Desde la LUna

Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@

Friday, March 28, 2014

Censura, libertad de expresión y la realidad del mundo


No puedo ocultar mi indignación ante la censura a mi libro (en realidad están censurando los tres libros que iban a publicarse), no puedo ocultar que la "muy cortés" invitación de la editorial Trafford a que "revise" mi novela Velouria, me causado una honda pena y desconcierto.

El que de pronto te enfrentes a un monolito de mil cabezas (todas iguales, hasta con el mismo tono de voz, que ya no sientes cortés sino como aquel que ejercitan los médicos hacia los pacientes "que necesitan tranquilizarse") que ya ni siquiera insinúa que estás escribiendo algo "ofensivo a las buenas costumbres" por contener palabras "altisonantes" y personajes que "no tienen la mayoría de edad" hablando de sexo, sin haber (ni poder, pues ellos hablan inglés y el libro está en español) leído el libro ni comprender el contexto, sí llega a causar miedo. No por mí, sino por el mundo.



Mi primera respuesta fue explicarles que el tema sexual en la novela no es el central pero sí forma parte de los personajes, pues, en efecto, son dos hermanas gemelas de quince años en el año 2050, jóvenes que contrastan sus visiones del mundo hasta el punto de estar enfrentadas.

¿Debemos asumir que los adolescentes no piensan en sexo, y que ni siquiera lo practican?
¿Debemos cambiar la edad (legal) de las jóvenes para que "te aprueben"?
¿Debemos también quitar toda grosería y toda alusión a las partes del cuerpo como los senos o tetas, las nalgas, el pene o la verga, la vagina?
¿Por qué continúan viendo a los adolescentes como idiotas y faltos de criterio?
¿No  ahora son más jóvenes los que descubren nuevas maneras en lo tecnológico, en las artes, en la ciencia?
Esas prohibiciones si dan náuseas porque, más bien, hablan de toda la represión y quién sabe cuántas ideas cerdas abrigan "los señores de la moral" (de seguro algo tienen que ver con alguna poderosa religión.) Ah, pero no. Finjamos. En casa no pasa. No es verdad. Los niños que tienen niños es una fantasía, como el abuso de drogas ilegales y que puedan cargar una 45. No, cómo crees. 
¿No han escuchado las letras venidas del hip hop donde todo mundo baila mientras se canta sobre chavitas de 16 que van a hacer esto o el otro?
¿Qué tal las cumbias y salsas en plenas fiestas de 15años, "no te metas con mi cucu", "qué culote tienes", "perréame"...ah, eso no existe, no es cierto.
Sí, perdón, estoy mal: el promedio de hombres y mujeres que tienen hijos ha de ser de 30 años. ¿Sí?
Los padres de familia están años luz detrás de sus hijos y han confundido "la inocencia" con la estupidez. Los jóvenes ya no son los inocentes que fuimos nosotros. Por lo pronto, la edad ha descendido. Y no lo digo nada más yo y porque se me ocurre. Pero, bueno, sigamos ciegos. 

Operan de la siguiente manera: sus "administradores de las buenas maneras" proceden a "buscar" palabras "obscenas" en tu texto. Una vez que aparecen entran al texto y por contenerlas son destinadas a la censura. 





 Es una sensación indescriptiblemente horrenda: en una milésima de segundo te hacen dudar. Y piensas, ¿soy un degenerado? ¿Me pasé años investigando sobre clonación humana, las revoluciones en el mundo, la música, la religión, la sexualidad de la juventud, el abuso de menores para que ahora a mí se me condene, casi casi, de ser un inmoral?

La novela es una ficción que se lleva a cabo en el futuro con personajes casi del Manga...¿no conocen estos juzgadores de la moral los comics japoneses que leen con avidez los adolescentes de todo el mundo, no han visto los cuerpos de las muñecas? 

El libro no contiene ninguna descripción detallada (que rayaría en la baja literatura) de los encuentros sexuales, se usan elipsis. Hasta me parece ocioso explicarlo.

Y aún así, Velouria no trata de eso. Y se me hace, ahora sí, asqueroso, meterme a tratar de seguir defendiendo ese punto. La sexualidad descrita en la novela es la lógica y natural que jóvenes adolescentes manifiestan. Además, es esta sexualidad y explosión hormonal la que también empuja sus cambios de humor, su desilusión del mundo real, su enojo con la figura de autoridad, y detona el deseo, aunque sea ideal, de cambiar al mundo.
 



Que bueno que no han visto que la novela también habla sobre el surgimiento del Terrorismo en el mundo, de Al Qaeda, del poderío militar de los Estados Unidos y cómo está repartido en el mundo, de cómo aprovecharon muy bien la conclusión de la Segunda Guerra Mundial para erigirse en potencia. 

Velouria habla del deseo que todos los seres humanos lllegamos a abrigar por la Libertad: la libertad de ser, de pensamiento, de expresión, sexual, política...la búsqueda de una armonía casi imposible pero anhelada entre todos los seres.

Visto desde su óptica, mi novela es en verdad una afrenta. No me enorgullece ni me da gusto.

 





Me pegó sobremanera los consejos bien intencionados de algunas personas. Una de ellas se atrevió a sugerir, "Pareces nuevo, esta es una oportunidad, arréglala y luego escríbeles explicándoles". ¿De veras? 

Para mí es como si te dijeran, "Sí aceptamos a tus hijos pero sácales los ojos." ¿Lo pensarías? ¿De verdad siquiera lo considerarías? Yo no.

Y no por una soberbia barata o cara, sino porque lo que te están diciendo, editores y el público (no todo)es: Cede, Cambia para que seas aceptado, Intégrate, no seas tú, sé como ellos quieren, como nosotros queremos que seas.


