Desde la LUna

Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@

Friday, June 29, 2012

Qué fue lo mejor de este año




Para quienes no estén familiarizados mi fin de año es justamente cuando cumplo años, desde ahí evalúo que hice bien, mal, regular y qué puedo mejorar, qué dejaré de hacer y qué nuevas cosas experimentaré.

Este año, contrario a lo que yo pensaba, resultó muy constructivo y emocionante. Las que puedo destacar son:

1. Vi a Peter Gabriel en vivo otra vez.
2. Vi a Bob Dylan (esto para mí fue todo un acontecimiento porque curiosamente comenzando el año de 2012 me vino una renovada onda de fan por su vida y obra, entonces cuando anuncian que viene fue otro de esos llamamientos curiosísimos, coincidencias que tanto me gustan).
3. Conocí en persona a Sergio Aguayo. Un gran académico y una gran persona.
4. Carmen Boullosa me felicitó por mi pre cumpleaños. Fue muy emocionante para mí, en verdad la admiro y la respeto.

Por otra parte fue maravilloso trabajar con jóvenes (jóvenes osea alrededor de 20 años, porque los de 30 me di cuenta que ya no son jóvenes en muchos sentidos) compartir experiencia y aprender cosas nuevas.

Bajé de peso como nunca. He modificado por fin mi alimentación. Ya no dependo tanto del chocolate y estoy a un paso de librarme casi, casi totalmente.

Entre otras estas fueron particularmente para destacar.






palabras que no pronuncio



Existen palabras que sencillamente no me gusta pronunciar porque no me gusta cómo suenan o están tan manoseadas, han perdido su verdadero significado o se han secado (hay miles más, pero están son las que no pronuncio ni escribo. Esta será la única vez.


Palabra 1:        Pasión. 

Palabra 2:        Pedo.

Palabra 3:        (sin) distingos.   (es lo más horrendo que ha hecho los políticos con el lenguaje)








Wednesday, June 27, 2012

Examen de inconciencia: la entrevista






Gabriel Garibay: el hombre más raro del planeta
ENTREVISTA DESDE ALGÚN LUGAR DE NINGUNA PARTE CON TANYA ROH.

Desde un remoto lugar de cuyas referencias nos hemos prometido no revelar, me encuentro con el imaginador, Gabriel Garibay, Gabrielo, GGTgabriel, Gabrich, Gab. No le gusta mucho Gabo. Primero, dice, porque el Gabo es Gabriel García Márquez, porque Gabo ya todo mundo es. Pero no le molesta que le llamen así. Si quieres que le agrade mucho, llámalo por su nombre completo: Gabriel.

Le gusta su nombre porque suena bonito, porque es el nombre del arcángel mensajero, y porque significa "fuerza de Dios".

Nos abocamos a investigar y encontramos algo que sentimos le va a nuestro raro personaje:

Análisis por numerología del nombre Gabriel

Naturaleza Emotiva:

Naturaleza emotiva y activa. Se expresa por medio de la perseverancia, las asociaciones, el planteamiento y el asentamiento. Ama las innovaciones y las realizaciones. Le gusta ser asistido y apoyado.

Naturaleza Expresiva:

Es minucioso. Se expresa de manera de llamar la atención y se siente superior. Busca la prosperidad y la realización. Ama la ejecución, la planificación y aportar ideas.

Talento Natural:

Es mente de pensamiento deductivo. Se expresa como pensador independiente, con autoridad y lealtad, generalmente en actividades exclusivas, más dependiente de la intuición que de la razón. Recibe aumento en tareas que requieren meditación, inspiración, inmersión en las profundidades del ser y de las cosas. Ama lo complejo y lo elevado, lo que se siente y lo que se presiente.
Podría destacar en profesiones como científico, profesor, ocultista, escritor, horticultor, inventor, abogado, actor, analista o líder religioso.



Tanya:    Gabs (también le llaman así, y le gusta), Gabs, cuál es tu color favorito:

Gabs:   El azul. El azul eléctrico, el azul rey, casi toda la gama de azul. Luego el púrpura, injustamente llamado cardenal.

Tanya:    Gabo, ¿crees en Dios?

Gabs:      Sí.

Tanya:    ¿Eres ateo?

Gabs:     Sí.

Tanya:   ¿Eres espiritual?

Gabs:    Sí.

Tanya:   ¿Eres materialista?

Gabs:   No me importan sino ciertos materiales.

Tanya:  Por ejemplo...

Gabs:   Mi ipod, Ipad, los libros.

Tanya: Como escritor desconocido, ¿cuántas personas crees que realmente te hayan leído?

Gabs:  Así, reaaaaaalmente nadie. Y de leer alguno o un par de mis libritos, mmmm, no más de sesenta.

Tanya: Para que no te conozca nadie está bien ¿no? 

Gabs.  Yo creo que sí. De ahí se parten los que les ha gustado mucho, los que no han entendido nada y los que odiaron lo que leyeron.

Tanya: ¿Familiares?

Gabs.  Solo me ha leído, de familia, una tía. Y mi hermana, a quien le encantó Metrónomo pero le sacó de onda Velouria.

Tanya: ¿Le gustó?

Gabs:  Las partes que tenían que ver con su vida y sus hermanas; y las partes sexosas.

Tanya: ¿Te ha leído algún "experto crítico"?

Gabs: Sí. 

Tanya: ¿Y qué te dijo?

Gabs: Que yo poseo una imaginación que ya quisiera él. Que escribo muy bien. 

Tanya: ¿Y luego?

Gabs.  Ah, que su editorial no publicaba novela. Pero sí publica.

Tanya: ¿Y es buen crítico?

Gabs:  Es casi una leyenda, se llama Federico Alvarez. Decir si es bueno o malo es truculento. Si le gusto lo mío ¿sería bueno?  Fue objetivo, me dio consejos valiosos. Ya por eso se lo agradecí mucho. 

Tanya: ¿por qué no buscas editorial? ¿Por qué publicar tu solo?

Gabs: Busqué. Pero es claro que necesitas no solo talento sino una pizca de suerte. Y alguien que te apoye. No chuecamente, sino simplemente alguien que te abra la puerta, que sí te quiera escuchar, o en este caso, leer. Luego, en mi experiencia la gente de las editoriales ha sido muy grosera, se creen paridos por los dioses. Tuve anécdotas en las que un revisador o ayudante del editor o ve tú a saber me telefonoeaba para despotricar que yo era un pretensioso...luego decirme que era maravilloso...luego enterarme que no pasó mi novela a publicación...y luego enterarme que esa personita quería ser poeta y al ver que yo era superior algo le molestó y prefirió sepultar el manuscrito.

Tanya: ¿Es cierto que también Eduardo Milán elogió tu poesía?

Gabs: Sí, pero así como le gustó huyó. Estaba yo muy joven. Él tenía un taller de poesía, el cual consistía esencialmente en un grupo de personas sin talento que eran su séquito y tenían que besarle los pies. La primera vez yo moría de terror, lo respetaba mucho. Mi primer poemita fue algo tímido y con gran influencia de Paz. Milán me dijo: usted sabe quién pontificó ya en ese tono verdad? Bueno, pues tráigame algo suyo, algo suyo. Entonces saqué del baúl mis poemas más entrañables. "Guerras" se llama. Todos lo hicieron pedazos. A Milán le encantó, recuerdo que, lógico, habló al final y dijo: "Muy fino...muy fino". 

