los aztecas fueron un pueblo eminentemente guerrero. Los mexicanos de hoy no lo somos. No los somos quizá desde que se declaró oficialmente culminada la no culminada Revolución.
O probablemente aún no existía la llamada clase media (una masa en nuestros días disímbola, cambiante y poco definida, ¿qué es ser de clase media hoy en día? La distinguimos más por sus diferencias con las "otras clases" que por sus semejanzas. La clase media puede estar endeudada (como endeudado está el país y las más grandes corporaciones mexicanas) pero no tiene dificultad en llevar la casa, el alimento y el sustento a la familia. Está endeudada pero puede permitirse gastar un poco, incluso, los más afortunados, salir de viaje al menos una vez al año. Es muy burda esta definición. No es siquiera una definición pero nos permite imaginar lo que queremos plantear: Es una contradicción (la hija de nuestro innombrado tiempo Moderno o Postmoderno) que no surja entre la clase media un grupo que proponga la verdadera Revolución.
Quizá porque la Revolución ya no es posible. Quizá porque el país está disgregado. No decimos dividido porque acuden referencias políticas que, pese a que son de tomar en cuenta, no son punto de esta entrada. México está dividido porque las distancias culturales y de educación son abismales y, contrario a lo que se piensa, no son extremas. Sucede que hay una revoltura entre los que tienen un título viviendo con escasos recursos y aquellos que viven bien, como se dice. Que existen titulados sin empleo que son taxistas y personas sin instrucción universitaria que se hallan mejor en las filas del comercio ilegal. Existen los ladrones en los puestos de comercios puestos en las calles, pero también gente honrada que no ha tenido otra alternativa más que lanzarse a la calle a vender lo que le sea más asequible de ofrecer. También aquellos que comienzan honrados y terminan envueltos en la marea de la llamada corrupción. Trocas en corrupto por acción u omisión, porque quieres o porque no tienes de otra.
La palabra Corrupción habría que cambiarla por otra o habría que definir muy bien qué queremos decir con ello. La oímos y condenamos de inmediato mas no nos detenemos a ver lo que muy frecuentemente sucede: Supongamos que tú eres un trabajador honrado que solo quiere hacerse de una vida digna sin molestar a nadie. Un día, llega alguien a tu oficina o lugar de trabajo, te ofrece un fajo de billetes. No tienes que hacer nada más que recibirlo y callar. No tienes que responder si aceptas o no. No tienes que llevar a cabo ninguna acción. Solo dejar hacer, solo permitir que pasen cosas. Sin grito ni pena te muestran fotos de tus seres queridos. Silencio. Solo tienes que guardar silencio. Ya estás dentro. ¿Eres corrupto?
¿Cómo detener un imperio comercial que no tiene empacho en matar para continuar el trasiego y que ya alcanza dimensiones internacionales? Dinero. Toneladas de dinero para comprar gobiernos. Los gobiernos de los países callan, siguen el guion, hacen como que atacan el mal; pero es irremediable, esto no tiene fin ni derrota. No por ese lado.
Por otra parte, en el mundo sublunar, millones de personas buscan una ocupación honrada y son esclavizados con incontables horas que les impiden incluso conciliar un sueño reparador para al día siguiente o en escasas horas volver a la brega. La mayoría, huelga decirlo, no realiza la actividad que soñó de niño realizar. Para colmo, superiores (los mandos medios) te torturan criticando el más mínimo detalle, un guiño, una expresión, no llegar a las cuotas, no "pasar la cuota" al supervisor. Todo ello es bien sabido por los dueños, por los jefes, pero es parte de la rueca que alimenta la humanidad hoy en día: tortura y presiona, exprímelos, desechalos.
Tortura, presiona, exprime, desecha.
¿Por qué? Porque alguien que dure más tiempo del conveniente para la empresa generará un gasto que no se quiere cubrir. Y hay muchos afuera rogando por una posición. De hecho hay millones. Y desde que el primero bajó sus calzoncillos para poder obtener un puesto ahí comenzó el devenir triste de quienes son llamados trabajadores.
La clase media es curiosa, esta no se considera trabajador. Los clase medieros no se ven como trabajadores, como jornaleros. Y en muchos sentidos lo son. Esta idea de vana superioridad ayuda mucho a los cotos del poder para que "no se unan al Pueblo". El "Pueblo" tiene cara de obrero, de campesino, pero no de oficinista. Curiosa imagen.
El proverbio que escribimos al inicio no va por ahí. No va y sí. Aunque no nos guste. Aunque pensemos que es una sentencia conformista y poco moderna porque no impele a luchar, a competir, a guerrear con los semejantes y morderse los unos a los otros por un puesto que bien mirado no es el más idóneo pues es como pelearse por ir primero al matadero en un rastro de reses.