 




Verdaderamente ofendidos algunas de las personas que laboran ahí, "transfirieron mi caso" al ejecutivo con quien hablé al prinicipio (todos ya son ejecutivos): "Mira, Gabriel, no queremos que cambies la novela, solo que le tengan edad legal (¡cómo si fueran de carne y hueso los personajes!!), para qué perder tiempo". Concluye, amablemente también, como robots.

Todas y cada una de las personas con las que he hablado de esa editorial tienen la misma voz, imposible distinguirlas. Monótonas, fingidamente corteses, mecánicas en su proceder.

Me censuran la novela y por otro lado recibo una avalancha de mensajes y llamadas telefónicas para invitarme que si a la feria de Barcelona o algo así, o a la del libro en Guadalajara (claro, pagando alrededor del equivalente a 20mil pesos y que consiste básicamente en que estará ahí su stand y tu libro dentro de un universo de títulos inimaginable).

Hasta ahora estoy más inclinado a preferir que se vaya ahí la inversión que hice, que no me sobra para haberla hecho, y no seguirles el juego. ¿Por qué ahora tendría que escribirles algo y luego pasar por la estupidez de sus juicios mecánicos?

Es natural que la gente lo tome con ligereza, "ay, pues ya ni modo" me dijeron también. Aunque comprendo su buena intensión, nada más enterraban más la daga.

Para mí es como si cada vez que saco al mundo, particularmente esta novela, la primera que escribí ya hace diez años o más, y que, curiosamente la misma editorial que ahora me juzga publicó, y que sigue a la venta...quién sabe ahora por cuánto tiempo, mis hijas sufriesen mutilaciones, vejaciones, que primero las gozan y luego las golpean para después acusarlas de putas, brujas y quemarlas vivas.

Me parece que mis libros no pertenecen a esta época. 
Y el escritor se queda solo otra vez, como cuando está escribiendo y como lo está y ha estado antes de saber siquiera que tendría que escribir, no para ganarse la vida, sino para poder sobrellevarla.

Gabriel Garibay.

Thursday, March 27, 2014

A Famous Publishing house in the US censored 3 of my books cos they are not moral



A famous publishing house in the United States censored 3 of my books. They ask me kindly to remove or edit any intimate body part naming, any sexual reference between teenagers.

Sex between teenagers is as natural and a very important issue nowadays. Boys and girls that have babies boys and girls.

But my novels do not explore this issue in a gratuitous way. 

Those works, VELOURIA in particular, talk about Power, Love and Freedom and the questions that they arise when you live a life with no future, no hope.

Youngsters feel lost because they don´t have real opportunities.

I take my writing very seriously ( I write in spanish, im sorry for my english faulties), I explore, investigate and create thinking of Language as a very vital part of the world. 
Writing is like breathing for me.

So, I do not waste energies writing "erotic novels" or "pink novels", which I respect. 

Although I don´t have a literary tradition I always have in mind my standards, such as:
Yukio MIshima, Thomas Mann, Nabokov, Rimbaud, Octavio Paz.

You must name things as they are named: penis is penis, tits, butt.

Our world moves because of power, money and sex.
We can not ignore that. Murder, drugs, disease...

So, when a publishing house ask you to remove REALITY...they are asking you to refrain of being truthful to yourself. 

Feeling like if I was living in the 19th Century. What´s going on? Are we going Backwards?

Why people are afraid to sex? To know and accept that teenagers think about sex? Arent´they aware of the hundreds of children born each day in America, Mexico and every part of the world from teenager parents? Do we have to turn our heads? Close our eyes?

What is wrong with the parts of our body?

Language must not have any restriction and with no gratitious purposes (even though still the right and freedom to do so must prevail)

Im not interested in "dirty" stories. Im interested in the lights and shadows of the human being...im interested in Life, Death, our Soul...in interested and devoted to Language.

Don´t need to repeat that: i am not going to edit a comma.

I consider their request as offensive as stupid. 


Im not going to name that publishing house because we are trying to work things out. But if not, no one can´t stop me to express what I feel, see and think.












Sunday, March 23, 2014

Por qué escribo, por qué




Hay descubrimientos que te marcan por siempre y que definen tu existir de ahí en adelante hasta el día en que abandones esta vida. 

Siempre me gustó leer. Desde pequeño escribía y dibujaba breves historias. Adolescente la inconformidad por haber llegado a este planeta en contra de mi voluntad  me empujó a escribir diarios. Diarios que se convirtieron en cuentos, poemas, historias. Me aburría escribir sobre mí. Sin pensarlo, un suceso personal trocaba en aventura extraterrestre o en un relato bajado de mi imaginación.

Siempre quise salirme de lo que llamamos, "la realidad". Me es muy tedioso escribir tal cual lo que pasa, como reporteado. No digo que no sea de valor, simplemente no me llena a mí.

Porque supongo que lo que me atrapó de la literatura fue y es esa capacidad que tiene (la que tiene esas alturas) de transportarte, de hacerte sentir texturas, lugares, sensaciones e incluso anticipar emociones con tan solo leerlas. Cuando sientes que estás ahí caminando con ese personaje que te turba o que te fascina.

La manera en que te lo cuentan: el lenguaje, su estructura, siempre me ha atrapado más que la historia.

Para mí, uno puede escribir la misma historia de siempre: los amores perdidos, las tragedias clásicas, incluso re escribir el Quijote y tu ser escribirá otra cosa, porque lo usa como medio para expresar, quizá lo mismo, pero de otro modo.

No me interesa leer "la realidad" y no la considero alta literatura. La veo como muy buenos reportajes, como muy interesante periodismo. Pero, la Literatura con mayúscula siempre se las ve con el Lenguaje. Esto es transparente para el público no versado y que tan solo busca entretenimiento en la lectura. Para mí es fundamental, es el corazón del corazón.

Esto no quiere decir que no me importe: la mayoría de mis libros tocan temas que en su escencia son cuestionamientos de la realidad: la revolución, la rebeldía, la obsesión humana por el poder, el amor...