Tanya: ¿y qué pasó después?

Gabs: Bueno, habrás de imaginar las caras de los demás. Pasó después que "curiosamente" no me llegaban los avisos de dónde sería la próxima sesión. O llegaba y el portero me decía que se "habían ido a otro lado", que los alcanzara allá. Pero nunca supe dónde quedaba ese "allá". 

Tanya: Recientemente te pasó algo similar tratando de hacer una labor social...

Gabs: Eeh, sí.

Tanya: Estabas interesado en compartir tu experiencia en publicidad, comunicaciones y redes sociales...

Gabs: Sí, bueno en realidad yo estaba muy entusiasmado de colaborar. De ofrecer mi poco saber en algo útil que, aunque fuese una mirruña, pudiese ayudar a alguien en sus derechos humanos.
Pero, es un mundo diferente al que uno se imagina. Uno cree que están devotos a su lucha, que se entregan sin reservas. Pues no. Es otra danza de egos, de luchas internas, de política, todo es lento, todo es tardado, y ¡no me hacían caso de nada! Por un lado, muy políticos, te decían "No, sí Gabo, qué bueeeeno que estás aquí para ayudarnos, ese es nuestro coco..." Y en realidad te ignoraban. Hacían cosas sin enterarme de nada. Luego yo lo descubría pues lo veía en las redes o en los noticiarios y mal hecho, les enviaba recomendaciones y me decían "ah, sí, es que en esto qué bueno que nos estás ayudando, es que es nuestro coco..." Y ya. No pasaba nada, jajajajaja. Te dan por tu lado, son políticos. Y creen, lo más increíble es que creen que tú eres un imbécil que no te das cuenta que te están dando atole con el dedo. Encima te querían pagar. Yo no quería que me pagaran ni simbólicamente, sino que me dieran chance de ayudarlos. Pero descubrí que pagarte es una forma de limitarte, de tenerte a raya, para que no hagas más. Entonces los altruistas, los héroes son ellos, tú no formas parte. Te ignoran, te dan el avión. Y no solo a mí. Lo hacen con todo mundo que quiere entrar con ellos pensando que de verdad luchan por algo positivo. Pues no. Y no creo que no se den cuenta. Es raro, rarísimo. Y lo hacen todo mal, y por eso sus anuncios no pegan, no llegan, están caóticos...y luego ellos son los que atacan y reniegan de la publicidad. Se me hizo ofensivo lo que hicieron con unos mensajes. En fin.

Tanya:  ¿No querías tú toda la atención?

Gabs: No, solo que me consultaran en lo que soy experto, que aprovecharan lo poco que sé, que, por lo menos en es ámbito es más experimentado que el de ellos. Pero no les interesa. Fue como vivir una mini radiografía de México. La gente arriba puede ser brillante y honesta (que muchos lo son) pero hay gente en ese nivel que solo quiere su crédito, alimentar su ego y manejar dinero; y en la gente que está abajo hay ansias de poder ridículas, mezquindades espectaculares, te dejan con el ojo cuadrado. Yo salí casi corriendo. Simplemente somos distintos. No quepo ahí, no he cabido en ningún lado. Es más mi culpa. Pero fue aleccionador, confirmé que ningún presidente podrá jamás cambiar nada. Esto es una cuestión individual. 

Tanya: ¿no querías que te pagaran?

Gabs: No, y fue casi cómico. Los que tienen que pagarme no me pagan y a la fecha me deben. Y con los que yo quería aportar mi talento obviamente sin pago, me querían pagar, poquito, pero me querían pagar. Es que esas personas viven en un mundo tan ruín que de verdad desconfían hasta de su sombra. No te creen, simple y sencillamente no te creen. Siempre ven y verán, creerán, que hay una intensión monetaria al final del túnel. Francamente no pueden concebir que alguien done su trabajo sin pedir retribución económica. Y sin confianza no se puede. Y te repito, por encimita sí te tratan bien, fingen preocuparse por tus pensamientos, pero en los hechos te quedas de a cuatro. 

Antes que yo a una diseñadora le hicieron lo mismo. Y jamás hay autoreflexión, ellos siguen. Son una aplanadora indiferente que simplemente sigue su paso de autoelogio sin hacer nada, ni siquiera lo que proclaman. En casi medio año: no hubo resultado de nada. Todo seguía en proceso, en consulta, consensuando, viendo, analizando...desesperante, triste, frustrante. Y ¿qué necesidad?
No ganaba nada, no tomaban en cuenta nada...traducción: no quería mi ayuda. No la quieren de nadie. Ellos quieren su dinero y ellos llevarse el crédito. Y no les muevas su anquilosado status quo. 

Pero no lo critico. Yo aprendo mucho. Observo. Intento. Y luego tengo mucho material para seguir escribiendo ese enigma tan tragicómico que es el género humano.

Tanya: Te ve la gente como raro. Siempre terminan llamándote raro. Gabriel es raro.

Gabs: Y tienen razón. 


raro,ra

  1. adj. Extraordinario,singular,poco común o frecuente:
    coincidimos en raras ocasiones.
  2. Escaso en su clase o especie:
    es una rara edición del siglo xviii.
  3. De comportamiento e ideas extravagantes:
    es más raro que un perro verde.  











Gabo y las antenas de la luna

Tanya     La gente o hay gente que te acusa que te pones muy intenso días antes de la luna llena y que tú te pones muy altanero o grosero o irónico, que cambia tu carácter.

Gabs        Y sí. Pero lo que ellos no quieren aceptar es que también son ellos los afectados por la influencia lunar. A todos nos afecta y todos nos ponemos en un estado más intenso. Estamos más irritables, más nostálgicos, más agresivos. Es un hecho. Pero no lo aceptan. La culpa es mía.

Tanya.      ¿Por qué?¿ Por lo que te dijo el gurú ese, que eres una antena, que eres imán y que la gente acude a ti por ayuda y eso es a veces soltarte a ti todo lo que ellos no pueden decirse a sí mismos?

Gabs          Exacto. Ese gurú me dijo cosas muy interesantes, muy sorprendentes. Y con el tiempo, alejado de la vibra metafísica, en tranquilidad, me he dado cuenta que es cierto. Yo soy imán. Y la falta de cálculo que cometí fue compartirle a la gente que me afecta la luna llena, cuando está cerca. Entonces de ahí, como cuando le das un revolver a un niño, me la regresan y cuando yo estoy más intenso o sensitivo que es cuando la gente lo está también, me atacan y me dicen, "ay, ya te está cambiando el carácter, tranquilo!" Pero lo cierto es que también ellos o ellas andan igual. Pero me culpan a mí. Todos nos ponemos intensos. Si todos lo reconocieramos intentaríamos tener mayor paciencia. Pero es más sencillo escupir las cosas. Además a nadie le gusta reconocer que esas cosas te influyen. En un mundo sobre todo cuando tienes que ser frío, fuerte, equilibrado. Nadie nadie lo es, pero en las apariencias nos movemos.

