El negro ya no es como lo pintan

 Si el negro ya no es, ¿cuál será el nuevo negro?

El negro, otrora signo de distinción, de elegante reserva; continúa siendo de luto, aunque muchos ya van de blanco o multicolor a confundir el camino del fallecido; pero ha perdido su señal elegante por el uso, abuso, desgaste.

Empleados de empresas se compran un traje negro y lo usan de día todos los días. Lo compraron porque pensaron, "el negro es elegante", y también porque somos fodongos. Se tiene la percepción (y la percepción es la primera realidad) de que con el negro no se nota su suciedad. Por consiguiente, es más práctico usarlo pues no hay que estarlo enviando a repasadas de tintorería.

Así, el traje que adquirió el empleado en lapso corto se ve brilloso revelando su vulgar material.


La gente que no usa traje también usa el negro para todo. Hasta pants negros aparentan denotar una elegancia que no es. 

De día y además insufribles como los de ahora, donde el calor se propone sacarnos de quicio, el negro no se ve bien.

El negro ya se volvió también uniforme oficial de cadenas comerciales como Starbucks.

El negro ha muerto.

Excepción a la regla:

Si posees una envidable figura espigada la librarás si usas el negro. Y si es tarde o noche, sin duda te verás elegante.

La única manera de salvar el negro es la percha. Y si cargamos sobre peso o la calidad de nuestras ropas es baja, estamos matando la elegancia del negro. Y es que el otro mito es que el negro "te hace ver delgado". No exactamente: el negro puede crear la ilusión de que estamos un poco menos obesos, pero no significa delgados a secas. Pero vivimos de ilusiones.

Vivimos de percepciones. La realidad real está atrás de la percepción. La percepción es lo que creemos y lo que creemos es nuestra verdad última y es muy difícil persuadirte de lo contrario.

Si el negro ha muerto, ¿cuál será el nuevo negro? Probablemente la gama de  azules oscuros.

La falta de recursos económicos, nuestra desfachatez ante la facha, nuestra rendición ante lo cómodo, nuestra justificación a ser "prácticos", porque no tenemos tiempo y un largo etcétera, nos convence de portar el negro.  

Pero ya vemos que el negro ya no es como lo pintan.