Por eso me atrapó Mishima. Porque puede conjugar diversos universos, puede permitirse monólogos con razonamientos y luego volver a tomar el hilo del tiempo y moverte con lo que deciden o no hacer con sus vidas los personajes que te presenta.

Mishima invoca todos los claroscuros del alma humana y las armoniza, junta átomos, crea mundos nuevos, y es imposible no sumergirte ahí, quedarte ahí.

No me importa tanto "el tema".
Es por ello que mi obra siempre es un bosque en donde, antes de llegar al destino prometido, las bifurcaciones te conducen a ciertas paradas, y puedes de pronto perderte y tomar otro camino, pero la novela te muestra el camino nuevamente y continúas.

Y te quedan trozos de esos episodios o subtramas como si fuesen recuerdos que tuviste en tu niñez o el año pasado o ayer.

Pero, ¿por qué escribo?

Cuando era un jovenzuelo y aún en mis 28 me ganaba más el anhelo de ser reconocido, incluso famoso. Mi destino me puso en mi lugar. Eso no era para mí en ese momento. Se trataba de primero escribir mejor, o por lo menos bien.

Después las incesantes giras para mendigar que te lean y publiquen. Hasta el año pasado. Los múltiples rechazos e indiferencias te destrozan, porque es como si llevaras a tus hijos a la escuela y los rechazaran porque no reúnen los requisitos. Aunque sepas y estés seguro que son normales o que incluso tienes a algún prodigio por ahí.

Llega un momento en el que estás un poco inoculado ante ello o decides mandarlos a la chingada. No por soberbia gratuita, no. Si no porque has llegado al punto en el que puedes ser objetivo y saber que lo que escribes es publicable, que lo que escribes no está mal. Que lo que sucede es simplemente es que no tienes un papá famoso o un padrino.

No está mal: así descubrieron a los Stones y los apoyaron, a Bob Dylan también le sucedió, a Mishima lo apoyó Kawabata, una legendaria editora adoptó al Gabo, a Fuentes y a Vargas Llosa con la consigna casi personal de conducirlos hasta el Nobel. No hay duda de que los tres eran merecedores. Fuentes ya no alcanzó a recibirlo, pero como si lo tuviera.

Me dicen, qué bueno, escribir te hace feliz.
No podría aceptar esa respuesta como la exacta. No necesariamente me "hace feliz". Es algo más profundo. Es en verdad placer y dolor. Es una obligación interna. Algo dentro te llama, te empuja, te obliga a que escribas.

No han sido pocas veces las que he decidido dejar de escribir porque "no tiene caso". Vivo una vida tranquila, me dedico a ganar dinero como cualquier mortal para comer y comprarme mis gustitos. Y de pronto me llega una ansiedad y una tristeza inefable. Tengo que escribir lo que sigue.

Y cómo sé qué sigue? No lo sé, solo sé que desde pequeño tenía yo ya una lista, un conjunto de obras o de lo que sea, creaciones que tenían que conformar un todo, que tenía que ser. Así, punto.

Nadie me obliga a escribir.
No voy a hacerme millonario escribiendo. Las editoriales ganan más que los autores. Te pagan con famita, que no digo que esté mal, pero tampoco está bien pensar en esos términos.

Es realmente una vocación.

Por eso descreo de las becas. Descreo de que me tengan que dar una lana para escribir una novela o un poema. Es cierto que es de gran ayuda porque te puedes concentrar tiempo completo a ello y no tienes que ir al trabajo y cumplir ciertas horas. Pero, además de que nunca lo he buscado, no sé por qué lo siento como una limitante para la creación y su libertad, su no ataduras.

No puede uno deberle nada a nadie cuando escribe. No puede uno "ser considerado" porque entonces la escritura se vuelve artificial, se vuelve chamba.

Yo no escribo porque sea mi chamba pero tiene más importancia que mi chamba.

No es un hobby. Es ofensivo que la gente te diga, ah, qué bien, es tu hobby, como si uno hiciera tejido o nada más echara ingredientes en una olla.

Pero, tampoco la gente se muestra sincera porque todo talento creativo provoca envidia en quien no puede sentir nada. No debería pero así es.

Muchas veces he criticado también cuando un escritor exagera y afirma que escribir es una tortura, que es un dolor insondable. Si tan difícil se le hace entonces a lo mejor no es su fuerte.

Yo puedo escribir lo que sea, lo que sea.

Lo que me desvela es el entretejer una estructura, un mecanismo que me ocupa más tiempo en pensar que la redacción en sí. Porque sí, porque me gusta, me reta.

El lenguaje.

Hoy en día la gente compra libros por lo que dice la solapa, por "la historia". Y está bien.
Pero, a mí, cuando me sugieren leer a X autor, abro las primeras páginas (sin leer contraportadas, solapas o cuántos enemil premios le han dado) y leo...y si tiene "algo", ese seguro me atrapará.

No me interesa mucho dilucidar cuál es la trama y tema exacto de "La infancia de Jesús" de Coetzee, me encanta como escribe, como te transporta, como te llega a desconcertar.

O la rudeza, crudeza de Elfriede Jelinek, esa desconsiderada sinceridad que te apabulla, no me importa si defiende o no a la mujer, o trata un tema histórico.

El público se va con la finta de las afinidades políticas o qué tanto es "buena o mala onda" un autor. Y deja de lado su literatura. Si escribes sobre el 68 de México, y te avientas una diátraba en contra el gobierno opresor, seguro tendrás ya tus fans. No está mal escribir sobre lo que uno piensa, pero en mi caso, escribo desde todos los puntos de vista, a veces un libro piensa diametralmente lo contrario que yo en ese momento. Y eso es lo que me encanta.