Tanya        Has mencionado que rumbo a tus 45 ya no volverás a mencionar esas cosas, ya no te expondrás.

Gabs            Así es. Ese es uno de los grandes cambios para mis 45. Ya experimenté ese camino para contactar con la gente. Y no ha sido muy benéfico para mí de no ser por el aprendizaje. Y la verdad ya me cansó que me vean como "buenita persona, loquita" y luego se enojen por sus propios problemas. No se vale. 

Tanya          Tú mismo has dicho que has venido a esta tierra a experimentar todo y lo has hecho. Y la verdad es que con el género humano tú tan abierto pues estás expuesto, sí, a que te hagan daño.

Gabs             Sí, por ello no culpo a nadie por lo que me pasa. Uno deja ver a la gente lo que uno les permite ver. He hecho ese experimento con gente totalmente distinta y creen que no he leído un libro en mi vida. Todo al final es vivencia real que me sirve para mis libros.   

Agrego: como ya siento aprendí lo aprendible de esta aproximación, pasamos a otra un poco más enfocada en la figura de cultura e imaginación, la imagen del escritor, del poeta.

Tania           Yo siento que, una vez que uno te conoce un poco y lo que haces, definitivamente sí llevas una vida de poeta. Sí estás como que un poco loco, sin ofender.

Gabs              Sí, terriblemente cuerdo y terriblemente loco.


loco, ca

  1. adj. Que tiene trastornadas las facultades mentales. También s.:
    los locos reciben tratamiento psiquiátrico en el manicomio.
  2. Insensato, imprudente. También s.:
    eres un loco si piensas que así vas a conseguirlo.
  3. Que excede en mucho a lo ordinario o presumible:
    precios, celos locos.
  4. Que siente un gran deseo, interés o entusiasmo:
    estoy loca por irme de vacaciones.
  5. [Mecanismo] que no funciona adecuadamente:




Garibay: el mejor escritor 

Tanya:    Gabs, hay un puñado de personas que saben de literatura y que han vertido la admiración a tu trabajo literario. Como creativo son pocos pero los mejores quienes han expresado que eres uno de los mejores creativos publicitarios de México. Pero tú no te "das fama" con eso. ¿No es contradictorio siendo tú publicista?

Gabs:      Lo es. No abundaré en ello, pero sí he tenido un conflicto toda mi vida con respecto a mi vida como publicista y mi vida como escritor. Jamás jamás las he querido mezclar. Con el tiempo he aprendido a querer mucho mi profesión u oficio de publicista. Antes la aborrecía, sentía que me impediría tener el reconocomiento como escritor que quería. Ahora sé que no tiene nada que ver.

Pero tiene que ver mucho con mi ser interior. Con lo que he experimentado en la vida, tratando de entrar a talleres literarios, buscando el grupo que me acepte, pues terminé entendiendo que eso no tiene caso, que es una manera en realidad poco honrada de querer ser reconocido. No digo que los que lo hagan estén haciendo algo chueco. Hay quienes les ha resultado y fluyen ahí y les dan la oportunidad y los descubren. A mí eso no me funciona. Simplemente no se me da. Por ello decidí que si llegase ese reconocimiento y llego a ser publicado por una editorial conocida pues que llegue solo. No sé, se me hace exageradamente budista, pero no se me hace bonito competir para lograr fama. No quiero fama, yo quisiera prestigio, si es que incluso quisiera eso. Hay algo en tu interior que sí te pide ser reconocido. Es humano, es muy occidental.  Pero primero me he esmerado por escribir mejor, primero he aprendido a gozar lo que hago. No quiero volverlo mercancía yo. Al final lo es, pero no lo quiero conducir así. Quiero que sea, por lo menos de mi parte, llevado de una manera totalmente distinta a como lo hace tooooooodo mundo hoy en día. Sé que llegaría al mismo punto, sé que luego se trata de venderlos y no tengo nada en contra de ello, me gustaría vivir de escritor, de la venta de mis libros. Pero simplemente lo siento en mi ser, que mi camino no es insistiendo. Se dará. Vendrá. Y si no, tampoco me importa. Ya a estas alturas la verdad no me importa. Yo soy escritor porque escribo. Ahí están los libros, las imaginaciones, mi trabajo. Ahí está. 

Tanya:   Lo recalcas porque hoy en día ser escritor significa que eres publicado y no solo publicado sino publicado por una editorial conocida, ya ni siquiera cualquier editorial. Todo trastocado. 

Gabs:     El mundo de la apariencia. 

Tanya:   Y si nos ponemos a ver, pues lo que abunda en los Sanborns y en muchas librerías son autores que son muy muy malos.

Gabs:     Hay de todo. Pero me da mucho gusto ser de los mejores que hay. No presumo, no tengo nada qué presumir. Es la verdad. Es como si uno cardiólogo o un cirujano de corazón no reconociese que es bueno. Uno tiene que ser sincero, también objetivo, y reconocer lo que uno es.
Yo sé qué es lo que me falta dominar, pulir, aprender. Pero el balance es que, probablemente, después de Carmen Boullosa, soy el mejor escritor mexicano vivo. 

Tanya:  Yo que te conozco de años sé que no lo dices payasamente. Y yo siento que sí. 

Gabs:    Pero ya uno que lo dice tiene que caer al suelo nuevamente y estar tranquilo: hay mucho talento en México y en el mundo. Lo que pasa es que solo los poquitos quieren SER. Y no te dejan entrar. Pero lo que me encanta es que ellos saben que yo sé. Y al final, eso qué. Uno tiene el talento de imaginar y plasmarlo, otros hacen transplantes de corazón, otros descubren el mapa del genoma humano, eso es lo que hay que buscar. 




Garibay y las navidades


Tanya:      Han dicho que te gusta la navidad.

Gabs:       Sí. Me gusta ver el árbol con luces, antes me gustaba el aroma a pino. Ahora ya no porque ni huelen, ni duran y no me siento bien viendo en casa un árbol arrancado. Pero, siempre he soñado una navidad tipo norteamericana, que vas con tu novia y compras el arbolito, y llegas a casa con bolsas de regalos y todo huele rico, y hace frío...

Tanya:      Nada qué ver con la tradición del nacimiento del redentor.

Gabs:       En la noche, ya cuando acabó la cena, sí dedico unos minutos a recordar que la idea de ese día inventado es saber que nació alguien divino que dio la vida por nosotros. La historia, sí, más bella del mundo. En verdad la veo así. Me gusta mucho esa historia de Jesús. Real o no, no importa, lo que importa es que lo que nos presentan que hizo o dijo es hermoso. Y si uno intentara de hacerlo seríamos un poquito más pacíficos.

Tanya:     Pero la gente se queja de que es comercial y que es solo comprar.

