Lo que gusta o no de ser izquierdas o el zurdo no oye pero compone

Yo nací zurdo y siempre me sentí de izquierda. Mi madre, apanicada, solía cambiarme el cubierto de mano para que fuera con la derecha. MI madre lo hacía por la ancestral idea de los abuelos de que alguien que escribía con la mano izquierda escribía con la siniestra y ser siniestro no era bien visto. 

La cosa es que aún creo, aún tengo dentro de mí esa bacteria, hoy sin definición clara en el plano político, de lo que se quiere ver como de Izquierdas.

Lo que atrae de ser izquierdo es:

Esa vibra de que todo es o sería de todos.

Es una onda como de pertenencia a una gran comunidad hippie.

Se proclama el amor y el compartir.

Se intenta minimizar o de plano cancelar el anhelo de riqueza.

Se ve al dinero como algo malo, incluso negado.

Se ensalza la pobreza material (pues nunca he visto que los manifestantes de cualquier izquierda lancen gritos a favor de que todos tengamos muchos objetos y comodidad económica)

Se instiga el "apoyar" a las manifestaciones culturales nacionales.

Se ve a Estados Unidos como un demonio imparable, como el gigante que nos ha aplastado (a México).

Es Amor Y Paz.

Es No a la guerra.

Es Devuelvan a los desaparecidos.

Es Protejamos a los animales igual o más que nosotros mismos los inhumanos humanos.

Es sentirse (o ser) intelectual, leer mucho.

Gustar de las bandas de rock como de la música clásica.

Si eres izquierdoso fresa y trabajas por Polanco o la Condesa, tienes dinero, vives requetebien, separas la basura, tienes perro.

Cierto es que hay una vibra que nos parece más cercana a la máquina del tiempo de los sesentas: lo groovie, la hierba, todos con todos.

Pero, resulta que en el plano de lo Político (donde todo se va al traste), en el plano de los políticos y el cómo nos manipulan, estas ideas son solo ingredientes para "hacernos creer" que por ahí va la cosa.

También hay detalles de los izquierdosos, que también se representan en jóvenes que salen a la realidad del mundo y nacional:

Se ha demostrado (lo vemos en cada nueva manifestación y en cada twitt)  que:

La mayoría se enojan a la primera provocación y te brincan a la yugular.

Son groseros: se comunican (red social o no) con peladeces. Casi todo es mentadas de madre.

Se quejan del dinero pero anhelan (anhelamos) la nueva iPad, tenemos el último iPod, somos frenéticos de las redes sociales, traemos el nuevo iPhone o mejor aún el nuevo Samsung.

Se va a la Cineteca y luego a cenar a la Condechi (lugar caro)

Se vive sobre pisos de duela, se tienen amigos argentinos, se es publicista y se quiere ganar premios internacionales.

Vivimos la época de las contradicciones.

Más pronto que tarde habrá que diferenciar de los Izquierdosos idealistas, que son los jóvenes que apenas vislumbran la realidad y tienen grandes entusiasmos y sueños; de los izquierdosos dentro de partidos políticos que todo lo arruinan y van tras lo mismo que los de derechas: el dinero, la marmaja.

Más pronto que tarde los de izquierda tendremos que entender que, luego de los idealismos y los videos de Janis, Jimi y Jimi, está la realidad y esa realidad topa con algo que llamamos Dinero.

Tendremos que comprender que los que aman la idea de Izquierda Ideal tienen que incluir ya la idea de que el dinero no es enteramente malo ni bueno: que es un medio. Y que en sus vidas diarias lo traen encima, les gusta, les guste o no.

Los políticos de izquierda seguirán engatusando a los jóvenes y a los nostálgicos de los sesentas con esos ideales que para ellos solo es demagogia.

Los izquierdos tenemos que comprender ya que el Socialismo hoy en día ha quedao destrozado: no hay idea clara de lo que significa, no tiene lugar, no tiene un nombre con qué renovarse...o morir.

La idea política de Socialismo ha muerto, está caduca, es leche pasada.

Pero la Nostalgia pertenece a los izquierdos.

El idealismo y los sueños de una sociedad súper buena y linda no los abandona.