Yo siempre he querido ser otros.
Siempre he querido ser la mujer, el anciano, el asesino, el ladrón, el politiquillo, la loca, la puta, el gay, el payaso, el aburrido, el extraterreste, la piedra, el aire, la lluvia

Yo soy todos.
Yo soy tú.


Y tal vez uno escribe precisamente porque aún no se encuentra la razón. Es el andar. Cuando lo sepa seguro será el momento de partir.

- Gabriel Garibay.





Jóvenes de 70 más jóvenes que los jóvenes de 20




Por genes.
Porque sí existe una particular biología, privilegiada, en ciertos seres, de andanzas singulares, de aventuras de las que, supuestamente, ellos no deberían de haber salido vivos.

¿Qué tiene MIck Jagger o Keith Richards que parecen tener aún 20 años? Se ven vitales, están más lúcidos que nunca, y continúan creando probablemente con mayor soltura.

Además de la biología innegable, un destino iluminado y una pizca de buena fortuna...la actitud.

No son los "señores" que toman asiento lentamente a la mesa.
No pontifican.
Si se dan cuenta, Mick y Keith, rememoran pero jamás con nostalgia, jamás como, "el tiempo pasado fue mejor", no. Simplemente lo recuerdan cuando se les pregunta.

Pero siguen en el presente.
Desde que comenzaron, Mick y Keith han vivido en tiempo presente.
Nunca fue su prioridad la fama, sino hacer música...y por supuesto, con ello, ser reconocidos.

Disfrutan enormemente lo que hacen. Se nota, Se siente, lo transmiten. 
Quizá por ello han podido ser maduros e incorporar una manera de trabajo que les permita conjuntarse cuando la música les llama y mantener sus distancias como personajes legendarios que ya son.

Esos locos, drogadictos, afeminados, greñudos, no solo han resultado ser más maduros que cualquier anciano de oficina, sino consistentes.

Desde el principio supieron que a eso se iban a entregar y así lo han hecho hasta ahora.
¡Y miren las alturas de egos!

Actitud.
Adaptan su vestimenta a los tiempos. Los fans de los sesentas se quedaron ahí. Los fans de los setentas aún viven allá. Los Stones viven ahorita. 

Si uno comienza a pensar "no es que antes"
Si uno ya no vislumbra nada en el futuro, ningún proyecto codiciado, y nada más se centró en tener la familia y "sentar cabeza" la vejez llega de inmediato.

Uno lee la autobiografía de Keith y se sorprende al encontrar a un ser humano diáfano, hiper sensible y considerardo. Una alma niña. Se le nota en los ojos. Un verdadero filósofo, en el sentido más real de la palabra, vive lo que dice, vive lo que piensa y siente, desde siempre. 

Inspiradores. Siguen rodando.

Y como ellos, muchos más nos transmiten esa vibra de juventud. Ve uno a un Peter Gabriel o un David Bowie, y al momento de hacer su música se transforman y se les derrama la energía que muchos veinte años más jóvenes podrían envidiar.

Lecciones. 

Tuesday, March 18, 2014

Drogadicto legal Sí. Ilegal, ¡cómo crees!



Lo que más se anuncia en tele, radio, medios impresos, además de Pan Bimbo y Coca Cola, son medicamentos.

Los medicamentos son drogas. Drogas, eso sí, legales.

Con estas drogas legales dependiente te vuelves también:

No puedes dejar de comprar tu pastilla para dormir, tu pastilla para el dolor de cabeza que te dicen que siempre tienes, tu pastilla para relajarte, tu pastilla para tener energía, tu pastilla para concentrarte...etc.

Si lo decides, tú o tu demonio, puedes muy bien suicidarte con drogas legales, pasa seguido.

Si quieres sobrevivir los viajes contínuos que te obliga tu trabajo en carretera hacer, te metes sedalmerks, coca colas y café: tres tipos distintos de drogas legales.

Por supuesto que puedes (aunque no debes) meterte las drogas tan perseguidas por ilegales. ¿Son perseguidas por ilegales o porque hacen tanto daño como presumen a los ciudadanos?

La preocupación tan obsesiva por el bienestar y salud del pueblo parecería casi religiosa. Pero, sabemos que siempre las razones más poderosas permanecen ocultas.

Además de las drogas ilegales y las drogas legales, existen otras drogas que literalmente acaban con tu vida, ya sea, aumentando tu peso hasta volverte una pelota andando (o rodando): dulces, golosinas, refrescos, yougurs, casi todo tiene azúcar, sea light o no, y consumida con frecuencia te hará daño...eres dependiente ya... llevándote a la quiebra: casas de juego y apuestas....
cuando compras como loco o loca se dice que tienes una droga. En efecto, eres un drogadicto.

El alcohol es la droga más consecuentada del mundo: si te matas casi siempre te matas rápido. No requiere gastar el gobierno en tratamientos para ti. Por eso, quiten el cigarro, no conviene, no es sano (para los dineros del gobierno).

Todos somos drogadictos a algo.
Todos sin excepción.

¿Qué diferencia en verdad hace la droga ilegal? Que por ahora es la que se reparte los ingresos más jugosos. Porque no pagas impuestos, porque no declaras, porque no mides calidades...

¿Es de veras por tu salud que no te dejan que te drogues con marihuana o cocaína?


La ocurrencia como Gran Arte








Hubo un tiempo, antes del post modernismo, antes de nuestra época sin nombre, en el que el Arte era aquello que nos aproximaba a la trascendencia del alma humana. Suponía poseer alas y grandes vuelos.

Hubo un tiempo en que el Arte era una región inaccesible, privilegio de algunos tocados por dios o por el diablo, por ambos o por lo mismo.

Nos mostraban piezas sacadas de tiempos sin tiempo, presente manifiesto que recogía trozos del pasado y atisbos del futuro. Era enigma, era sensación sobrecogedora, era meditación, era introversión.