Gabs:      La gente compra más porque es cuando tiene más dinero. Pero de que compra compra siempre. Ahí están las fechas inventadas para celebrar. Y cada celebración implica comprar. Por gusto o por compromiso. No tiene nada de malo comprar cosas que te gusten. La cosa es cuando uno solo vive o se tranquiliza comprando. La cosa es cuando compras y no puedes con las deudas. Y eso no quita que no puedas ser humano. Eso no quita que una parte la des a alguien en problemas, ropa para quien no tiene, comida para el hambriento. Tú directamente, no vayas a una "organización" solo van a caravanear con sombrero ajeno. No hay nada más bonito y gratificante (si quieres te calma tantito el remordimiento de que compraste porquerías) que ver a un niño o alguien sonreir porque "le llegó algo de navidad". De preferencia no dar dinero. No es bonito. Todo se puede. No entiendo por qué los seres humanos nos sellamos. Nos cerramos. Ahora cuando vemos que las computadoras pueden hacer cosas diferentes, pueden operar cosas totalmente distintas, incluso contrarias, nosotros como humanos nos limitamos.


Es mejor mantener la distancia

Tanya:      ¿Entonces ya no vas a ser taaaaan buena onda o cómo?

Gabs:        Solo exploraré otra forma. Un poco más medida. Un poco menos de querer acercamiento. Un poco distante. Pero notarás la energía y la intensidad en mis nuevos libros. Y de pronto como persona, pero he considerado que solo un puñado, no más de diez personas seguirán viendo a ese Gabo.

Pero esencialmente me gusta ser amable. La cosa es que ya no seré tan tan cercano como antes. La gente lo interpreta mal y abusa. Repito: uno permite hasta donde uno quiere.



¿Qué pasa con la Tuit Novela y la verdad?

Tanya:      Es la primera y creo que la única en que un artista hace eso de una novela en twitter y casi sin que los followers se den cuenta que son parte de ella. 

Gabs:       Solo se fue dando, de pronto comenzaron a pasarme cosas muy locas, luego pasaron cosas curiosísimas cuando iba en busca del nuevo libro de poemas de Carmen Boullosa (que ya quiero leer y aún no está), volvió a mi vida la idea de Tesla, su legado, mi admiración por él, justo cuando estaba yo preparando mi vuelta a las conferencias - performance para estudiantes, y etc, que se fue dando una relación muy intensa con ciertos followers y muy interactiva con otros que bien me siguieron la onda, que fue muy interesante. Así que eso no sé cuando termine, se supone que el próximo 30.

Tanya:     Y ahora que vas a cumplir cuatro cinco, como hablan en Monterrey, crees que te falta algo?

Gabs:         Nada. Me gustaría X o Z cosa que pasara pero así que me haga falta, pues no. Nada.
                  Ya nada más me estoy dedicando a respirar y a prepararme cuando ya no.









Nuevo álbum de canciones

Tanya:      Gab, desde prácticamente niño has sacado tus álbums solistas de canciones cada año o cada dos, o incluso cuatro años. ¿Es cierto que has estado preparando un nuevo álbum?

Gabs:          Sí, ya está casi listo. Estoy muy contento.

Tanya:        El anterior fue "HI" y presentaba letras un poco oscuras, muy "ecológicas" en las que entremezclabas el amor por la mujer y por el planeta; usaste orquestaciones muy Scott Walker, muy  Scelsi...oscuro oscuro...el nuevo, ¿cómo será?

Gabs:         En realidad hay tres álbums. No sé cuál sacar primero. Uno, que tiene ya como seis años que he venido trabjando con John Cale, a quien admiro muchísimo. Salió algo increíble. Otro muy Leonard Cohen, pero que en este pasaje de mi vida me duele aún, así que no creo que salga por ahora y uno muy muy Dylan: volví a la simplicidad de una guitarra y piano, que me ayudó a tocar Jonás, y que de hecho él toca en la mayoría de tracks. Las primeras maquetas las queríamos llevar así, a que fueran solo guitarra y voz. Pero luego me pareció bueno que incluyésemos a toda la banda. Salió muy blues, muy rico. Muy sur de Estados Unidos. Ese será, me parece, el que vea la luz en estas semanas.

Tanya:        Para conmemorar el cumple. Ya casi eres #YoSoy45

Gabs:         Ya casi. Ya soy un viejo completo.

Tanya:        Se quedaron muchas preguntas en el tintero....pero bueno...última: ¿cuál es la frontera en tre lo real y lo imaginario?

Gabs.          No existe.















Pregunta bonus track:

Tanya:          Entonces, sí te sientes un autor incomprendido...

Gabriel:       En sentido estricto sí. Hasta como ser humano. Pero no me tiro al suelo. Nada más, pues así es esto.

Tanya:         ¿Podrías nombrar aunque sea a una persona que sientas sí te comprende?

Gabriel:       Sí. Mi sobrino de 4 años, David. Una vez, sin que hubiera yo dicho o hecho nada, veíamos la tele y de pronto me dijo: No te preocupes tío, yo te voy a cuidar.
Me deshizo.



Tuesday, June 26, 2012

Examen de inconciencia Parte IV: lo que sí me gusta


Para que no quede ahí que soy un pesimista (lo cual considero no soy ya) enlisto algunas de las cosas que me gustan mucho, que me hacen disfrutar esto que, a falta de una mejor palabra, le hemos llamado vida.

Me gusta mucho la música. Sin ella de plano no respiro. Me levanto con música, me transporto con música, me acuesto con música. Excepción: en el sexo no me gusta poner música. Me gusta tanto la música que me distrae.

Me gusta mucho, mucho la música de Peter Gabriel, Bob Dylan, Rush, The Rolling Stones, Miles Davis, John Cale, Philip Glass, Talking Heads, Marvin Gaye, James Brown, Laurie Anderson, Cat Power, Kate Bush, Tool...me encanta el funk, la llamada música clásica, el jazz, la música africana y de todas partes. Me gusta todo tipo de música. Toda. Las excepciones aparecen en mi lista de los no´s.


Me gusta mucho los libros. Me gusta su forma, me gusta sentir sus hojas, las pastas, me gusta ver las letras impresas, sus portadas, me gustan los libros y además me gusta leerlos.

Me gusta escribir. Aunque, fuera de sangronadas, es un proceso complejo y que llega a ser tortuoso. Por ejemplo, en mi caso, de verdad me compenetro: investigo, trazo, bosquejo, veo, huelo, toco, siento, pienso y vivo lo que escribo, y me toma a veces años salir del trance y te cancelas del mundo y ni caso tiene porque solo te lees tú...pero de verdad amo escribir, es increíble leerte y descubrir cosas que tú ni siquiera imaginabas saldrían, palpitaría ahí en un texto.  

Me gusta escribir a mano. Pero, poco a poco lo he ido abandonado por la computadora. La verdadera razón es que una vez que me acelero puedo escribir 200 páginas pero luego no entiendo mi caligrafía.

Me gusta el cine. Mucho. Me gusta de todo mientras me guste lo que vea. Pero el cine me gusta. El profundo, el entretenido, el de terror, el de suspenso. Ya no me gusta tanto el cine de acción, pero lo veo si se me antoja. Me gusta mucho mucho el cine.

