Damas y caballeros:
Han dejado de existir los términos "Dama" y "Caballero". La mujer ha luchado con uñas y dientes por la igualdad. Para muchas ya es ofensivo llamarles "damas", lo sienten peyorativo, acto de disminución.
Innumerables usos y costumbres tendrán que reemplazar a los usos y costumbres hasta ahora en boga. Bien se sabe que los usos y costumbres solo pueden ser reemplazados cuando los nuevos al instalarse como usos y costumbres desplacen a los antigüos usos y costumbres.
Algunos ejemplos, a saber, de urbanidad para estos nuevos tiempos en los que la mujer ya no quiere ser tratada como débil o como estúpida.
- Ya no es un acto caballeroso ceder el asiento o lugar a una dama. Primero, porque para la mujer empoderada (fea palabra robada facilonamente del inglés) este es un acto que va en menoscabo de sus capacidades físicas y mentales: ella puede mantenerse en pie (física y mentalmente), no requiere que le cedas tu lugar; además de que es un signo inequívoco de abuso machista: seguro querrás ligarla.
- Ya no tienes que abrir la portezuela del auto a la dama. Primero porque considerarla una dama es rebajarla, segundo porque ellas siempre han estado capacitadas para abrir portezuelas. Tercero: ¿piensas que es estúpida y no puede hacerlo sola? Hacerlo ahora es señal de discriminación pues la consideras un ser menor a ti, incapaz de valerse por si sola.
- No se te ocurra ordenar por ella, aunque ella te haya dicho qué es lo que desea degustar en un restaurante o en un café, ella tiene boca y no necesita que intercedas por ella. No es tonta. Además, de sus propios labios podrán salir las lapidarias frases que derribarán el mínimo error que encuentre en la bebida y los alimentos.
- Ella paga lo que consumió. ¿Por qué quieres invitarla? ¿Crees que es una inútil que no trabaja? Y si lo haces es a condición que ella, en la próxima ocasión, pague tu consumo. No porque la veas con uno o dos hijos signifique que no pueda ella salir adelante.
- Por lo cual, una mujer ya no deberá buscar a una pareja "para que le ayude con la carga de los niños" (que, obviamente no son del hombre en turno).
- Una mujer deberá elegir ahora a un hombre porque se siente a gusto con él, porque pueden acompañarse algunas horas para tomar café, comer, ir al cine, quizá bailar, tal vez acudir a un concierto (ella paga su boleto, ni se te ocurra invitarla) o tener relaciones íntimas.
- Ahora las mujeres ya solicitan grosor y largo del miembro masculino. De tal manera que tú también puedes, sin temor de ser ofensivo, consultar si sus pechos erguidos son siliconas, al igual que los glúteos.
- Ahora las mujeres dicen que "tampoco quieren compromisos". Tómales la palabra.
- Y si es una mujer que "quiere compromiso", recomendable será que no tenga hijos. Y si los tiene no será ofensivo ni machista preguntar un poco más el por qué desea compromiso (si es tan solo porque quiere un hombre "que le eche la mano con los gastos", no está asumiendo la responsabilidad completa del empoderamiento nuevo de la mujer).
- Con estos ejemplos, se puede dar una idea el lector de lo que se está perdiendo una relación. Pero, es la voluntad de las mujeres de ahora. En otras palabras, no pueden continuar teniendo eso que antes podía llamarse privilegio, al recibir gestos que eran etiquetados como "caballerosos" por parte de un hombre que la considera, pues si quieren la igualdad completa, completa tiene que ser.
- Y si hay mujeres que toman esto como una afrenta, les invitamos a que lo piensen con serenidad...o, ¿qué significa entonces esa igualdad que tanto nos echan en cara ahora a los hombres?
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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.