Ahora ya no.
Ya tiene rato que ya no.

El Arte es ahora Ocurrencia, no Idea.
Una bolsa de plástico colgada forrando un cuadro. Un montón de ruedas de bicicleta. Un avión dispuesto de tal forma que aparente ir en picada. Un sillón con salsa tomate chorreada. Un esqueleto animal con trazos en acuarela. Aparatos de televisión conformando columnas, rotos. 

La ocurrencia de lo banal. 

Hubo un tiempo en el que la Publicidad era la hija bastarda del Arte, del Gran Arte, se apropiaba de formas, de estilos, para acomodarlos a su conveniencia, ser atractiva y venderse.

Ahora es al revés.

La publicidad devoró al Arte. Y el Arte cree que es Arte Superior cuando ya no. 
El Arte, por querer burlarse y criticar a la publicidad ha sido devorada por ella.

Ahora, lo que nos venden como Arte, Gran Arte, botellas de Coca Cola con orificios de bala, un auto aplastado, muñecas Barbie haciendo un 69...

Ahora, el Arte terminó burlado, y tiene menos chiste que la mejor publicidad. 

Si el Arte es ocurrencia, le ha ido bien.
Si el Arte ya se trata de ser chistocito y burlarte de los que comprarn arte: lo logró.

Los Artistas de este Arte dicen que se burlan de la comercialización, de la producción en serie, y en su parodia han trocado en caricaturas de ellos mismos.

Eso sí, adoptan el look artista: melenas leonadas, barbitas, suéteres de pueblos indígenas, huaraches, o elegantemente vestidos de negro con las marcas más caras de la moda.

Si el Arte debe ser un reflejo de sus sociedad: lo logró.

Si el Arte hoy es el abaratamiento de la reflexión, la falta de reto y autocrítica, la autocomplacencia del chiste barato que pasa rápido y se olvida, ha tenido éxito.

Quienes se atreven a comprar estas piezas creyendo que están comprando Gran Arte son los primeros timados, pues dinero les costó.

Y si timar es un reflejo de nuestra sociedad y este timo manifiesta su operación en este circo que se ha vuelto el "Arte": sin duda debe sentirse muy orgulloso.

Pero, de trascendencia nada. ¿Eso qué es?

Una interesante sentencia dejan: el Arte es basura. El arte no es para perdurar. El Arte es para robarte.



Sunday, March 16, 2014

Octavio Paz, los clones defectuosos y el laberinto del lugar común



Todos caemos en el profundo pozo del lugar común cuando hablamos de Octavio Paz. Afirmaciones que de tan ciertas han sido obviedades desde que él, con encendido espíritu buscapleitos reflexivo,implacable ponedor de los puntos sobre las íes, hiciera aparición descomunal en el ámbito del pensamiento universal y particularmente en el mexicano.

Desde que él tomó por asalto (ya que no hubo nadie que le opusiera real competencia) el Poder en el Olímpo cultural de México, todos, a favor o en contra, favorecidos o denegados, pajes y envidiosos, amigos y amiguetes, copiaron sus formas lingüisticas, sus maneras al escribir, vamos, su estilo. Siempre imitado jamás igualado.

Luego de él es lugar común, muy común, que alguien que se sienta muy acá emita frases como: "tal tal tal obra sería impensable sin tal tal tal"...O escriben una oración planteando el tema a abordar y luego, punto y seguido, escriben: "Me explico"  ¡Eso es hiper Paciano!

Renovó verdaderamente el lenguaje: él puso de nuevo en circulación palabras como: pluralidad o tolerancia. Le terminó de dar forma a ese ambiguo pero necesario término llamado Democracia. Se apoderó de la percepción ideal que todos tenemos del concepto de Libertad.

En sus revistas, aguardábamos a leer el siguiente capítulo de las cruzadas de Octavio contra conceptos como el socialismo real, o a que pusiera en su lugar a algún imprudente (o inocente) que se atrevía a cuestionarlo.

Muchas veces estas discusiones se convertían, dependiendo del calíbre de contrincante, en joyas intelectuales. Disfrutaba uno de unas peleas dignas de los Titanes, allá en los cielos. El aventarse a discutir con Octavio Paz era ponerte a prueba, y si eras otro intelectual de pesado arsenal, salían chispas que nos iluminaban a los lectores. No se iban con estupideces personales: siempre se aventaban el round en el ámbito del tema a tratar.

A Octavio Paz le encantaba, le divertía encenderle cohetes a cuanto personaje pululaba por ahí, que se había atrevido a proferir una inexactitud sobre algún concepto. De inmediato salía, me imagino con un "a veeer, espérate tantito, la cosa no es así.." Y zas, les ponía dos tres ganchos al hígado y al suelo. Pocas veces perdió una batalla. Entre otras cosas porque estaba cañón y porque si perdía no lo iba a aceptar.

Tenía un lado tierno y tranquilo, casi dulce...pero en general todos sabíamos que fue todo un cabrón soberbio, gigantesco, apabullante: ¡era extraordinario! Lo sigue siendo.

Después de él, no ha habido nadie que utilice como centro de operaciones una revista para disparar por aquí y por allá misiles de reflexión: "Piensen", "Reflexionen", "Están mal, es así"...Y de veras nos corregía, y casi siempre tuvo razón.

No era profeta, pero mucho de lo que vislumbró se ha cumplido cual relojito. Porque era un hombre de ojos tan claros como profundos, veía varios años más adelante que el común de los mortales.

Se puso como campeón a México desde su clásico e insuperable e inevitable Laberitno de la Soledad, que ahora, hasta me parece uno de sus más grandes poemas. Sí, un erudito poema en prosa.

Cuando partió yo pensé que quien ocuparía el trono sería Carlos Fuentes. Y no. No por no tener la altura, obvio que no. Me refiero a que no era su intención levantar olas, no estaba tan dedicado Fuentes a promover la cultura desde otros centros. 