Me gusta la mujer. Sus cuerpos, sus rarezas. Pero que sean brillantes, con un fuego en la mirada.
Me gusta una mujer de tez blanca blanca  o una mujer morena morena. Me encanta el cabello lacio. Me encanta una boca carnosa. Pequeña o grande pero carnosa carnos me encanta. De la mujer lo que me llama mucho la atención es: un cabello abundante y lacio, negro o castaño, la boca carnosa, las nalgas, la cintura pequeña, las piernas largas largas, unos pies hermosos. La ropa interior que usan y que descubres. Excepción: no me vuelve loco el encaje, ni los ligueros, medias y demasiada parafernalia. Esas pantaletas Calvin Klein pequeñitas, tanga o cacheteros se les ven divinos. O las que aún tienen rastros de inocencia con colores rositas y dibujitos en algodón. La mujer es el mayor placer visual y absoluto que cualquiera pueda experimentar.

Me gusta la brillantez. Respeto mucho y admiro y aprendo de mentes que saben cosas, que gustan de aprender, que articulan bien, que expresan pensamientos claros. Me atrae mucho la gente brillante. Excepción: no me atrae mucho la gente ducha para los negocios o que vende cosas. Simplemente no capta mi atención tanto como alguien que habla de cultura, de filosofía, tecnológicas, técnias, artesanales... incluso de extraterrestres o del amor; pero cosas de negocios me dan una flojera infinita.

Me gusta mucho que tengo curiosidad por casi todo. Casi todo me interesa. Tal vez no lo busco pero si topo con cualquier persona y me narra lo que hace y gusta capta mi atención. Excepción: políticos y empresarios. Bostezo seguro.

Me encanta ver fotografías de paisajes, sobre todo de bosques. Me gustan mucho los bosques. Las nubes. La lluvia. En fotos o no, me encanta el día nublado, fresco, con aire corriendo. Me encantan los árboles, verlos, me gusta mucho verlos. Me gustan mucho los perros, adoro los perros. Me gustan los caballos. Me enternecen las ballenas. Me gustan mucho los elefantes. Me gusta ver montañas. Me gusta cómo se ve el planeta Tierra y me gusta su nombre: Tierra. Aunque no sé si debió llamarse mejor Agua. Pero Tierra le queda muy bien. Y que se vea azul.

Me encanta el color azul. Me gusta mucho el color morado. Pero mi preferido es el azul.

Me gusta lo nuevo, me gusta lo nuevo.

Me gusta mi Mac. MI Ipad. En verdad mi vida ya es otra desde que no suelto mi Mac. 
Me gusta y encanta mi ipod. Son de los objetos más preciados que pueden venderse, tenerse y disfrutarse.

Me gustan los ovnis. Sus formas. Me gusta lo que pensamos que son los extraterrestres. Me encanta ver el universo y sus constelaciones. Me asusta un poco esa inmensidad silenciosa donde vemos estallar un quasar que lo hizo hace miles de años atrás, calladamente.

Me gusta el chocolate. Pero debido a varias razones ya no puedo consumirlo con la frecuencia loca en que lo hacía. 

Me gusta las obleas sin sabor. Blancas. Es mi alimento preferido probablemente.

Me gusta la comida mexicana. Me fascina la comida mexicana. Me encanta la comida mexicana.
Me gustan las hamburguesas. Ya tampoco las consumo como antes, pero me gustan mucho.

Me gusta Africa. Siempre he tenido una conexión muy rara con Africa. Me gusta.

Me encantan las percusiones.

Me gusta el arte, me encanta el arte. Me llama mucho el contemporáneo aunque hay pocas cosas soprendentes, pero me llama mucho. Aunque disfruto todo el arte y sus clásicos. 

Con ello, me parece que me gusta mucho el arte porque me gustan mucho los museos. Me gusta mucho ese ambiente solo, blanco, espacial. Me gustaría tener una casa así. O hacer de un museo mi casa.

Me gusta mucho la arquitectura contemporánea.

Me gusta los aromas deliciosos de los perfumes y lociones.

Me gusta las aves. Me gusta ese vivir sin no saber que es la vida de las aves. De los pajarillos. 

Me gusta escuchar a la gente. Sin entrometerme en sus vidas a nivel chisme, me gusta oir de qué hablan y cómo hablan. 

Me gusta platicar con todo tipo de personas, me gusta que tengan la confianza de abrirse y contarme sus vidas. Excepción: políticos y empresarios.

Me gusta Starbucks.

Me gusta Twitter y Tumblr.

Me gusta la ropa que me gusta. No siempre la puedo tener, curiosamente, pero me gusta pensar que la tendré o me quedará. Me gusta pensarlo.

Me gusta la moda. El concepto de moda. Me gusta pensar que la moda, en algún modo, es el ideal de imagen que todo ser humano debería aspirar y poder llegar a tener. Me explicaré en otro momento.

Me gusta que soy creativo, que invento cosas, que pinto, escribo, que invento canciones, que dibujo, que hago publicidad pero también novelas, cuentos, poemas, guiones de películas, obras de teatro, libretos para ópera, me gusta ser creativo, imaginativo, imaginador. 

Me gusta que percibo cosas que no todos.

Me gusta haber visto ovnis.

Me gusta haber percibido "presencias" 

Me gusta que no me gusten las drogas ni las necesite (excepto el chocolate)

Me gusta que a veces fumo, y a veces no.

Me gusta no necesitar, no tener la necesidad de estar en bola, de ir a antros y de beber por beber.

Me gusta el vino tinto. Chileno, de mis favoritos.

Me gustan muchas muchas cosas. 

A pesar de que no, me interesa sabe cómo son los seres humanos. Me gustaría ser un poco como ellso pero no puedo, ya no. Pero aún me interesan.

Aunque se oiga cursi: me gusta la vida. 









Examen de Inconciencia Parte III: Mis No´s y mis manías


Continuando con este recuento de vida a escasos siete días de llegar a los 45 enlistaré aquellas cosas que no me gustan, que verdaderamente no me gustan. En la siguiente entrada continuaré con el recuento tocando otras zonas.

No me gusta la gente prepotente. Más que soberbia, no me gusta la gente prepotente. La mayoría de las personas enlistan la mentira, no soportan que les mientan, dicen. Pero, es un hecho que todos mentimos en menor o mayor manera. Es casi inevitable. Según se mire es necesario. 

No me gustan las flatulencias. Me provoca una incomodidad mayúscula percibir que alguien se ha atrevido a soltar las llamadas plumas o pedos en público. Aún mayor es mi indignación cuando lo hacen a propósito. Yo me levanto ipso facto, contrario a la mayoría que se los fuman completos. No soporto siquiera mis propias flatulencias, humanas sí, pero que no significa que uno duerma intoxicado. La involuntaria plumilla en la noche es inevitable, pero si uno percibe que está en proceso de putrefacción opto por conducirme a la privacidad del baño (antes le llamaban el privado, nada que ver con los teibols) y ahí descargar toda la suciedad. Alguien que disfrute realizar estas demostraciones públicamente y sin el mínimo recato se está ganando un boleto a la tierra de mis rechazos. También aquellas personas que gozan sinceramente conversar sobre el tema, causas y consecuencias. No. Me he prohibido engullir frijoles de la olla y brocoli. Y he disminuido al mínimo mi ingesta de huevo y lácteos.