Sí: aceptar la realidad, que las cosas son como las vemos, es un paso para estar tranquilo, mas no necesariamente conforme.
No: porque el budismo también te pide disciplina y paciencia. Y la disciplina y paciencia solo pueden ejercitarse en la lucha diaria, en la búsqueda diaria del pan y el agua.
Y como buenos budistas los budistas que son, siempre hay que recordar no irse a los extremos. Las frases budistas, su pensamiento, si somos más profundos, está siempre en la cuerda floja, no puede tomarse como una sentencia gravada en piedra, como lo son las cristianas o judías. En el budismo hay cierta inclinación por lo vago pero no por lo que no tiene solidez. Es una ambiguedad no ambigua, es una certeza no cierta. Es lo uno y también lo otro.
Ver todas las caras, que no solo son dos.
Respira y sigue. Todo se reduce a respirar y continuar.
No hay cuestionamientos más allá de ello porque cuestionarse sobre un imposible es torturarse.
Es actitud.
Otra curiosidad: ser budista no es tanto aquel que se cubre con una túnica de hermoso bermejo y amarillo y rapa su cabeza y junta las manos. Ser budista tal vez sea no serlo sino el intento diario de serlo. Y ser budista es ser humanidad andando. Y estar en el mundo, ante el reto de probar tu paciencia (que todos tenemos tan poca) y tu perseverancia (hoy no nos queremos esforzar en nada).
Pero también no necesariamente es ser budista.
Es una forma, tan solo otra manera de ver las cosas. Tan valida e inválida como tantas existan.
La nueva casta laboral: LOS POLLOS.
Incluimos algunas imágenes de la nueva torre en Nueva York. Esta que suple a las Torres Gemelas derribadas, ya es muy sabido, por el propio gobierno de los Estados Unidos. Siendo George W Bush el principal señalado, tornando enemigo número uno a su socio mayoritario, Osama Bin Laden. Sea o no, la cosa es que el nuevo edificio no tiene una clara identificación. Se puede ver entre la población abigarrada de rascacielos y pese a ser muy alto no se ve de altura. No destaca. Quizá no quisieron destacarse. Es fea sin duda. Quizá su fealdad se equilibra con su capacidad de soportar un avionazo.
Hubo una gran discusión, críticas acerca de cómo a reconocidos arquitectos convocados a ofrecer su visión de la nueva torre, se les mangoneaban las ideas, se garrapateaba sobre sus diseños, los ejecutivos (ejecubitos) entrándole a creativos. Resultado: un adefesio.
Esto es tema para otra entrada, y quizá no hemos dejado de tratarlo: los mandos medios, los nuevos destructores del mundo, los pollos. Pollos porque andan sin ton ni son caminando, estos con teléfono en mano, no sabemos si en importantes conferencias (el fingimiento de estar muy ocupados), o solicitando información valiosa. Ejecutivos que realizan la actividad de "superiores", de jefes de nada pues la mayoría no conoce de qué trata lo que intentan supervisar. Los pollos son autoritarios, soberbios, ignorantes (no ofendemos, así son).
Descubra el suyo en su lugar de trabajo:
Los pollos ordenan pero no definen bien lo que ordenan.
Los pollos te exigen que "lo resuelvas" pero no te dicen cómo ni te dan las guías.
Los pollos se hacen los ocupados, los presionados y sordos para no escuchar cosas que tengan que ver con dinero (sobre todo si el suborninado lo requiere)
Los pollos provocan que los subordinados incluso pongan de su bolsa para resolver cuestiones que son de la compañía y no personales.
Los pollos en plena junta o entrevista continúan con la mirada hacia su teléfono sin prestarte atención.
Los pollos no te miran a los ojos.
Los pollos no envían mails ni nada que los comprometa. Todo es verbal para luego perderse en el mar de las confusiones.
Los pollos no se van a comprometer nunca.
Los pollos no transmiten lineamientos o ideas, solo presionan y exigen.
Si los cuestionaras te percatarías que no tienen la menor idea del tema o del trabajo a realizar.
Los pollos son besaculos de sus superiores y pueden incluso hincarse para no perder su empleo.
los pollos hacen como que trabajan.
Los pollos no pueden redactar claramente ni un mensaje de texto.
Los pollos nunca responderán tus llamadas. Y si te llaman comienzan con el grito o la ofensa para neutralizarte.
Los pollos se dedican a bajar tus defensas de autoestima para que seas vulnerable.
Los pollos están deshaciendo el mundo.
¿Tienes uno o varios en tu lugar de trabajo? Seguramente sí.
(continuará)
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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.