Carlos Monsiváis era de los pocos con quien se podía dar un quién vive. Y sus discuciones son de esos tesoros que quedaron para la historia y que nos ayudan a comprender qué y quiénes somos los mexicanos. 

Sus revistas, para parecerlo, tuvieron que completar las páginas con un centenar de escritores clonecitos de Paz. ¡Todos escribían como él! ¿Existen aún? ¿Alguien los ubica? Se les pegó la actitud perdona vidas pero jamás le llegaron ni a los talones. Su padre les hizo una sombra tan descomunal que se fueron al hoyo con él cuando murió. Hay por ahí uno o dos, pero opacos, sin onda, digamos, ya cómodos: al final se vio quién de veras alzaba su bandera con total sinceridad. 

Paz tenía también un agudo sentido empresarial, era organizado, todo lo que hizo tenía que ver con su meta, que no era ser el más grande. No seamos vulgares ni estúpidos.

Octavio Paz, era un dios, lo fue de verdad. Lo podías odiar con odio jarocho, o podías amarlo y venerarlo. Pero fue un dios verdadero de dios verdadero: catapultó artistas plásticos, arreció polémicas y disquisiciones indispensables en la política (ahora todos los politiquillos  se las doran citándolo, qué ofensivos). 

Ah, sus títulos, creo que no hay nadie que ponga unos títulos tan increíbles a sus obras...¡pero también ahora todo mundo copia el estilo en revistas y en sus propias publicaciones! Chale.

Octavio Paz buscaba pelea para clarificar, para iluminar.

Era mamón para algunos, era soberbio, era divo, pero lo era de verdad. No era un poser como centenares andan por ahí en los pasillos de "la cultura".

Paz siempre ofrecía sustancia.  Siempre fue él mismo. Su literatura toda es un largo escrito en primera persona, pero maravillosamente pudo atraer culturas y pensamientos distantes y reconciliarlos (esta también es palabrita con trade mark O.P.).

Hay personajes únicos, que en verdad nos hacen dudar de que sean seres humanos, porque realmente están muy por encima de nuestras cabezas: Miles Davis, Picasso, Paz, entre otros...que si nos fijamos bien, no son tantos.

Yo extraño mucho a Octavio Paz. Sin él, se quedó desolada la arena de las peleas de alto nivel. Todo ahora es chismecito de ventaneando. 

Como se extraña a un Borges, por ejemplo. Que cuando eran invitados a programas, bueno, eran las únicas veces que ahora sí la televisión se Encendía.

A mí me abrió las puertas a un mundo de autores y libros que no conocía. No soy fan de Octavio Paz porque me lo trague todo de él, sino porque me enseñó toda la calidad y grandeza que puede uno hallar en la literatura, en el pensamiento, en el arte.

Su poesía me sigue maravillando, me deja estúpido, ¡cómo escribió esto! Su último libro de poemas, Árbol Adentro, pareciera que lo rescató de cuando tenía 18 y era un apasionado jovenzuelo dispuesto a tragarse al mundo completo.

Y hasta el último día de su vida fue ese jovencito encabronado, asombrado del mundo.

Son raras, muy raras las personas que llevan la verdadera Pasión (y ustedes saben que nunca escribo esta palabra) hasta las últimas consecuencias.

Él supo desde siempre que era un gigante. Jamás se achicó.

Cuando uno conoce desde dentro el mundo tan horrendo que es el de las editoriales, las envidias encarnizadas de escritorcillos mediocres, el recelo de los grandes, cuando hoy ya no existe esa camaradería que existió entre un García Márquez, Vargas Llosa y Fuentes, ¡imagínense! ¡Tres Titanes sin problema tomando café en Sanborns de los Azulejos! Cuando uno se percata que, en efecto, las cosas ya no son como eran antes, que nadamos en montañas de libros de mierda, autores sin chiste, sin originalidad....SIN PASIÓNl...

Me parece que no había existido una época con tal apabullante producción de autores y de libros. Es una maldita mentira aquello de que "ay, es que no vendemos", "ay, es que los libros están en crisis"...¡A otro perro con ese hueso!" 

Tanto de nada. Muy poca luz entre tanto árbol derribado y seco.

Afortunadamente, la gran literatura no tiene edad y siempre es jovencita y buenísima, y es retadora y te dice, a ver, ¿no que tan fregón?

Un par de veces tuve el inmenso honor de estrechar su mano, como cualquier fan, no crean que voy a decir que charlé con él acerca de los vericuetos de la literatura del siglo de Oro, no. Solo como un humilde admirador, y comprobé que con sus fans, fue siempre amable, lindo. Te miraba directo a los ojos, te respondía con tu nombre.

No me lavé la mano no se en cuánto tiempo.

Sí. Siempre he sido fan de Octavio Paz. 

Tanto que ni me atrevo a intentar escribir como él. No nada más porque sería otro idiota clonecito. Si no que, en honor a su enseñanza, uno tiene que escribir con la voz propia. 

Yo extraño mucho a Octavio Paz. 

Ahí sigue su nichito y le prendo sus veladoras. 

Qué envidia, a lo mejor por eso Dios ya no pela al mundo: se estará aventando unas conversaciones increíbles con Octavio. Tenía que encontrarse Tavo al final a quien lo pondría en su lugar. 


Wednesday, March 12, 2014

Una caja de huevos





Que la fuerza no nos abandone
Que sepamos distinguirnos

Que volviesemos a cumplir las promesas
Que el Honor fuese visto como un cumplido de gran valor y no como motivo de risa.
Que la honradez campeara.

Estas cosas solo pueden producirse si hay un acto sorpresivo, luminoso, quasi milagroso, de solidaridad.

Si todos al mismo tiempo nos decidiesemos otro gallo nos cantaría.