No me gusta la gente que llama a otra con silbidos insoportables. Me parece que más que el sonido del silbido lo que me pone los pelos de punta es que alguien se atreva a llamar a otro a base de silbidos, como si se tratase de guajolotes. Por consiguiente, aquellos (a veces son los mismos) que optan por los Chts! Chts!

No me gustan los cables. No me gusta verlos. No me gustan las enredaderas de cables de cualquier tipo. Soporto la de mi Mac porque no hay remedio y es bonito y amigable. De ahí en fuera, detesto los cables. He llegado a la conclusión que, además de no encontrar o no tener los recursos para adquirir los enseres domésticos que me gustan (por su diseño más que por su eficiencia, debo confesar, aunque obvio tendrían que ser buenos) no los compro porque o me gusta la selva de cables. Imagínense ustedes mi andar por las calles de México atestadas de cables colgantes, cables sueltos por el suelo, con o sin corriente eléctrica, diablitos, y demás madejas.

No me gustan los muebles en demasía. No me gusta tener una casa atestada de muebles. Tratar de abrirte paso en tu propio entorno como en una jungla de mesitas, muñequitos, sillones, silloncitos, sillas, bancos, tapancos, baúles, muñecos, columnas, lámparas, se me hace nefasto. Solo pienso en tener los muebles necesarios y que estos sean bellos. Precindo del comedor. Bajo ese mismo principio carezco de "cuarto de triques". Mis "triques" están en la basura. Con esto contradigo el muy cantado dictamen de que un cáncer adora guardar porquerías (ellos le llaman recuerdos).

No me gusta el pasado (otra contrariedad contra mis congéneres cancerinos). Hubo un tiempo en que sí, vivía en el pasado. Pero trabajé intensamente, me esforcé y logré desterrarlo de mi vida. Por supuesto que, dependiendo del suceso en mi vida, podría tomar poco o largo tiempo dejarlo atrás. Pero no me quedo ahí. Me gusta el futuro.

No me gusta la gente que suelta en público groserías sin ton ni son para, según ellos, alegremente adherezar sus nimias conversaciones. Tampoco me gusta la gente que se estira cual gato pero feo en lugares públicos o que se rasca las axilas o cualquier otra zona privada en público.

No me gusta la gente que piensa que una persona noble es estúpida. Nos damos cuenta, solo que no respondemos ni nos comportamos igual.

No me gustan los espárragos: desde niño jamás he vuelto a probarlos ni por accidente.

No me gusta la política ni los políticos (lugar común lo sé). He tenido que trabajar para ellos y es irrebatible el hecho de que son una mierda. Entre más lejos de ella mejor. Pero también todos tenemos nuestra cuota de mierdez: presumimos de ser cuidadanos ejemplares y en el día a día nos comemos los unos a los otros, nos robamos, no nos devolvemos lo prestado, evadimos pagos, etc.

No me gusta la gente que piensa que ellos solo ellos son los que están muy ocupados y te hagan perder tiempo. Tolero a la gente que no llega a la hora, pero no me late.

Una mujer que ame con todo su corazón el futbol, perdón, no me gusta. No podría estar con una mujer que interrumpe cualquier cosa porque el juego va a comenzar y encima lo vea en la televisión. Se me figura una actitud totalmente anti femenina que a una mujer le obsesione el futbol y hable de marcadores y si tal o cual equipo llego a X o Y posición. Más aún y de manera alarmante si su amor se desborda por el futbol mexicano.

Una mujer que espete dos tres peladeces es lindo. Una mujer que cada dos palabras suelta wey, pendejos, chingasatumadre, vamosacoger, se gana mi segura distancia.

Una mujer tonta no me gusta. 

No enlisto que no me gusta la injusticia, primero porque es obvio que si son injustos conmigo no me va a gustar; pero ni modo, es otra condición inevitable: alguna vez todos nosotros hemos sido injustos (a propósito y no).

No me gusta ver el par del zapato izquierdo del lado derecho o viceversa. Me causa una sensación de incomodidad muy  desagradable.

No me gusta ver a la gente que ve a la gente cuando se sopla las narices (como dicen)

No me gusta la gente que en una comida o junta o presentación se la pasa tuiteando. Es la nueva grosería más grande del mundo. Tampoco estoy idiota: si se encuentra uno en horas de trabajo, con solicitar permiso para responder un mensaje es suficiente. Si son en demasía ¿para qué concertas una reunión? 

No me gustan las películas dobladas. Excepción: las dedicadas a los niños. Llegan a ser muy buenas. Pero también veo la original.

No me gusta aquello a lo que se dedica un Arjona, Juanes, Alejandro Fernández, Coldplay, Pulp, Oreja de Van Gogh, Bandas norteñas, el ska.

No me gusta (y no lo considero un buen escritor, porque puede haber escritores que no me gusten pero que son buenos) Murakami, Aguilar Camín, y naturalmente las novelitas de la semana.

No me gusta la ropa de verano para hombres: es alarmante ver el tráfago de panzas enfundadas con dificultad en bermudas. No me gustan las playeras multicolores "hawaianas". Las chanclas esas que descubren los pies y dedos horrendos de los hombres. Las mujeres es otro cantar: se ven maravillosas y es lo único que me gusta de las épocas de calor, las ropas vaporosas con las que se pasean. 

Detesto las gorras. Para mí es sinónimo de "no me bañé". Además de total falta de elegancia y hasta educación. Ni modo, así lo veo. Excepción: una mujer se ve maravillosa recién bañadita, de pants y con una gorra. Una mujer hermosa se ve hermosa incluso sin nada.

No me gusta el calor. No soy fanático del sol. No soy fanático de la playa. Llegaría a ir, claro. Pero un par de días, no más. 

No me gusta que la gente coma nachos o comida japonesa o cualquier cosa que cruja en un cine. Detesto las salas VIP por esta razón.

No me gustan las PC.

No soy muy afecto a la gente.





















Sunday, June 24, 2012

El lector imperfecto & los visitantes de Venus



No vayan a arrebatarme esto, no vayan a arrebatarme lo único que tengo, es la explicación de mi muerte.
La Milagrosa, Carmen Boullosa.

Pero Antes déjame decirte que te quiero, que tu amor es la única cosa que yo tengo, y me voy de tu lado porque no quiero perderlo. 
José José





¡A veeeeeeeeeer! Estas últimas semanas, cuando mi forma humana desaparecerá y dejaré en prenda en este raro planeta a mi androide, me han pasado cosas muy muy extrañas, raras, pero que no me asustan pues siempre he estado familiarizado con ellas. Pero esta vez hay tintes distintos.

Otra vez las conexiones, oooootra vez. 

Siempre me ha pasado solo que hace unos pocos años atrás me he percatado de ello y lo he asumido de manera muy conciente (ya cuando me pasa porque cuando me pasa no me doy "cuenta"): resulta que de pronto me da por escuchar música de cierto artista con cierta insistencia y es cuestión de horas para que me entere que ha sacado un nuevo disco. Así. De veras.

Pero con Carmen ha sido aún más extraordinario.


