Desde la LUna

Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@

Monday, December 16, 2013

2014 ¿hacia dónde ahora?



Cada año, en verdad me marco nuevos rumbos. Durante un año exprimo a más no poder aquello que me decidí explorar. A veces puede tomar más tiempo, eso sí.

Este año, me parece que culminó mi embeberme de las redes sociales, su cómo funcionan, su cómo reaccionamos ante ellos, su ir y venir. 

Me sirvió mucho para completar la información que requiería también para completar una extensa novela que finalmente nació y de inmediato fue arrojada a las virtuales llamas. Demasiado violenta, demasiado extrema. Excelentemente escrita (bueno, yo la disfruté mucho), pero demasiado ya de estar duro y dale con lo malo que pasa en mi país, México.

No porque se ignore, sino porque ya hay tumultos de escritores buenos y analistas sesudos que no nos dejan de bombardear con lo mal que están las cosas, con lo que tenemos que sufrir pasivamente por lo que pasa.

Me preocupa que el llamado a tomar conciencia sea factor de venta, y más aún, que el exhorto sea "toma conciencia, movilízate".

Con la última novela que escribí (la que está ardiendo) me di cuenta de que no sirve de mucho movilizarse, o que no es lo único que debería uno hacer. 

Este año decidí alejarme de una persona que adoré. Una niña que era noble, que en su mirada tenía una pureza estrujante. Se tornó en otra chavita que aparenta "hacer algo por el país", que "ayuda a los indígenas". Lo pongo entre comillas porque su ayudar era nada más ir de visita. Y luego pelearse en el salón de clase con los compañeros, en debates que dan tristeza: toda la verborrea ya acabada, hartante de los amargosos sesentaiocheros, toda la onda cubana que ya ni es, ¿a dónde se dirige esta niña? A la amargura.
Además, se volvió grosera y no escucha. Tenía la mirada lista para responder sin haber escuchado. 

Esa niña está en mi novela. Y esa niña buscaba una revolución nueva en México. Y en mi novela ocurre algo que pienso sería mucho lo que sucedería en la realidad.

Me agobió.
Me desilusionó.

Claro que son muchos matices pero no los voy a aburrir ahora. 

La cuestión es que los medios alternos como el twitter y el facebook son también escaparate de quejas, quejas y quejas. 

¿Desde cuándo la queja ha sido un procedimiento efectivo para "cambiar un país"?

Nos hemos quedado en la queja que se vuelve denostación.
En los foros de discusión de la página de Aristegui Noticias, por ejemplo, lees a personas que parecen anquilosadas en un pasado remoto, inverosímil, grosero. 

Terminologías pseudo comunistas, pro revolucionarias, ensalzando que la gente se levante en armas. ¿De veras saben de lo que están hablando? No. Porque es muy fácil ser revolucionario y contestatario y rebelde y grosero a control remoto, mandando mails, escribiendo blogs, y sí, yendo a caminar hacia el Zócalo.

Me parece que todo ello se ha quedado atascado en el grito inútil. Impotente.

¿Hay algo qué hacer?

Sí. Y lo escribo en esa novela de cenizas. No viene a cuento decirlo aquí.

Pero no es una solución democrática. Y quizá no sería la solución final.

La vida es encuentros y desencuentros.

El motor de la vida es la confrontación. 

Y de ahí nos salimos muchos que ya, tal vez signo de los tiempos y de la edad, decidimos que la solución única solo yace en uno mismo.

Nadie puede salvar a nadie
Hay millones que no quieren ser libres.

A lo largo de mi vida participé en organizaciones sociales. La mayoría terminó desilusionándome grandemente. Los propósitos que persiguen no son los que yo creí. Hay excepciones. Un par, tal vez.

En varias etapas, durante mi vida también vi con mis propios ojos y conviví con personas que viven en poblados alejados de la civilización. Me di cuenta de muchas cosas que te dejan pasmado.

Somos una amalgama de contradicciones. Las contradicciones nos conforman, siempre lo he sostenido. El chiste no es negar las contradicciones sino vislumbrarlas, darles su peso y discernir cuáles nos llegan más para mejorar, para quitar, para modificar. 

Es increíble que los seres humanos nos limitemos tanto en el pensamiento y se tache de incoherente a alguien que convive y abraza sus contradicciones. 

No, aquí tienes que ser azul o rosa, rojo o azul. Pero nada de combinaciones. Nada de mezclar.

Racismos de ideas, de creatividades, de sentimientos.

¿Por qué nos limitamos tanto?
Porque es más cómodo. Y tampoco está mal. Lo malo es atacar a quien no es como nosotros creemos debe ser.

Si "tomar conciencia" es marchar, estar enojado, siempre a punto de estallar, o saltarse las bardas o los torniquetes del Metro. Yo no estoy de acuerdo.

Pero es trendy ser así. Es trendy el pasamontañas, es trendy "llevar la contra"...pero viviendo en casita con todas las comodidades.

O siendo un intelectual amargado que con su amargura simplemente pone su escudo de "no me muestren cosas nuevas, yo aquí en mi rincón".

¿Para eso sirve leer? Si es así, entonces leer seria algo muy venenoso: te vuelve amargado. Un viejito de 18 o de 50.

Lo que uno pueda hacer tiene que ser concreto, constructivo, y muchas veces se delimita por la actividad que uno hace diariamente:

¿Es uno amable con los demás?
¿Paga uno sus deudas?
¿Abusamos el cliente o del conocido o le cobramos lo justo?
¿Le devolvemos el libro o el disco que nos prestó?

¿Respetamos a nuestros semejantes?

¿Sabemos escuchar?


Para mí, el 2014 representa poner en pausa una lucha que no se ha logrado concretar hasta ahora, que me ha costado años, años, pero que es tiempo de dejar en paz...por un momento.

Para mí, el 2014 es un año muy personal y reservado. En el cual ya estoy poniendo en práctica lo poco o mucho que he aprendido como ser humano.

Y admito que hay situaciones que me hartan y que mi tolerancia significa alejarme de esas personas porque de plano no hacemos conexión. Yo creo que se vale. No nos agredimos y dejamos que cada cual siga su camino.


Siempre tendremos desilusiones.
Y siempre hay que volver a confiar.  

El próximo año para mí será de mucho menos noticias, mucho menos peleas ni conflictos.

Intentar estar agrediendo hasta con las quejas en las redes sociales. Queremos paz y nada más estamos quejándonos de lo que nos hizo una pareja, del amor, o de la situación del país sin hacer de verdad nada para cambiarlo. Para cambiar nuestra situación.

Estar en paz es estar en paz
Buscar la paz es estar en paz

No digo que seamos santos o que seamos insípidos. Claro que es sabroso discutir, intercambiar ideas, estar en contra de algo o alguien...pero eso no significa agredirlo, sino escucharlo más. Tratar de entender por qué esa persona piensa así. Y si de plano no hay concilio bueno, todo en paz. 

No podemos ser otros de la noche a la mañana, pero, el estarnos vigilando es de veras, comenzar a estar concientes.

Concientes de nosotros.

De nuestro cuerpo, de nuestros pensamientos, de nuestra imaginación.

Mi continuar por ahí es mi propósito para el año que viene.


Que tengan un maravilloso año. 



( mi queja de la queja o cómo le hacemos para no quejarnos tanto)





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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.