Pero somos humanos
Y ser humano es el juguete más divertido de Dios

Porque nos pone a ver qué podemos hacer con sentimientos y pensamientos

A ver cómo nos rompemos la maraca
cómo hacemos la guerra
cómo urdimos estratagemas para obtener más y más

dinero
cosas
objetos
casas
autos
objetos
vestidos
objetos
joyas
objetos


sin objeto

La apariencia es la verdadera realidad.
Tú eres lo que traes encima.

Ya, aceptémoslo.

Hoy en día el "creétela" es tan fácil.

Pon cara de altanero, sélo.
Se displicente con la gente.

Crea una fundación y deduce impuestos, además de ganarte la medalla al mejor ser humano.

Todo se paga.
La fama, el poder, la humanitaria acción, todo se puede pagar.

Si el dinero es la verdadera religión y devoción del mundo, aquellos que no sabemos cómo hacerle, estamos en la cola de la evolución.

Y Dios divertidísimo reta de nuevo a Lucifer.

Todos somos los ladrones



Aquellos ladrones que uno respetaba
que entraban sigilosos y no tiraban ni un florero

que te robaban sutilmente
educadamente
con respeto

porque necesitaban


Aquellos secuestradores que tienen la cortesía de 
tener en buenas condiciones al privado de la libertad
solicitan el monto. Este se deposita o se entrega.
Liberan al inocente.

En un mundo sin ideologías
En un mundo globalizado (que terminó en maquilero en todas partes, bara bara, en lugar de internacionalmente conectados sin barreras)

Todos nos hemos robado algo a nosotros mismos
Todos nos hemos ido al garete

Somos todos responsables.

Alguien nos robó el corazón
se burló de nosotros
nos mató

y se va impune

y ahorita goza de su libertad
acordándose de uno y sonriendo para sí: pobrecito, sí me siento mal de repente.


Así, en grandote, es como se acciona el proceder ilegal pero validado por casi todos: son los chingones, son los hábiles.

Y se puede escuchar esto en cualquier café.

PRImero Hábiles



Informamos que el Pri se pasa de habilidoso.
Qué manera tan oscura y sutil y diabólica (redundancia: el diablo es sutil y oscuro) de conducir las cosas.

Da miedo.
Da asombro.

Cómo le hacen?
Cómo se coordinan?
Quién de veras es el ocurrente que dicta los pasos y cómo todos obedecen sin chistar.

Porque no son los publicistitas de productos. La mente maestra está detrás, tiene orejas grandes para oír mejor, es condescendiente, te da por tu lado, te dice a todo que no te preocupes...que no te pri ocupes, que todo bien...y cuando menos te lo esperas, zas, has desaparecido de la fas de la Tierra.

Te apoyamos guardias rurales, te apoyamos autodefensas, y luego zas.

Te apoyamos narco...y luego zas.

Nos perdemos en el grito y en la famosa y tan manoseada "indignación", pero no vemos más allá de ese bosque de hielo que es el PRI...

Seductores sí.
Endemoniados sí.
Sicilianos, sí

Te dan el beso en la mejilla.

Qué miedo.
Qué jijos.
Hasta uno sonríe...la doble moral.

Y los otros partiditos, pajes, pajes.

La marcha de la queja



Qué podremos inventar ahora para que quejarse tenga un efecto más productivo que simplemente vomitar nuestra inconformidad.

Las marchas eran para manifestar algo: duh.

Quejarse. Las cosas están mal. Hagan caso.

Pero el gobierno (porque siempre es versus el gobierno) nunca hace caso.

Manifestarse se torna válvula de escape. Abrir la olla a presión. 

Déjalos. Se van a cansar.

Y cuando se opta por lanzar piedras: ah, violentos. Nada se resuelve con violencia sino con el diálogo.

Pero no hay diálogo

¿Entonces?

Y ahora hasta hay marchas para apoyar a empresarios anónimos (quién sabe si empresarios) que se avientan la puntada de hacer un festival metalero en un pueblo de bandas de ranchero y cumbia. O sea, ¿cómo?

Qué son las marchas ahora y para qué sirven.

Para que te desahogues
Para que saques tu malestar.

Hasta parece receta que el propio Gobierno (siempre opresor) nos recomienda ejercitar.

Estamos perdidos.

Friday, March 7, 2014

Qué lenguaje eres o dime cómo hablas y te diré que lees



Sin mucho esfuerzo podemos detectar de dónde vienen las voces que de pronto, o en alguna etapa de nuestra vida, salen de nuestros labios y "nos hablan", nos dicen de dónde venimos.

Los jóvenes que entran a la UNAM y estudian algo relacionado con filosofía no tardan en hablar con tono subido y retador, hablan de gobiernos opresores, del capitalismo caníval, de represión. Visten ropas indígenas, se desviven por defenderlos (sin preguntarse si aquellos han requerido de su ayuda), viven en constante desgarramiento interno, todo es fatal, Marx está bien, Viva Castro, Viva Cuba, Viva Chávez, así sin más, sin mediar crítica. Dicen ser críticos pero lo son únicamente de los Estados Unidos de Norteamérica y su monstruoso poder. 

Es verdad que todos pasamos por esas etapas. Pero se pasa de largo que los responsables de ello son los profesores (la mayoría, no todos) que aún habitan esas instalaciones y se han quedado anquilosados en teorías que han probado ser fallidas cuando no inútiles. La responsabilidad de esos profesores dinosaurios que siguen clamando y llorando por las aulas la muerte del socialismo, no transmiten solamente su conocimiento sino su frustración. Y los jóvenes nos bebemos todo, contradictoriamente, sin crítica.

No decimos que no sea importante conocer El Capital, decimos que el tinte socialista (sea lo que quiera decir eso) ya es equivalente a cadúco. Naturalmente esto que decimos será sacrilegio para muchos, nos condenarán, nos atacarán.