A veeeeeeeer: yo iba por La Patria Insomne

Enterado de que Carmen Boullosa presentaría su nuevo libro de poemas en el Palacio de Bellas Artes, de inmediato me entró la urgencia de poseerla (la obra, porque de lo otro ya he releído a Bolaño casi casi anotando en bitácora acerca de todos los admiradores semidioses y mortales que han caído fulminados por su rayo...aquí otro mortalito: presente. Ay, pobrecillo de él, inoceeeente, ternuriiita. Pero What the heck, pa eso tiene uno la imaginancia ¿qué no?), pero era más la urgencia de leer sus poemas porque...Ella es grande entre los grandes. 

¿Por qué había yo vuelto a la magia literaria y grandiosa de Boullosa? No lo sé, lo que sí sé es que un signo de este año ha sido el que yo no he pegado ojo (el par real y el de la mente). Lo cual ha estado re bien pues he podido leer como nunca, y trabajar y componer mis proyectos y meditarme y reflexionarme y decidir qué hacer con los 45 ya casi me tienen del cuello...

...Bueno, que la cosa es que para ser cabalmente un Insomne y sumándome a la tribulación que ha sido atestiguar una guerra tonta tonta (creada solo porque no se pudo con lo de los empleos) quise irme de este mundo con la poesía de nuestra más alta poeta (osea, que podría conversar muy a gusto ella con Sor Juana, ¿así de plano? Así. Tú lela.)


El androide abandonado y el humano desterrado

Debería explicar el por qué del androide y el humano. Cada año que se aproxima mi cumpleaños es para mí como mi año viejo y año nuevo, es mi corte de caja, es cuando digo si hice cosas o si me hice menso. Si "mejoré" o no. No haré aquí el balance porque no los quiero aburrir más, o no te quiero aburrir más, admirada C., si es que te atreviste a llegar hasta aquí. Pero resulta que una de mis conclusiones ha sido que sí, los humanos congéneres (creía yo) me ven como "muy intenso" y cuando he querido salir de mi Espacio (así le llamo a mi hogar) para contactar, para ser sociable, para "tener amigos nuevamente" pues la misión no ha sido exitosa. No me quejo ni me tiro al piso, solo así ha pasado. Que soy muy "sensible" (yo digo que sensitivo, que no es lo mismo), entonces la gente termina huyendo de mí.
Algo en mi sistema no está bien. Así que decidí que el 30 de junio próximo se quedará mi androide, fabricado con los materiales de la más alta calidad venusina, ya con todos los programas bajados (menos el intenso). Así como ahora que bajamos ideas del servidor más grandote llamado universo y que sí es cierto.
No hay nada de qué preocuparse, el Gabrielow45 es amable como el humano pero menos séntido, más culto pero sencillo. Y no busca nada más que continuar informando sobre el quéhacer creativo y destructivo de los seres humanos. No hace trucos, ni dice échame la mano, nada de eso. Eso no se vale, no es la intensión ni nada. Esto solo es un largo gracias.


Carmen y la búsqueda de la patria perdida

Me lancé a ver por segunda vez Prometeo, del maestro Ridley Scott, esta vez en 2d. Igual de sorprendido salí. Desde la primera vez que la vi se me ocurrió lo del androide, que interpreta genialmente Michael Fassbender. Ya había cambiado mi cuenta de Twitter porque si uno se proclama especialista en comunicación cómo continuar con un nombre que la gente confundía y malescribía (KNOWINGproject, qué? Knowe? Knaou? Que no wey?...no, no, déjalo, lo cambiamos). Primero claridad, luego cantidad.

Hacía mucho que no caminaba por las calles de la Zona Rosa, ahí viví un tiempo hace años con una mujer que amé terriblemente, Ivette. Después, ya en soledad, bajaba en las madrugadas a leer o escribir en el Café Sanborns o me metía al Solid Gold a reflexionar sobre las pasiones humanas, claro.

Años después, ahí conocí a Paola (bueno, ahí en la Zona Rosa, no en el téibol). Desde que la ví se me hizo tan pero tan parecida (pero al final nada parecida) a Carmen Boullosa que de inmediato me dije: a esta me la tengo que besuquear, cómo de que no.  Para esto cuando la topé yo justo regresaba de un retiro en Taxco donde vimos ovnis y entré en trance... pero esa...esa es otra historia. Y sí. No duró la cosa con ella: niños anteriores, sentimientos sin resolver de su parte…Y de mi parte…pues nop, no era Carmen Boullosa. En fin, que me saqué la espina.

Del Cinepolis Reforma al Péndulo hay pocos pasos, entonces fue que me embarqué, casi como en sus libros de piratas, hacia El Péndulo. No pues que no. Estaba una que quiero leer nada más porque el nombre del personaje me recuerda a Soledumbre, Sofonisba Anguissola, y porque juro que no existió, que existe ahora porque salió de la mente hermosa de esa mujer (de ti, C). Pero la editorial es Siruela, aguas, osea=caro.
Y lo compraré la próxima semana, pero ahorita yo quería La Patria Innnsomneeeeee. Qué aún no llega. Es frustrante. Pero no tiene la culpa Carmen. Siempre hacen eso las editoriales y la verdad se me hace una pésima estrategia mercadológica. Debería ser al revés, ya tener distribuidos los libros y una vez listos realizar la presentación: lo que hace uno como lector ávido de lecturas interesantes es correr a comprarlo. Bueno que la chica del Péndulo y mi tocayo Gabo me mostraron La Novela Perfecta. He leído casi todos los libros de Carmen, excepto: La virgen y el violín, El Velázquez de París, Las paredes hablan y este par que platico, creo yo.

Yo me guío por mis instintos bajos y superiores y creo firmemente que los libros nos llaman a nosotros y no viceversa. Así que lo compré, o como dirían los gringos “me hice de una copia”. (wanna riiiideer?)

Jamás supe que el hecho de tomar el libro entre tus manos activaba el mecanismo de La Novela Perfecta. Sin haberla aún leído pasaron cosas…cosas…¿de dónde vienes Carmen, ya di, anda?


El lector imperfecto

Bueno pues primero eso: que volví a pasar por el lugar donde viví (frente al Hotel Florencia) y donde conocí a Paola (que digo se parecía a Carmen Boullosa pero que dije ya que pues no, para nada. Nadie jamás se parecerá a Carmen Boullosa, bulliciosa, nada ociosa, Bou, bow, nada de solloza ni mucho menos bolosa, tal vez un poco bolaña).

Luego, que el segundo día leyendo el libro, cuando vi por segunda vez Prometeo, intentando entrar a uno de los Starbucks que frecuento cuando llego a pasar por ahí (ya no lo hago desde que rompí con Paola), no tuve más remedio que entrar al Sanborns que está dentro del Hotel Calinda Geneve. La verdad no me acuerdo si aún se llama así, creo que ya nada más se llama Calinda o Geneve, en fin, en ese hotel. Por cierto, ya el bonito restaurante del fondo ha dejado de ser Sanborns. Entonces solo la parte que da a la calle de Génova es Sanborns.