Los Izquierdosos tienen más cerca a la literatura y las artes, a la música y el Flower Power, que a la realidad de los partidos que han violado a esa mujer que alguna vez fue hermosa y entregada: La señorita (ahora señora) Izquierda.

La Sra. Izquierda está vieja pero insiste en vestirse de colores y de minifalda.

La Sra. Izquierda dice que todo tiene que ser para todos, tiene buen nivel de vida, mientras que sus fans se ven jodidos y casi casi quisieran que todos viviésemos igual de jodidos. Los izquierdos de hoy se quedan con la imagen de la Srita. Izquierda pero no escuchan ni ven a la Sra. Izquierda de hoy. Son necios. 

¿Tiene algo de malo vivir bien? ¿Tiene algo de malo ganar unos buenos centavos mientras esto sea honradamente y con el sudor de la frente?

Los de Izquierda tenemos que lograr un balance sano entre lo útil que es el dinero y su depravación.

Si no, seguiremos siendo nuestros propios rehenes, atrapados en la burbuja del pasado que nunca fue.

El idealismo, la nostalgia, ese intento de ser considerado con el mundo, son elementos que no tiene la derecha.

Por eso me quedo del lado izquierdo.

La derecha, de plano, ni ideas ni idealismos: aquí sí, es la lana por la lana. No hay media tinta. Más encariñados con los "empresarios", con "el libre mercado". Por eso es tan peligrosa, por eso tan cercana a lo nuevo nazi y demás barbaridades.

La derecha ostenta (porque hasta lo presumen parece) la percepción de que: 

El arte es solo válido como pose o como su precio en el mercado. Si tienes una obra cara eres un chingón. Pero cero sensibilidad.

La derecha considera al pueblo como sinónimo de peluza, de gente infrahumana, sirvientes, la chacha, el naco, el sucio, los greñudos, los drogadictos (aunque ellos también se ultra droguen), los pobres que lo son "porque no tienen educación".

La derecha es fáci porque se trata de pura compra y venta. De hacer negocio. De sacar provecho.

Por ello, al final me sigo sintiendo de izquierdas (además de ser zurdo), pero ahora desconfío tanto o mucho más de los políticos de izquierdas porque vi con mis propios ojos como nada más nos hacen el caldo gordo, nos dan atole con el dedo. 

Y los jóvenes ultra izquierdosos me dan un poco de pereza ya. Debemos reconocer que son extremosos, como al igual y en su punto distante son los de derechas. Oir a una jovencita gritando la verborrea cubana, del Che y demás (lindos momentos) ya ultra viejas maneras raya en lo cómico y luego dan ganas de llorar. Siempre comienzan (gritando claro): "El Gobierno opresooooor_______________"

Y así no se puede ya.
No decimos que se borre la crítica. Decimos que urge autocrítica.
Urge más que crítica el autoanálisis, la reflexión.
Urge escuchar más.
Urge callarse un buen rato y dedicarse a escuchar.

La Derecha vive sin ideas porque su dios es el dinero, que no tiene alma, ni planes más que el de multiplicarse para que compres cosas o gente.

Pero la Izquierda tiene los ideales, tiene el romanticismo; y tiene que rescatarlos y evaluarlos y convertirlos en una cama de educación y respeto frente a los otros. 

Pero, sobre todo, tiene que hallar un camino pragmático y claro para explicarse y explicar a sus semejantes y no, lo que son y qué quieren para sus países.

Urge La Gran Convención y el Gran Manifiesto que unifique lo que significa ser Socialista entre todos los grupos que apoyan lo zurdo en todo el mundo. Si todo mundo tiene su versión de ser izquierdoso seguirá la confusión. 

La Izquierda tiene que hallar la manera de dialogar con eso que denostan pero necesitan tanto como cualquier ser humano: el dinero.

Cuando se sinceren y dialoguen con el dinero y sepan puntualizar para qué es y que no tiene nada de malo tenerlo en su justa medida, las cosas podrían dar un vuelco interesante, atrayente de nuevo. 

Por eso, critico y reflexiono más sobre la Izquierda: tiene a cuestas mayor responsabilidad porque sueña más alto. 

Aterricemos. Nada sucede si se vive dormido. Y solo dormido se sueña (aunque estés despierto)