Qué podremos inventar ahora para que quejarse tenga un efecto más productivo que simplemente vomitar nuestra inconformidad.
Las marchas eran para manifestar algo: duh.
Quejarse. Las cosas están mal. Hagan caso.
Pero el gobierno (porque siempre es versus el gobierno) nunca hace caso.
Manifestarse se torna válvula de escape. Abrir la olla a presión.
Déjalos. Se van a cansar.
Y cuando se opta por lanzar piedras: ah, violentos. Nada se resuelve con violencia sino con el diálogo.
Pero no hay diálogo
¿Entonces?
Y ahora hasta hay marchas para apoyar a empresarios anónimos (quién sabe si empresarios) que se avientan la puntada de hacer un festival metalero en un pueblo de bandas de ranchero y cumbia. O sea, ¿cómo?
Qué son las marchas ahora y para qué sirven.
Para que te desahogues
Para que saques tu malestar.
Hasta parece receta que el propio Gobierno (siempre opresor) nos recomienda ejercitar.
Estamos perdidos.
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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.