Cual sería mi sorpresa que al día siguiente llego a las páginas donde el Ojo que va imaginando/creando una novela (dentro de la novela) narra unas acciones por demás cachondas y vertiginosas ¡en ese hotel! Lo juro, no tengo por qué mentir, ven Carm y te llevo con la mesera (ah, qué listillo el hombre ¿verdad? Pero no más que la Salvaja, la Milagrosa, La de Antes, La que Duerme, la de Treinta años, la que es Cielos de la Tierra…)

Recuento: entonces, fíjense ustedes el poder de esta malvada novela: tú la compras y te vas a encontrar con conexiones, lugares, recuerdos, desmemorias, personajes que tendrán que ver con tu vida. Acuérdense (acuérdate Carmen) que yo iba por la Patria Insomnnnnneeeeeh (¿y la H cómo pooor?) y me pusieron en frente La Novela Perfecta. Carmen es Lear, Lederer o Lecter: devora, en serio que viene de otra dimensión y además te devora. 

Además, justo en la semana, pensando en cómo escribir mi recuento de los daños a unos días de mi cumpleaños, recordé cómo jugaba con mis muñecos de peluche y de acción y cómo les hacía la voz…¡y como hasta ahora lo hago! Claro no tan igual, no se espanten, sino con un personaje de tamaño real que me fusilé de los conciertos de Rogelio Aguas con su The Wall. Un muñeco tipo galleta pero de tamaño normal. Yo, desde que retomé mis conferencias creativas interactúo con un personaje –para el público- imaginario que se llama Eloy, que me ha dicho en sueños viene de Venus, y que el staff terminó llamando El Gumaro.

Bueno, pues el Gumaro hace su aparición en mis shows/conferencias/performance y con él trato de motivar al público a pensar que somos información, que todos somos energía, que la energía es información y viceversa, que Mcluhan, que Tesla, que las arañas. No entienden nada pero se divierten.

Que somos célulitas que parecemos galaxias que parecemos luces que brillan que parecemos de otro mundo…

Estas y muchas otras coincidencias han aparecido  estos días desde que compré La Boullosa Perfecta, digo, La Perfecta Carmen Boullosa. En fin. No estoy nervioso, no estoy nervioso...

Adendum

Yo me enamoré de Carmen Boullosa (como millones ya sé, ya sé) desde que leí su Antes. Y antes de verla en persona. Yo era fan de la revista Vuelta, obviamente de Octavio y no de sus clonecitos (como los llama Bolaño).

La primera vez que te vi en persona Carmen adorada fue como sueño (ya, qué cursi, ¿ves porque me huyen? Pero no serio, serio mannntaaah), una ráfaga. Yo salía del IFAL (que juuuuusto está también por la Zona Rosa, dios, dios, qué es esto, qué novela perfecta es esta), creo que pedí informes de becas para Francia, quería irme a estudiar cine, sí ajá. Bueno, pues saliendo vi una visión bellísima vestida de negro como su cabello negro y profundo y largo como la noche, me pareció recibir algunas notas de su aroma a galaxias enteras, Carmen parecía desplazarse en cámara lenta ¿o flotaba?, su falda era negra también, ligera y parecía fundirse con ella y el aire, como las pinturas de Remedios, elegante, sabia, cruel, traviesa, niña. Hermosa, Hermusa. No me atreví a importunar esa aparición. Siempre me dio terror acercarme a los artistas que amo porque temo que si me hacen una grosería me rompería en ese mismo instante ( lo temí con Eduardo Milán y fue un pelado y ni es taaaaan gran poeta, lo temí de Eduardo Lizalde y fue tan amable y generoso (¿Garibay? Apellido de escritor, ¿escribe usted, Garibay? Escriba, escriba); lo temí de Marco Antonio Montes de Oca (oscuro y lejano pero generoso también, grande grande poeta carajo), lo temí del mismísimo Octavio Paz, a quien me topé un par de ocasiones de la manera más chistosa y que en la tercera tuve el honor de que tropezara y yo fuese sus bastón. Qué honor. Un don Octavio Paz que, cuando me acerqué (o que me armé de valor) a saludarlo estaba charlando con un personaje sin interés (un tal Barlett, uno que creo tiró un sistema y, cosa nimia, arrebató el triunfo a Cárdenas para la presidencia de la República), interrumpió su plática, me extendió su mano maestra, me miró a los ojos, sonrió y me dijo: gracias, gracias, qué amable, Gabriel. ¡No me lavé la mano en días lo juro!
Bueno, todo eso años después de haber visto a Carmen Boullosa entrar como la reina que es al IFAL. 

Desde siempre la he admirado mucho, desde siempre he estado cierto que es una de nuestros más grandes escritores. Ahora estoy seguro que tiene que recibir el Premio Nobel, que lo merece mucho, mucho, que es no solo la mejor escritora de México, como bien apuntó el gran Bolaño, sino del mundo ahorita. En serio. 

El año más rico de mi vida

Tengo que confesar algo: antes de que entrase este aciago año de 2012 en que ya valdremos gorro todos, según los que inventan que los mayas inventaron eso (oseaaa), yo planeaba adelantarme muy mishimamente. Ya cansado de todo, sin corazón ya y bueno, no viene al caso. Ni se me espanten. Y resulta que ha sido uno de los años más bonitos en mi vida.

Primero porque ya sé quién soy y qué soy. Porque terminé otro librito, porque escribí un maravilloso guion para un corto animado en 3D con mi socio el gran Carlos Vilchis, genio de la animación por computadora y un ser humano valiosísimo. Porque bajé de peso. Porque aún tengo chinos en la cabeza (originales, no chinos de China) y que son más rebeldes que yo.

Fue un gran año porque en el momento crítico vino la mano del gran Sergio Aguayo, lo conocí por fin en persona: un señor que respeto como a nadie, para colaborar con él en cosas de comunicación, redes sociales, etc.  Signo: virgo.

Fue un año incendiario para mí porque una mujer a la que amé con locura y devoción, anunció su boda. Me enteré por fatal casualidad y en este mes. Esa última estocada me evaporó y me hizo renacer. En el pasado quedó por fin, por fiiiiin, este amor que me tuvo loco y enfermo por años, amour feu, en verdad. Signo: virgo.

Fue un año en que comprobé que puedo sacar de onda a ciertas personas: una conductora de tele, que se me hace la más elegante y refinada, decidió bloquear mi cuenta justo en este mes. Probablemente porque también se casa próximamente y tal vez mi condición de fan podría incomodar a su prometido, ve tú a saber, pero juro que jamás la ofendí, ahí están los tuits y sus amigas que aún me siguen. Signo: virgo.

Fue un año en que me di cuenta que colaboro muy bien con mi actual jefe, Jose Luis Ávila, a pesar de que luego chocamos somos muy compatibles. Signo: virgo.

Y fue el año en el que he recibido el regalo más maravilloso: que Carmen Boullosa esté por ahí, de pronto, tan amable y generosamente, respondiendo mis mensajes sin interés. Signo: Virgo.

Concluyo entonces que yo no soy quien viene de Venus, sino que los venusinos sienten una curiosidad peculiar por los cancerinos como yo.

Tesla, cáncer como yo, esa energía que venía de Venus no era porque tú vinieras de allá, era porque estaban fascinados contigo.



Algún día nos encontraemos.

(parte II del Examen de Inconciencia, antes del #YoSoy45)