Desde la LUna

Tu planeta llamado Tierra (¿por qué no le pusieron Agua?) se ve de la siguiente manera...bienvenid@

Friday, January 31, 2014

Cómo dejar este mundo



La idea de quitarse la vida se avecina como vientos enrachados. También en las últimas tenues ondas dentro del ojo lago de nuestra existencia.

Esa intensión o propósito se manifiesta desde la edad temprana como si uno hubiese llegado al mundo ya con un disgusto inexplicable.

El disgusto inexplicable, la incomodidad de habitar el planeta y la porción de tierra que tocó habitar genera preguntas, cuestionamientos. Detona a veces la sed del conocimiento con el irracional fin de conocer las respuestas. 

Luego resulta que las respuestas son insuficientes. El conocimiento más profundo revela la oscuridad cegadora del ser: existen razones que podrían justificar o hacer razonable el motivo de vivir en la Tierra. Y al mismo tiempo, contradictoriamente, abrazadoramente en su contradicción, como un mismo concepto, pre-lingüístico, pre-histórico, la razón última y primera es que no hay ninguna razón.

Clavarse en este enigma conduce a un desequilibrio que puede sobrellevarse o que ahonda en la desesperación de no saber y de no creer las razones que se han hallado para intentar explicar la dificultad que implica habituarse a vivir: el callejón sin salida.

Un ser que se quita la vida tiene tal fuego interior, se ha venido consumiendo a tal grado que respirar se hace intolerable.

El ser que se quita la vida no lo hace porque no quiera a la vida, lo hace porque no la comprende. Es la respuesta irreversible. La desesperación.

Hay suicidios ejemplares.

Cuando se nubla la vida, cuando la pesadez y el hastío es insoportable nada se puede hacer, nada se puede pensar. Hace erupción dentro de nosotros un volcán que se torna huracán de fuego. No hay manera de detenerlo. A veces siento que es admirable la resistencia de quienes atraviesan esas tempestades y arriban a un nuevo día.

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Eres un lunático con pensamiento, GRACIAS.