En mi fuero más interno me siento de izquierda (sea lo que eso signifique) pero es evidente, más que evidente, que el socialismo que "se imparte" en esas academias e instituciones no ha pasado de los sesentas. Hay mucho más luego de los sesentas. 

Claro ejemplo es su partido más representativo, el PRD. Atacan al PRI de dinosaurio y ¿ellos no lo son también? Sí, un poquito más jóvenes pero igual de necios. Necios a conveniencia pues hacen negocio vendiendo "la idea del socialismo y la victoria del Pueblo". ¿Qué es Pueblo hoy en día? ¿No que están en contra del lucro? 

Pero a todos nos gana la imagen, la apariencia. No podemos resistirnos a sentir atractivo al Che en la clásica imagen, ser rebelde era un reto, una afrenta, ahora es trendy, es hipster, es estar en onda "siendo diferente" (cuando ya no) y siendo "crítico" (osea, amargado). 

Por otra parte, hay que reconocer (y siempre lo hemos afirmado aquí) que la juventud es la etapa en la que te das cuenta de que el mundo soñado no existe. Es cierto que todo está mal, es cierto que hay que cambiar muchas cosas, incluso a veces parecería mejor destruir todo y volver a empezar.

Mas está su contario: tampoco las cosas están tan mal. Depende de qué lado de la mesa te encuentres.

A mí me desilusiona un poco (porque lo comprendo y yo vengo de ahí) que jóvenes que ve uno con sentido crítico, con inteligencia y conciencia, de pronto, parecen haber entrado en una máquina lobotómica y salen hablando palabras ininteligibles, citando autores que ya no tienen ninguna influencia real, evocando revoluciones pasadas que trocaron en instituciones de piedra (y que no critican), su lenguaje es confuso, pretende ser cultivado pero denota mucha inocencia: estás leyendo a fulano o a sutano y aparte estás hablando como tu Tiranosaurio Profesor que quiere transmitirte su amargura.

También a mí me sigue fascinando la idea de la Revolución, de la Rebeldía, y he escrito mucho sobre ello. Pero debo decir que ahora tan solo desde el punto de vista literario. 

Cierto es que también con la edad se sueltan las banderas contestatarias: sobre todo sí ya obtuviste un empleo que te da para vivir y permitirte algún lujo.

Este tiempo no es de revolucionarios. Los que hay son productos. Tienen la misión de aparentar: apariencias, ilusiones, imagen.

Percepción: somos hijos de la percepción, pero no queremos reconocer a nuestra madre.

Los Políticos en verdad creen que se expresan con elegancia y elocuencia. Son los primeros en destrozar al lenguaje. Su verborrea es ofensiva, aburrida y denota estupidez. Son buenos para las tranzas, buenos para aventarse peroratas que más que inteligentes son adormiladoras, no dicen palabras las cagan. Palabras mierda.

Los medios de información, dependiendo de su ala, también se tornan el lenguaje de los patrones, incitan, inducen; es verdad.

Tampoco creo que la tele sea el monstruo que dicta lo que tenemos qué hacer, pues muy libres somos de apagarla. Pero no tenemos de donde asirnos y tenemos que culpar a alguien o a algo.

Monsiváis estaba errado: la televisión no es la caja tonta. Todo lo contrario, es bastante astuta y seductora. 

¿Quiénes entonces "hablan bien", "hablan como ellos mismos"?

Referencias indiscutibles, los grandes, los verdaderos grandes, los verdaderos cultos, no necesitan aventarse verborreas, no necesitan lanzar treinta palabras latinas o ininteligibles o domingueras por segundo. Los grandes pareceriera que hablan "normal" y encima tienen su estilo propio...esto es maravilloso.

Octavio Paz, hablaba como él. Carlos Fuentes, hablaba como él. Borges, quién no recuerda como hablaba Borges. Alice Munro, habla como ella. Monsivais, hablaba fatal, sin claridad, enredado, como eruptando, escribía también muy mal. Pero era él, era su voz, y nadie le quita, por supuesto, que fue una enciclopedia andando. Y así hay miles de ejemplos. Son ellos mismos, no bloques.

Los estudiantes, por su proceso de aprendizaje y juventud, es lógico que hablen "en bloque", todos hablan igual.

Los políticos, estos no tienen perdón, hablan en bloque y fatal, sin respeto al lenguaje. Igual que como hacen con la gente, con todo lo que tocan, para ellos es solo un instrumento utilitario para sus eternas tranzas y vericuetos.

Los abogados y doctores te avientan sus términos fuera de horas de trabajo porque eso les confiere autoridad, se alzan encima de ti: yo se y tú no sabes. 

Los contadores públicos o ingenieros, estando activos hablan, naturalmente, con los términos que necesitan para realizar su labor. Pero fuera de la oficina, con un tequila o varios, hablan "como gente común". Ya cada uno para sí tendrá "su propia voz". Pero no hablan todo el tiempo en "ingeniero" o en "contador".

La respuesta está en uno mismo: ¿hablo rebuscadito para apantallar o porque estoy muy embelezado con la lectura que tengo en mis manos? ¿hablo rebuscadito para ocultar mi inseguridad? ¿Cómo hablaría mi yo interno, el más cercano a mí?

Es natural que lo que leemos, lo que vemos, nos toca. Pero, en la medida que vamos digiriendo de verdad lo adoptado, y vamos apartando nuestras herramientas lingüisticas del querer "demostrar que soy muy culto", saldrá nuestra verdadera voz. 

Y las verdaderas voces sacan, no lo que aprendimos anoche, sino lo que somos como seres humanos, y escuchando atentamente, hasta se nos sale el alma en las palabras.

Si los ojos son su espejo, las palabras son su aliento.

Por cierto, sabios árboles, qué bonito hablan.